"(...) “¿En qué acabará el prusés separatista que sigue insistiendo en su extraña proclamación de independencia ‘suspendida’?
En una partición unilateral, impuesta con dolor y a costa de disturbios que mañana pueden ser violentos y degenerar en enfrentamientos.
En una fuerte crisis económica
generada por la incertidumbre que combinaría la huída de inversores y
el pánico bancario, monetario y financiero.
En un control esctricto de
la sociedad catalana que los independentistas, en contra de todos los
demás, pretenden meter en la celda del autismo identitario.
En un
divorcio con el mundo hispanoparlante.
En una división profunda y duradera de la sociedad catalana“. Escribe Manuel Valls (...)" (Pere Ríos, El País, 03/09/18)
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