"(...) en el referéndum de independencia quebequés de
octubre de 1995, a menos de tres semanas del día de la votación, las
encuestas no daban como claro vencedor ni al sí ni al no —aunque
finalmente se impuso el no por un margen algo superior al 1%.
Las
empresas con sede en Quebec continuaron siendo canadienses al vencer el
no, pero el “aquí no ha pasado nada” queda muy lejos de lo que
efectivamente sucedió en los mercados, como muy bien nos cuentan
Beaulieu, Cosset y Essaddam en su artículo publicado en The Canadian Journal of Economics.
Los autores investigan el efecto que el referéndum
tuvo en el corto plazo sobre los rendimientos de las acciones de las
empresas con sede en Quebec. El estudio es particularmente interesante
porque dispone de datos microeconómicos, lo que permite extraer
conclusiones sobre los efectos de la exposición al riesgo político¹ dependiendo de las características de las empresas.
El período para el cual se recolectan los datos va
desde enero de 1990 hasta diciembre de 1996. Primero, los autores
preparan una muestra de empresas con sede en Quebec de las que tienen
todos los datos que necesitan: 71 en total, registradas en la Bolsa de
Toronto y/o en la de Montreal. Después las dividen utilizando dos
criterios que miden su grado de exposición al riesgo político.
El primer
criterio es las “opciones de crecimiento”, esto es, los activos de una
empresa que no son excesivamente costosos de trasladar geográficamente.
Por ejemplo, una empresa dedicada a la fundición de aluminio tiene
menores opciones de crecimiento y está más expuesta al riesgo político
que una farmacéutica, cuyas principales actividades están relacionadas
con el I+D. El segundo criterio es la internacionalización, medida como
el número de países (sin incluir Canadá) en el que las empresas tienen
filiales.(...)
Los resultados cualitativos no varían dependiendo del método econométrico utilizado, y son claros:
-
En lo referente a las empresas con sede principal en
Quebec, el resultado afectó a los rendimientos de sus acciones de forma
positiva y estadísticamente significativa. Así, la no secesión puede ser
interpretada como buenas noticias para los mercados financieros, que ya
castigaron a las empresas con anterioridad haciendo que sus
rendimientos bajaran. Como era de esperar, el impacto es menos
importante para empresas más internacionalizadas, pero no se encuentran
diferencias dependiendo de las opciones de crecimiento.
-
Respecto a las empresas canadienses fuera de Quebec, el resultado afectó a los rendimientos de sus acciones de forma positiva y estadísticamente significativa. Al igual que en el caso anterior, las empresas habían sido castigadas anteriormente y la no secesión significó buenas noticias también para ellas. En este caso, se cumple que las empresas más internacionalizadas se vieron menos afectadas, pero también encontramos diferencias dependiendo de las opciones de crecimiento. Estos resultados parecen apoyar la idea de que los inversores parecían considerar que la independencia de Quebec podría haber afectado al resto de empresas canadienses mediante movimientos de capitales, reducciones de la inversión, menores niveles de empleo o mayores tipos de interés.(...) En pocas palabras, los mercados castigaron a las empresas canadienses que cotizaban en Bolsa, tanto a las quebequesas como al resto, debido al clima de incertidumbre política. Cuando esta incertidumbre se resolvió, el castigo terminó y los rendimientos de las acciones volvieron a subir.Esto es un ejemplo de que los mercados son implacables y reaccionan protegiendo sus intereses, no los intereses de determinados grupos políticos. Si por algún motivo un territorio desea alcanzar la independencia, que a mí personalmente no me parece ni bien ni mal, los implicados deben tener en mente los posibles costes que esto genera y decidir si quieren asumirlos o no." (Politikon,
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