11/2/19

Director de e-notícies: la prensa catalana tendrá que hacer examen de conciencia. Su credibilidad ha quedado por los suelos... se han agarrado al proceso como a un clavo ardiendo. Se lo han tragado todo. Han hecho genuflexiones al poder. E incluso en algún caso un acto sexual explícito. No me haga decir el nombre… Pero detrás de la responsabilidad de los medios hay una cosa peor: la responsabilidad individual de los periodistas...

"(...)  Lo que realmente pasa es que la política catalana ha alcanzado tal nivel de frikismo que el periodismo sólo puede ir a la zaga si se pone a su nivel. ¡Pero si hasta tenemos dos presidentes! ¡Sólo hablan de presos políticos y exiliados!.

 ¡Hombre, no me jodas! Lo de Tarradellas sí que fue un exilio: ¡treinta y ocho añazos!. O piensa en aquellas fotos de exiliados republicanos cruzando la frontera a finales de la Guerra. Un día Puigdemont se fue a la ópera, lo pillaron y su abogado dijo que sí, que había ido a la ópera pero “obligado”.

Tampoco hay presos políticos. Presos políticos eran, por ejemplo, los de Pinochet, los de la dictadura argentina, los de Cuba, que todavía tienen, o los de Stalin, que los enviaba al Gulag. El consejero de Interior, Miquel Buch, llegó a decir en un mitin que España no es que fuese Turquía sino que era ¡Corea del Norte!. Y este tío manda sobre un cuerpo armado de 17.000 agentes. (...)

El problema es que la prensa catalana tendrá que pedir perdón cuando haya pasado todo. ¡Y de rodillas! Recuerdo que hace años, le dieron el Premio a la Tolerancia a Mario Vargas Llosa. Fui a cubrir el acto. Albert Boadella hizo un discurso poniendo a parir a la prensa catalana. Yo, que estaba en un lateral junto a otros compañeros, estuve a punto de levantarme y aplaudir. En plan de coña, claro. Porque nos dejó verdes. Hoy le doy la razón e incluso diré que se quedó corto. (...)

¿Te has ganado muchos enemigos? ¿Se meten contigo por la calle? ¿Alguien va más allá de los insultos?
 
—Bueno, te insultan más en las redes que en persona. Lo tengo comprobado. Cuando estás delante son muy cobardes. Además, yo soy un tío más bien grandote: 1,82 de altura y más de cien kilos de peso, y eso impone… Recuerdo que una vez el catedrático Sala i Martín me llamó «sanguijuela» en internet. Recogimos un corte de voz de una intervención suya que no debió gustarle, debía de querer, imagino, que pusiésemos todo el programa… 

Cuando presentó un programa de TV3, fui a la rueda de prensa y me senté en primera fila. Hasta le pregunté. ¿Puede creer que no volvió a emplear la palabra «sanguijuela»? Una lástima. Al contrario, me soltó un rollo bíblico para disimular que ni él debía de saber de qué estaba hablando….

Lo que pasa es que es muy triste, porque a mí ya sólo me insultan en catalán. ¡Yo que a los trece años compraba cada día el diario Avui como acto de militancia!. En castellano te dicen: «con usted se puede hablar, si todos los independentistas fueran como usted, Cataluña sería independiente» y otras sutilezas así. Pero en catalán me dicen de todo. 

Lo más suave es botifler («traidor»). Se han llegado a meter incluso con mi madre, que está muerta. Me dicen que soy “repugnante”, que doy “asco”… En todo caso, con el proceso, ha habido una evolución: antes te insultaban sólo los de la CUP; ¡ahora te insultan hasta los del PDECAT!; e incluso gente no precisamente de un nivel formativo bajo: profesores universitarios, empresarios, arquitectos, abogados…

Por supuesto también me insultan colegas. Periodistas de El Punt-Avui —y con cargo, no de a pie—, de TV3 o de El Nacional, el digital de Pepe Antich. Prometo ajustar cuentas con todos ellos a su debido tiempo. No soy rencoroso, pero de momento tengo buena memoria.

