20/9/18

La independencia de Cataluña, más allá de mayorías y minorías, sólo dependerá de que algún estado la reconozca

"(...) —Pregunta. Usted habla de los dominios del lobo, con la idea de que la independencia de Cataluña, más allá de mayorías y minorías, sólo dependerá de que algún estado la reconozca.

—Respuesta. Hay un refrán sefardita muy ilustrativo: con decir llama no arde la boca. Por el hecho de que una mayoría o una minoría de catalanes digan que Cataluña es independiente, Cataluña no pasa a ser independiente. 

Lo que vale es que Alemania, Estados Unidos, etc., te reconozca, que se interese ya por cómo se articula esa independencia, qué tratados se establecen, qué pasa con los pasaportes. Eso te hace independiente. Es la lectura de la realidad política lo que, al final, cuenta.

Sigamos en esa cuestión. No se debería, entonces, enmarcar el debate sobre una cuestión democrática, de si el independentismo tiene o no una mayoría social detrás. Para usted, y como explica en el libro, con esa idea de “los dominios del lobo”, todo depende de la fuerza política, de coyunturas geoestratégicas, como ocurrió con Kosovo.

—En principio, el hecho de que haya una mayoría favorable a la independencia –algo que nunca ha ocurrido en Cataluña– ayuda a tener más fuerza política y legitima democráticamente. 

Pero lo relevante aquí es que una mayoría favorable a la independencia no equivale automáticamente a la independencia. Los dominios del lobo, es decir, las fronteras de los estados, no pueden estar gobernados por la regla de la mayoría por razones conceptuales, así que lo que los termina determinando es un complejo entramado de intereses geoestratégicos.  (...)

Pero, ¿hubo un golpe de estado, como se analiza en el libro?

—No fue un golpe de estado como el 23F, está claro que no. Uno puede interpretar el otoño catalán en función del interlocutor que se tenga. 

Ante los “suyos”, el independentismo señala que se violó la Constitución y el Estatut, pero si el interlocutor es una autoridad europea o los jueces, entonces se dice que no, que la declaración unilateral de independencia no tuvo efecto legal, que se trató sólo de una protesta muy grande. Es, en todo caso, un intento posmoderno de golpe de Estado, como también ha explicado muy bien Daniel Gascón en el libro del mismo título. 

 Yo soy garantista en derecho penal y creo que en caso de duda hay que optar por el delito menos lesivo para los acusados, pero hay algo de cinismo en el hecho de decir, como se hace desde buena parte del independentismo, que Llarena prevarica porque adopta una de las interpretaciones del otoño catalán que el mismo independentismo unilateralista propició, a saber, la de que se violó la Constitución."             

(Entrevista a Pau Pau Luque, profesor de Filosofía del Derecho en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Manel Manchón, Crónica Global, 29/07/18)

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