31/7/18

Director de e-notícies: Una de las cosas que no entiendo del proceso es la insistencia en pedir un referéndum. En las encuestas del CEO el sí a la independencia no ha superado nunca el 50%

"Una de las cosas que no entiendo del proceso es la insistencia en pedir un referéndum. En las encuestas del CEO el sí a la independencia no ha superado nunca el 50%. ¡Y eso que son las encuestas de la Generalitat!. Un dato significativo que, curiosamente, nunca ha sido destacado por TV3.

No es que no la haya superado sino que ni siquiera lo ha alcanzado. En el último sondeo, de este mismo viernes, a la pregunta de si Catalunya “quiere que sea un Estado independiente” el sí gana con el 46,7% y el no obtiene un 44,9: 1,8 puntos de diferencia.

Pero es que el independentismo no ha pasado nunca la barrera mágica del citado 50%. 

Hay otra pregunta similar que arroja los mismos resultados. En este caso piden si “Catalunya tendría que ser …”. Y a diferencia de la anterior en la que sólo hay dos opciones aquí hay cuatro posibles respuestas: una región de España, una comunidad autónoma, un estado federal o un estado independiente.

Pues bien, esta última tampoco ha conseguido nunca el 50%. Los mejores resultados fueron en los años previos al 9-N. En el 2013: 46,4% en febrero, 47 en junio, 48,5 en noviembre. Luego empezó a bajar. En el 2014: 45,2% en marzo, 45,3 en noviembre y 36,2 en diciembre. Ahora es del 36,1%.

¿Entonces por qué el procesismo insiste tanto en pedir un referéndum? Bueno, en primer luegar para buscar una salida al mismo lío que ellos han montado. Recuerden que el propio Puigdemont cambio la independencia unilateral (DUI) por el “referéndum o referéndum”.

En segundo lugar, porque en teoría es una de los mejores expresiones de la democracia. Como el soberanismo no es mayoritario en Catalunya -es la minoría hegemónica, que no es lo mismo- era una manera de intentar convencer también a los indecisos.

Antes del 1-O insistían, en efecto, que “esto va de democracia” no de independencia. Per era una gran trampa semántica: Los que estaban en contra dejaban de ser automáticamente demócratas. En realidad, había de ser un puro trámite: “Votem per ser lliures” (“Votemos para ser libres”) rezaba la principal propaganda electoral.

Pero sobre todo porque si Rajoy accedía -o ahora Pedro Sánchez- hubiera sentado un precedente: no hay dos sin tres. Como en Quebec, que lleva dos -todos pérdidos, por cierto- o el SNP escocés, que ya pide otro.

Mas siempre ponía como ejemplo de democracia el Reino Unido, que había accedido al referéndum escocés. Pero olvidaba en cambio que tenían al Ejército desplegado en el Ulster. Y que han suspendido la autonomía de Irlanda del Norte cuatro veces sin ni siquiera despeinarse. La penúltima, més de cinco años.  (...)

Yo lo que sigo sin entender es cómo el procesismo jugó tan mal sus cartas y, sobre todo, sus tempos. ¿Por qué pedir un referéndum si lo puedes perder?. Los referéndums hay que organizarlos cuando se ganan seguro. Y de calle."                     (Xavier Rius, director de e-notícies, 20/07/18)

No hay comentarios: