"(...) - Ya no va a las manifestaciones del 1 de Mayo. Se muestra muy crítico con los sindicatos.
Las cúpulas de los sindicatos hace tiempo que no
tienen demasiado claro cuál es su cometido de clase. Jugaron a alinearse
con el pensamiento dominante y a mí no me agrada eso. Afortunadamente
aún hay en activo centenares de sindicalistas que no han sucumbido a los
cantos de sirena.
- ¿Es cierto que Mascarell pasó en seis días de candidato del PSC a la alcaldía de Barcleona a consejero de Cultura con CiU?
A los hechos me remito. Mascarell es un especialista
en el transfuguismo exprés. Observen sus movimientos de estos últimos
meses y verán cómo se desplaza por el cosmos ‘indepe’ a la búsqueda de
un destino.
- Cuánto daño han hecho los conversos ¿no?
Todos evolucionamos y cambiamos de idea en muchas
ocasiones, pero lo anormal es caer del caballo camino de Damasco y caer
muchas veces. Lo peor del converso es su inquina hacia sus antiguos
camaradas y el intento de ocultar palabras y hechos del pasado.
Comprendo al converso evolutivo por ideas, aborrezco al que muta a
cambio de la poltrona. En ideas políticas aun existen diferencias.
Adoptar, de golpe, el pensamiento del antagonista no es demasiado
comprensible.
- Usted fue uno de los ‘capitanes’ del PSC. ¿Qué ha hecho mal el PSC con el proceso? Si ha hecho alguna cosa mal.
Ser tibio y ambiguo en demasiadas ocasiones. Como
excusa le diré que en los genes del PSC hay siempre el intento de apurar
al máximo antes de romper o destrozar. Eso va bien en algunas ocasiones
y en otras sale mal. No somos perfectos. (...)
- ¿No tiene la sensación de
que el electorado del PSC se ha hecho de derechas? Ahora la gente está
preocupada por las okupaciones o la inmigración más que conceptos
tradicionales de izquierda como “justicia social”, “igualdad”,
“fraternidad”.
Por definición el PSC ha de abordar y defender los
temas clásicos de los demócratas y la izquierda. Pero también los
fenómenos emergentes que preocupan a la sociedad. La izquierda en
general no digiere bien las problemáticas de inmigración y seguridad.
Hay que aplicar ahí una nueva mirada alejada del buenismo pero
respetuosa con los derechos de las personas.
- Usted hasta critica los “pijoprogres”. ¿Qué es un “pijoprogre”? ¿Es muy fácil ser de izquierdas viviendo en Sant Cugat?
Digamos que un ‘pijoprogre’ es un burguesito bien
remunerado, con buen nivel de vida, que, por mala conciencia, vota
posiciones de izquierdas o radicales, a sabiendas de que no tienen
futuro y que su estatus no va a verse afectado... Son los reyes del
‘postureo’. la estética cara y la ‘divinidad’."
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