13/12/19

Parece que los exiliados republicanos lo eran realmente para salvar la piel... ¿Vivían en un palacete y sin trabajar? No, no, lo pasaron bastante mal. La precariedad era absoluta, en 1939 incluso fueron todos a la vendimia...

"El escritor y político Escala Rafael Bruguera presenta el viernes (...) «Martí Rouret», la biografía del maestro y político republicano (...), gran amigo de Companys y subsecretario de la Presidencia (1936-1939), que murió en 1968 en el exilio, en México. (...)

Murió en México. Dios sabe como nos acogieron entonces y cómo acogemos ahora a los inmigrantes.

Es una gran paradoja, y una gran lección de la que deberíamos aprender. No sólo de México, pero sí especialmente, ya que siempre reconoció la legalidad republicana. De hecho, cuando en 1954 Tarradellas es elegido presidente en el exilio, se hace en la embajada española en México. O sea, Tarradellas fue elegido en territorio español.

Parece que los exiliados de aquellos años lo eran realmente para salvar la piel ...

(Ríe) Seguramente si lo pregunta a alguno de los actuales, también dirá que es para salvar la piel ... pero son pieles diferentes. Si en Rouret hubiera quedado en París con Companys, habría terminado como él. En marchó el día que entraban los nazis.

¿Aquellos exiliados vivían en un palacete y sin trabajar?

No, no, lo pasaron bastante mal. Quizás los que eran relevantes en el mundo de la cultura o la ciencia tenían privilegios, pero también tenían que trabajar. La precariedad era absoluta, en 1939 incluso fueron todos a la vendimia.

Ha cambiado mucho, el exilio.

Ha cambiado mucho, sí (ríe)."                         (Entrevista a Rafel Bruguera, Albert Soler, Diari de Girona, 11/12/19)

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