"Escapando del abismo secesionista que impregna la sociedad catalana me marcho unos días a las tierras donde vine a este mundo.(...)
Escapamos hace más de cuarenta años en busca de futuro y lo pelearon
nuestros padres, y nosotros cuando tuvimos edad. Y ahora resulta que
somos el ejército invasor que ha deteriorado las esencias catalanas.
Qui perd l’origen perd l’identitat.
¿Quién nos iba a decir que tendríamos que dejar de ser nosotros para
ser ellos? Ejército humano en busca de pan y futuro condenados a ser
clases subalternas aquí o allí. (...)
Monfragüe, en árabe Al-Mofrag, es decir "el abismo". "Colgado de un
barranco duerme mi pueblo blanco, bajo un cielo que, a fuerza de no ver
nunca el mar, se olvido de llorar" y ahí sigue sin llorar y sin salir de
su sempiterna postración. A veces, pensábamos que habría sido más fácil
quedarse. Contaban de lo bien que vivían en Andalucía y Extremadura
subvencionados con los jornales que, decían, pagábamos "los catalanes".
Pero la realidad no es una boba conversación de bar, la realidad es que
la renta per cápita (2012) de los extremeños es de 15.394€ y de los
andaluces de 16.960€ frente a los 30.829€ de los vascos, los 29.385€ de
los madrileños, los 29.071€ de los navarros y los 27.248€ de los
catalanes (a mí me cuentan como catalán).
¿Quién dijo que la crisis se
nota menos en las zonas rurales? Me decía el otro día un taxista
extremeño: "No es que se note menos, es que nosotros nunca hemos salido
de la crisis"; y sin embargo se nota. El paro afecta al 33,2% de los
extremeños que comparten con andaluces, canarios, ceutíes y melillenses
el "honor" de superar ese 30%.
Es evidente que en Extremadura hay quienes tienen una renta muy
inferior a su media y lo mismo podemos decir de Cataluña. Es evidente
que existe una desigual distribución de la riqueza entre conciudadanos
españoles; también es evidente que Cataluña y Madrid son las comunidades
que más PIB tienen: 198.633 millones y 188.255 millones de euros
respectivamente.
La democracia a la que un buen socialista aspira no sólo ha de ser
política sino también económica y por eso es tan importante la función
redistributiva del Estado. Cosa que después de 35 años de democracia no
parece haberse hecho muy bien. Las regiones ricas siguen siendo las más
ricas y las pobres las más pobres.
No sólo es una cuestión de repartir
fiscalmente los dineros, que también, sino de promover el desarrollo de
aquellas regiones en las que no lo había. Los socialistas del PSOE se
olvidaron de su proyecto de cambio social y económico y los del PP son
consecuentes con sus políticas de neoliberalismo.
Hay que volver a la utopía, reclamar el hombre nuevo, derechos sociales,
reparto justo de la riqueza. No hablo de subvenciones caritativas o
solidaridad administrada (como siempre han reclamado los nacionalistas),
hablo de la fraternidad como supremo valor frente al egoísmo del máximo
beneficio sea este capitalista o nacionalista o ambas cosas a la vez. (...)
Mientras debatimos cómo crecer de forma sostenible en Cáceres,
mientras en Barcelona se empeñan en levantar muros ahistóricos de odio y
victimismo.
Hoy en Cataluña sólo preocupa la doble preguntita tramposa que no
resuelve nada y tan solo dejará una grieta en la convivencia que tardará
años en cicatrizar o que nunca se cerrará si le siguen echando sal. Y
en pocos días volveré a Barcelona y habrá que seguir bregando en una
sociedad esquizofrénica donde la izquierda hace de comparsa en el
sainete independentista. Ese que nos entretiene mientras los gobiernos
autónomos y el Gobierno central nos la van recortando… la calidad de
vida.
Tiempos de cambio. Es hora de renovar y modificar el pacto de
convivencia entre españoles. Si dejamos que una minoría como los
nacionalistas nos marque la hoja de ruta vamos de cabeza al abismo.(...)
Digo!
Desde Torrejón el Rubio. Monfragüe (Cáceres)
Vicente Serrano, 16 de diciembre de 2013" (Crónica Global, 19/12/2013)
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