19/12/18

Director del e-notícies: el unionismo ya no quiere saber nada del proceso tras seis años de matraca. ¡Si estoy yo hasta los cojones, imaginen ellos! Antes el catalanismo era transversal. Ya saben: el PSUC, el Barça, la Iglesia. Esto se ha acabado. Ahora hay una mitad del país que no quiere saber nada de la otra. Peor: han empezado a odiarse... A esta otra mitad ya no habrá manera de convencerlos. Mucho menos de seducirlos. Están hartos... Lo bueno es que lo sabían. Claro que lo sabían. Sabían el riesgo que corríamos... La única duda que tengo es si se lo han cargado todo por ambición personal, por incompetencia, por tapar los recortes y la corrupción o por todas las cosas la vez... Y otra cosa. A veces me preguntan si sigo siendo indepe. Sííííí...

"El otro día, saliendo de la rueda de prensa del Consell Executiu, me encontré a un exdiputado de CiU que me había puesto a parir en twitter.

Le eché la caballería por encima.

“Ferran -le dije-, os habéis cargado no sólo la causa de independencia sino que os habéis cargado también el país".

“Bueno, quizás dentro de 20 o 30 años encontremos petróleo en el Delta del Ebro y el Trump o el Putin de turno nos eche una mano aunque lo veo difícil”.

“Hoy por hoy sólo tenemos el arroz del Delta y los calçots de Valls. Ambos están riquísimos pero con eso no es suficiente. Tampoco tenemos oro ni uranio ni diamantes ni coltan”.

En efecto, se han cargado el país.

Ya no hay una Catalunya. Hay dos, Si me apuran hasta tres:

- La Catalunya indepe.
- La Catalunya unonista.
- Y la Catalunya magrebí. (...)

Pero a lo que iba: el unionismo ya no quiere saber nada del proceso tras seis años de matraca.
¡Si estoy yo hasta los cojones, imaginen ellos!

Antes el catalanismo era transversal. Ya saben: el PSUC, el Barça, la Iglesia.
Esto se ha acabado. Ahora hay una mitad del país que no quiere saber nada de la otra. Peor: han empezado a odiarse.

¡Incluso la senyera se ha convertido en la bandera de Ciudadanos y del PP! ¡Los otros van siempre con la estelada!

A esta otra mitad ya no habrá manera de convencerlos. Mucho menos de seducirlos. Están hartos.
Tuve que recordarle a mi interlocutor lo que dijo Tarradellas en cuanto regresó del exilio: “Ciutadans de Catalunya!”. Dijo "ciudadanos", no “catalanes” porque sabía de lo que hablaba. Yo, que era un crío, estaba apretujado entre la gente. No pasé de la calle Jaume I.

O las vallas publicitarias que puso Convergencia en la Meridiana, allá por el 76 o el 77, con aquella frase de Pujol: “Es catalán todo el que vive y trabaja en Catalunya”.

Esto se ha ido en orris. A la mierda.

Lo bueno es que lo sabían.

Claro que lo sabían.

Sabían el riesgo que corríamos.

Mas -en el discurso del Parlament tras la sentencia del Estatut- afirmó que había que “iniciar un nuevo camino” pero “evitando al máximo las fracturas sociales”.

“Alguna grieta interior -añadió- debemos entender que se producirá porque la unanimidad no la tendremos en este terreno. Pero una cosa son grietas interiores y otra cosa son fracturas sociales en toda regla".

¡Artur, si te descuidas! ¡Tú empezaste!

Aunque el más lúcido durante ese debate fue Joan Puigcercós, entonces líder de Esquerra: “sin cohesión social, sin un sólo pueblo -y se lo digo yo como independentista- no avanzamos”.

Yo creo que visto como está el patio -a parte de la posibilidad de que acabemos a hostias el próximo día 21- hay incluso riesgo de fractura territorial. No lo digo sólo por la coña de Tabarnia, que también, sino por la Vall d’Aran.

Mas y Homs les reconocieron su derecho a decidir en el 2015. ¡Hasta Pilar Rahola se subía por las paredes!

El día que aquí declaremos la indpendencia, la Vall d’Aran se queda en España. Y si se queda en Catalunya recuerden que para llegar a ella desde Lleida hay que pasar por Aragón.

Es simple cuestión de números: tienen más pijos de Madrid que de Barcelona. ¡El mercado es el mercado!.

La única duda que tengo es si se lo han cargado todo por ambición personal, por incompetencia, por tapar los recortes y la corrupción o por todas las cosas la vez.