Pero diría que los peores son los profesores. Te dicen cualquier salvajada, clicas en su perfil y te das cuenta de que es maestro en escuela pública Si a mí me dicen esto en las redes, ¿qué les deben contar a los alumnos?   (...)

Lo he dicho antes: la prensa catalana tendrá que hacer examen de conciencia. Su credibilidad ha quedado por los suelos. De hecho, la mayoría de medios de comunicación catalanes. Ya sé que les pilló en el peor momento: con la crisis económica y un cambio de modelo, del papel al digital. Pero se han agarrado al proceso como a un clavo ardiendo. Se lo han tragado todo. Han hecho genuflexiones al poder. E incluso en algún caso un acto sexual explícito. No me haga decir el nombre… 

Pero detrás de la responsabilidad de los medios hay una cosa peor: la responsabilidad individual de los periodistas. Porque algunos colegas entre comer lentejas y comer marisco e ir a TV3 eligieron la segunda opción. Sobre todo los palmeros: ¡qué daño han hecho a este país! Un día habrá que hacer la lista. No es que esté yo a favor de hacer listas, y menos listas negras; pero como dijo un día el colega Miquel Giménez, en Cataluña siempre ha habido listas negras, y algunos, además, hemos estado siempre en ellas.  (...)

Lo que pasa en TV3 sí que es un escándalo mayúsculo, y eso no puede ser, porque se trata de un medio público, sostenido por el dinero de todos. Recurren a una trampa habitual: tres de sus tertulianos —cuatro, si contamos el presentador— son indepes, y solo uno es unionista. 

Así pueden decir que son plurales, pero, claro, es una proporción falsa, porque el independentismo nunca ha superado el 47% de los votos. Y en TVE-Catalunya hacen lo mismo, pero al revés. Aquí meten tres unionistas y uno de los comunes para disimular. A mí tampoco me invitan, y que conste que conozco al director de TVE, Eladio Jareño, desde hace más de 20 años.  (...)

—Verás, yo estuve muchos años en La Vanguardia. La quiero mucho, muchísimo. Piensa que en mi casa ya se leía La Vanguardia. Si me hubieran dicho: «oye, tú que eres un exempleado y has puesto en marcha un digital que funciona, ¿cómo lo has hecho?», les hubiera dado consejo gratis.

Pero me duele el papel que han tenido en el proceso. Yo creo que el conde de Godó no debería hacer ni un diario independentista ni un diario españolista, debería haber hecho un diario de referencia, que es lo que esperaban todos los lectores. Con Pepe Antich traspasaron todas las líneas rojas. Y es curioso, porque fue nombrado una semana después de la mayoría absoluta de Aznar. ¡Vaya evolución ideológica y profesional! Antich fue una de las personas que más presionó a Mas para que convocara elecciones anticipadas en el 2012. ¡Vaya vista, el hombre!

Pero lo que yo digo siempre: por encima de un director, está el editor. Bueno, Javier de Godó quizá no es Katharine Graham, la mítica editora del Washington Post durante el Watergate, pero supongo que se lee el periódico. Además, a veces tengo la sensación de que no sé quién está al mando: La Vanguardia va por un lado y Rac1 por otro. 

Tras el batacazo del 155, Basté fichó a Albano Dante Fachín para las tertulias y a otra, de cuyo nombre ni quiero acordarme…, que lo primero que hizo fue insultar a Arrimadas en twitter. ¡Coño, no!, ficha a Joan Coscubiela, que estuvo sublime en aquel pleno del 7 de Septiembre.

El Grup Godó está cogido con pinzas: La Vanguardia no gana dinero, pero tampoco pierde mucho; Rac1 sí lo gana, y 8TV es un pozo sin fondo. Ni siquiera han sabido crear un grupo multimedia. Si yo fuera el conde, vendería La Vanguardia mientras pueda: el tiempo corre en su contra… (...)"      (Entrevista a Xavier Rius, Julio Murillo, Magazine, 01/02/19)

No hay comentarios: