"El presidente de la Generalitat de
Cataluña, Artur Mas, durante la inauguración de la ampliación de las
instalaciones de ATO en Girona, ha instado a los catalanes a consumir
productos hechos en las diferentes demarcaciones catalanas, ya que la
tendencia es mirar lo que viene de fuera y tendrían que "apreciarse los
productos del propio territorio sin que eso tenga nada que ver con
fronteras".
En este sentido, Mas ha animado a los catalanes a pensar "qué y quién hay detrás de cada producto y después decidir libremente qué se quiere consumir".
En este sentido, Mas ha animado a los catalanes a pensar "qué y quién hay detrás de cada producto y después decidir libremente qué se quiere consumir".
En su discurso ha insistido en que
no estaba hablando de hacer boicot a determinados productos, ya que en
su opinión no tiene sentido, pero sí que ha animado a pensar qué
beneficio puede sacar uno en particular pero también todo el mundo, con
el consumo de unos u otros productos." (e-notícies, 09/10/2012)
"La Vanguardia publicaba ayer en su página 11 un suelto que lleva por
título: “Mas, por los ‘productos de casa’”, cuyo texto dice lo
siguiente:
Artur Mas instó ayer a los consumidores catalanes a “apreciar los productos de casa” y a pensar “qué hay y quién hay” detrás de cada compra. Lo dijo durante el acto de inauguración en Vidreres de unas nuevas instalaciones de la empresa lechera ATO –cuyo presidente Jaume Pont, presumió de una elaboración cien por cien catalana-, que aprovechó para reclamar “una visión un poco más integral de los intereses del país”. El presidente de la Generalitat criticó la tendencia a pensar que “lo de fuera queda mejor” y aseguró que esta mentalidad no la tienen en muchos otros países. “Casi todos intentan apreciar lo que es más del país”, destacó Artur Mas, que se refirió también, aunque indirectamente, a un posible boicot a los productos catalanes –a consecuencia del debate sobre la independencia abierto en Cataluña –y consideró que no tendría mucho sentido en el mundo actual y menos en una Europa integrada y sin aranceles.
La pieza es tanto más notable, cuanto que Cataluña vende al resto de
España más de la mitad de sus productos y servicios. Lo que Mas propone a
sus conciudadanos es que se fijen en las etiquetas.
¿De verdad quiere
que el resto de los españoles empiecen a mirar las etiquetas para dejar
en las estanterías los productos catalanes y comprar en su lugar, los
españoles? Aunque sólo rechacen los de aquellos empresarios que
desfilaron tan orgullosos detrás de su president en la manifestación
independentista de la Diada.
No sería un boicot, sino una reciprocidad
estricta a la propuesta de Mas. O una puesta al día de la protección
arancelaria que hizo de España un corral privilegiado para la venta de
productos catalanes, fueran o no competitivos con los de allende los
Pirineos.
No era, en consecuencia, una llamada al boicot, sino a la autarquía.
No una autarquía como la franquista, para entendernos. Después de todo
el nivel de vida no admite nivel de comparación entre estos tiempos y
aquellos. Hemos aprendido a vivir entrampados y el gasógeno de entonces
es el Seat de hoy: catalanes, consumid productos catalanes.
Lo que sí
entenderá Mas es que su discurso tenga como réplica otro igual, que
invite a los futuros españoles de que se vayan preparando y consuman a
su vez productos españoles (de la España posterior a la secesión).
¿Quién cree que perdería en el cruce de apuestas tan esencialistas? La
respuesta es los dos, y esto tiene dos consecuencias:
1.-Perderá más Cataluña, porque su flujo comercial con el resto de España es mayor que el inverso.
2.-Puesto que España también pierde, hasta Artur Mas comprenderá que los españoles quieran dar su opinión sobre el asunto. Es algo que les concierne."

No hay comentarios:
Publicar un comentario