13/2/19

Debe de ser la primera vez que un gobierno declara, negro sobre blanco, que quiere iniciar una política de fosas comunes, y encima solicitando al Gobierno español que colabore en la masacre... No diré que hasta ahora no hayan existido regímenes que han hecho un uso a discreción de las fosas comunes, pero tenían al menos la decencia de hacerlo clandestinamente, a ninguno se le ocurrió anunciarlo en documento público...

"Mucho se ha hablado acerca de que los 21 puntos que Presidentorra reclamó a Pedro Sánchez tratan más de España que de Cataluña, lo que no deja de ser una curiosa manera de «hacer república» esta de preocuparse por la regeneración del estado de que quieren irse.

 También resulta curioso exigir con una mano la separación de poderes, mientras con la otra se pide al gobierno que pase por encima de los tribunales y deje libres los presos. 

 Pero a estas alturas no nos sorprenderemos de una incongruencia más o menos del gobierno catalán, entre las ideas de bombero que tienen los de aquí, y las que los vienen dictadas desde Waterloo, es lógico que unos y otros hagan impresión de necesitar tratamiento psiquiátrico. Nada nuevo. 

A mí, lo que de verdad me ha dejado preocupado es el último punto, exactamente el 21, le habrán puesto tan atrás con la intención de que pase desapercibido. Como soy de los que aún se resisten a reconocer que tenemos un gobierno y unos dirigentes completamente idiotas a pesar de tantos indicios que así lo afirman, quiero creer que el redactado dice exactamente lo que quiere decir.

 Dice el punto 21: «Hay que hacer efectiva una política de fosas comunes». Glups. Debe de ser la primera vez que un gobierno declara, negro sobre blanco, que quiere iniciar una política de fosas comunes, y encima solicitando al Gobierno español que colabore en la masacre. 

No diré que hasta ahora no hayan existido regímenes que han hecho un uso a discreción de las fosas comunes, pero tenían al menos la decencia de hacerlo clandestinamente, a ninguno se le ocurrió anunciarlo en documento público. 

O, al menos, a mí no me consta que en Hitler escribiera que «se hará efectiva una política de campos de exterminio», y lo mismo me atrevería a asegurar de Stalin y los gulags. Se agradece la sinceridad de Presidentorra.

 Supongo que el gobierno -a ilusos no hay quien los gane- cree todavía posible la independencia y se debe ver en la obligación de preparar un lugar de descanso eterno para todos los catalanes que no la querían y no han ido a tiempo, o por los que no puedan demostrar pureza de raza, o por los que se sabe que han votado partidos no suficientemente catalanistas en algunas elecciones, o -toco madera- por los periodistas que nunca se creyeron sus mentiras. 

O por quien sea, tampoco nos pondremos ahora legalistas. Está bien ser previsor y preparar una política de fosas comunes, que luego se te acumulan los cuerpos y los tienes que lanzar a las cunetas, ya sabemos cómo funciona esto.

 Gusta también que no se trate de una sola fosa común, sino que el famoso punto 21 use el plural. Política de fosas comunes. Una sola fosa conlleva gastos de traslado, imaginen que la fosa se cava en Barcelona, ​​no sé, en el Camp de la Bota para no improvisar, y que hasta allí deben llegar desde toda Cataluña los malos catalanes. 

Lo que ahorraríamos -esto sí lo tienen las fosas comunes, permiten cuadrar mejor los presupuestos- en ataúdes, lápidas y otros gastos de entierro, se nos iría en transporte. Es elogiable que se piense en varias fosas, si es posible una en cada comarca, por supuesto de dimensiones más generosas allí donde haya votantes de partidos no suficientemente soberanistas, traidores en catalán llano.

A mí, el redactado de los 21 puntos me trae a la memoria Antífanes, que dejó dicho que cualquier cosa puede disimularse menos el amor y la ebriedad. Y no veo en Presidentorra cara de enamorado."              (Albert Soler, Diari de Girona, 08/02/19)

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