"(...) Afrontemos, pues, la vieja cuestión. ¿Es compatible ser de izquierdas
e independentista? Una respuesta bizarra consistiría en decir: por
supuesto, ahí están David Fernàndez o Oriol Junqueras. Ambos de
izquierdas e independentistas. Si fuera verdad que no es compatible
aunar ambas cosas, estas personas, simplemente, no existirían.
Pero izquierda, así como independencia, son
conceptos, no personas. Y aunque nadie pueda interpretarlos de forma
exclusiva, tienen un contenido mínimo que hay que asumir si queremos
compartir un mismo marco semántico en el debate.
Y difícilmente alguien
podrá afirmar que izquierda quiere decir emancipación de todas
las clases desfavorecidas — este me parece uno de sus contenidos mínimos
indisputables— y a la vez excluir a una parte de esas clases
desfavorecidas de un proyecto político, como lo es la independencia.
Lo
que parece querer decir a veces la izquierda independentista es
emancipación sí, pero de los nuestros y con los nuestros.
En la cuestión de la emancipación, alguien que se diga de izquierdas
debería encontrar dificultades, al armar un proyecto político, para
distinguir entre los nuestros y los otros. Y no me
refiero a que se excluya a la gente que vive en Cataluña que se
considera española, algo que casi ningún independentista afirma.
Me
refiero a que se excluye a todos los que no viven en Cataluña. Es cierto
que la emancipación de todos los desfavorecidos del mundo suena como
algo utópico. Pero esto no justifica que por una razón tan arbitraria
como el hecho de haber nacido en un determinado lugar, los españoles —o
aquellos que viven fuera del territorio catalán—- se queden fuera del
proceso emancipatorio, pues así es es presentado el proyecto
independentista por parte de la izquierda independentista, a saber, como
la construcción de un país justo.
(Lo dicho se aplica también a quienes
piensen que la pervivencia de las fronteras actuales de España supone,
por definición, una victoria de la izquierda; el principio guía, desde
la izquierda, debería ser, creo, el de eliminar paulatinamente
fronteras, no mantener —ni tampoco crear nuevas— fronteras).
Alguien dirá que he confundido ser independentista con ser
nacionalista. Y es que hay algunos independentistas de izquierdas que
rechazan ser nacionalistas. David Fernàndez, que parece una persona
aguda y sensible, dentro y fuera del Parlament, es uno de ellos. Sería
interesante, creo, que explicara por qué el territorio que él quiere que
se independice se distribuye entre Salses y Guardamar y Fraga y Maó y
no, pongamos, entre El Port de la Selva y Córdoba y Vilafranca del
Penedès y Sarzana.
Cómo se las arregla para afirmar que el territorio
susceptible de secesión se centra en la primera delimitación territorial
sin caer en los criterios tradicionales del nacionalismo es un misterio
para algunos de los que le seguimos con interés.
Parafraseando
infielmente una frase de José María Valverde — que alguna vez ha citado
el propio David Fernàndez—-, parece que, en relación con el
nacionalismo, algunas ideas mueren en la izquierda y, por misteriosos
vericuetos del destino, las resucita la misma izquierda." (
Pau Luque Sánchez , El País,
2 JUL 2015)
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