Durante la conversación con el ex diputado, ex alto cargo y ex alcaldable  -más bien fue un monólgo- repetí varios de los argumentos que los que tienen la inmensa paciencia de leerme he expuesto aquí en más de una ocasión:

- No se puede hacer la independencia con sólo el 47% de los votos.
- Y menos en la UE. Esto es Europa occidental. No es el Cáucaso ni los Balcanes.
- En esta parte del Viejo Continente las fronteras sólo se han cambiado en los últimos dos siglos mediante guerras o invasiones.
- Francia, España, Inglaterra hace 200 o 300 años que son Francia, España o Inglaterra.
- La excepción sería Alemania o Italia pero vayan a predicar la independencia de Baviera a ver qué pasa.

Los de la Liga Norte organizaron un referéndum unilateral en 1997. Votaron cinco millones de personas. El 97% a favor. No les hicieron ni caso. Siguen pegados a Italia.

Quizá el único ejemplo es Irlanda. Pero lo de Irlanda no fue pacífico: primero hicieron una guerra de independencia y luego una guerra civil. Territorialmente no sé tampoco si es un estado fallido porque el Ulster permanece británico.

La mayoría de independencias han tenido una potencia detrás: Portugal siempre tuvo a Inglaterra. Croacia a Alemania.

Los catalanes no hemos tenido nunca a nadie. Los ingleses ya nos dejaron tirados en el 1714.
Hasta lo hizo el archiduque Carlos, que en caso de reinar habría sido Carlos III. Ya entiendo que cuando le ofrecieron el Imperio de los Habsburgo no había color con los catalanes.

Pero sólo nos acordamos de Felipe V. Y eso que, por cierto, le juramos fidelidad en las Cortes de 1701-1702.

Lo bueno es que mi interlocutor parecía que me iba dando la razón.

¡Hasta admitió que estamos más cerca de quedarnos sin autonomía que de llegar a la independencia!

Al menos me consoló al final: “te critican tanto porque saben que vienes del mundo indepe y dices las cosas claras”. Magro consuelo.

Por eso, voy a decir una cosa. 

En algunas localidades de Catalunya han aparecido pancartas independentistas con el lema “Ni olvido ni perdón”.

Hasta Quim Torra, la persona a la que parece que tenemos de presidente, hizo un discurso en la conmemoración del 1-O con una pancarta detrás con el mismo mensaje.

Yo tampoco olvido ni perdono. Que lo sepan. El daño que han hecho es inmenso.

No sólo a Catalunya -que al fin y al cabo es una cosa más abstracta- sino también a los catalanes de a pie. A todos. De uno y de otro lado.

Y otra cosa. A veces me preguntan si sigo siendo indepe.

Sííííí.

No me pidan, a mi edad, que desande el camino andado.

Suficientes conversos tiene ya el proceso entre Ernest Maragall, Comín, Mascarell, Romeva. Algunos recompensados con cargos y homenajes.

¡El propio Artur Mas es un converso!  (...)

El hombre que nos ha metido en esto descubrió el catalanismo en cuanto entró en la Generalitat.
Por eso no admito lecciones de nadie. Ni complejos de superioridad (el complejo de superioridad es un complejo de inferioridad mal llevado).

¡Hay que "recoser" urgentemente sociedad catalana! O el mal será irreparable.
Era lo que decía Arrimadas.

Pero también Roger Torrent en cuanto salió elegido presidente del Parlament. Hizo el discurso de su vida. Luego lo ha echado todo a perder.

Los que ahora han llegado al poder -la Generación del Club Super 3 que digo yo- nos pueden llevarnos al desastre. Al puto desastre.

Han vuelto a empezar. Quieren jugárselo todo "temerariamente" a una carta. Como ya dijo en su día Gaziel del 6 de Octubre.

Catalunya acabará rompiéndose por la mitad.

Están a punto de enviar a la mierda todo lo que habíamos conseguido en los últimos 40 años: la lengua, la Generalitat, TV3, los Mossos.

¡Retrocederemos no a los primeros años de la Transición sino a las catacumbas!

Corremos el riesgo de volver hasta a la época de la tribu. Los países, para avanzar, necesitan grandes consensos sociales. Aquí está todo dividido por la mitad.

Han instalado el conflicto en Catalunya. La cosa puede durar una o dos generaciones. Incluso más.
Me ahorro el descalabro económico que supondrá porque lo iremos notando poco a poco. Como aquellas ranas que hierven a fuego lento y no se enteran hasta que la palman.

¿Que no lo ven? ¿O es eso lo que quieren?"                (Xavier Rius, director de e-notícies, 14/12/18)

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