"(...) La corrupción parece algo puntual pero teje una telaraña que va penetrando la sociedad y la asfixiante lentamente. Un caso paradigmático es el de la mafia. Un italiano me dice que si recorres Italia de norte a sur vas viendo la degradación de los servicios fruto de la corrupción que hace que mucho dinero pasen a manos de la mafia en vez de atender las necesidades de los ciudadanos. Toda obra pública, todo servicio sea hospitalario, de enseñanza, agua, gas, etc. tiene su sobre coste y así resulta que la sociedad recibe servicios peores mientras una parte del dinero se desvían a manos privadas.
Pujol consiguió lo que siempre han deseado los partidos de derechas, que no es nada más que se dé por hecho que él era el depositario de las esencias patrias y si otros obtenían el poder siempre fueran percibidos como aparceros como ocurrió con Maragall y Montilla .
Los ciudadanos hoy no sólo están atrapados en la telaraña de corrupción sino divididos en buenos (puros) y malos. En el fondo han conseguido ligar las dos grandes lacras sociales, corrupción y pureza. Mientras se llenan la boca de grandes principios, los que mandan siguen con sus negocios corruptos.
El ejemplo más evidente de esta confluencia de corrupción y pureza hoy son Puigdemont y Borràs. Ambos hacen un discurso de pureza independentista cuando en realidad Puigdemont sólo lucha por su supervivencia (quien paga su mansión y sus viajes?) Y Borràs, dejando aparte las imputaciones por corrupción, se acaba de asegurar una plaza de funcionaria avalada nada menos que por el Estado español y ha jurado o prometido acatar la Constitución que dice menospreciar.
Así es como hemos llegado a la discusión sobre el Consejo de la República, un órgano no democrático simplemente para mantener Puigdemont vivo. Por el contrario, estoy convencido de que todo el tiempo que tardamos en enterrar políticamente Puigdemont y su secuela de pureza corrupto será tiempo perdido por Cataluña.
En este contexto me resulta difícil entender por qué ERC vive atemorizada, acomplejada frente JuntsxCat. En los gobiernos de coalición nunca he visto una ERC activa (excepto para reivindicar la mesa de diálogo), se dejaron imponer sin discusión Puigdemont o Torra como presidentes y ahora han votado a Borràs sin más, sin tener acordado el pacto de gobierno.
Previamente habían aceptado hacer un cordón sanitario a los socialistas, algo impensable en la Europa comunitaria y difícil de compatibilizar con su proclamada voluntad de pactar con el gobierno Sánchez. Esto les ha llevado a que hoy se encuentren aculados a pactar con Junts. Se cerraron las otras puertas que hoy podrían explorar.
Mis informantes me dicen que han cortado todos los puentes con los socialistas. Ahora se encuentran entre las CUP y Junts, alguien me puede decir qué puede salir de este tripartito como no sea inconsistencia e inestabilidad? Una nota al margen, una mirada al gobierno vasco no iría mal para ver que hay otras salidas mucho más efectivas. (...)
Hay quien propone que debería facilitar un gobierno de ERC para ver qué hace, si es capaz de sacudirse la tutela de Junts. Soy de los que creen que los socialistas deberían considerar seriamente esta opción que podría dejar fuera del poder Juntos y abrir nuevas perspectivas. Tiene en contra un PSC ganador a quien niegan toda opción de gobierno, una presidenta electa del Parlamento como Borràs y una ERC imprevisible ligada a unas CUP que se creen el colmo de la pureza.
Después de la segunda sesión de investidura parece que esta posibilidad se ha esfumado y vamos de cabeza a otro gobierno ERC-Junts (con las CUP) que parece abocado a la división y al fracaso. Y mientras nos tienen entretenidos en juegos de salón, muchos a esperar a ver si Illa (veremos qué hacen los comunes) es capaz de hacer una oposición constructiva y su gobierno en la sombra es capaz de tejer complicidades con la sociedad catalana y con otros autonomías para apaciguar la caída de Cataluña.
Muchos catalanes estaremos más pendientes de lo que haga el gobierno Sánchez y de la gestión de los fondos europeos que de lo que pueda hacer un gobierno catalán que nada hace intuir que pretenda gobernar. Y cuando digo que estaremos pendientes de lo que haga el gobierno Sánchez quiero decir que estaremos pendientes de los pasos que pueda hacer para hacer avanzar (con la ayuda de un Iceta ministro) el diálogo con la sociedad catalana y el federalismo de hecho en España. El tratamiento de la pandemia ha puesto en marcha una coordinación sectorial y la distribución de los fondos europeos será una prueba de fuego." (Francesc Esteva , Diari de girona, 03.04.2021)
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