8/5/18

Xavier Rius, director de e-notícies: Todas las falacias del proceso. De cuando Jordi Salazar decía que “los bancos se pelearán por venir” y que “la UE nos recibirá con los brazos abiertos”

"Una de las falacias del proceso es que era una iniciativa de la gente, "de abajo a arriba" decían. Los políticos no tenían nada que ver. Siempre creí que era mentira. O que como mínimo era exagerado.

Sin la capacidad de movilización de Convergencia y de TV3 no habría habido proceso. Me refiero a la Convergencia de entonces. No el partido residual en el que está en camino de convertirse. Aquella que presumía de tener 50.000 militantes.

Felizmente ahora lo acaba de reconocer sin ambages el que fuera secretario de comunicación de Mas, Josep Martí. Esto y otras cosas más graves. Es de agradecer que lo haga ahora. Lástima no haberlo dicho cuando trabajaba y cobraba del Govern. Él también ayudó a crear la burbuja mediática.

“El proceso -afirma en su último libro- no hubiera sido posible sin la gente exigiendo en la calle, pero a su vez, esa exigencia fue y es espoleada por el soberanismo institucional y político que aspiraba y aspira a sacarle provecho”.

Yo me dí cuenta el 20 de septiembre del 2012. El día que Artur Mas fue a la Moncloa, dio un portazo, volvió a Barcelona y salió a la Plaza Sant Jaume. Estaba llena pero estaban sólo los suyos: CDC, la JNC, Reagrupament, los consejeros, los altos cargos, la sociedad civil convocada a toque de silbato.

 ¡Pero si incluso había Vicent Sanchis de intelectual independiente!. Haciendo ya méritos, sin duda, para la dirección de TV3. Y, por supuesto, el propio autor del libro.

Como Mas ya venía embalado de la primera Diada multitudinaria, la de "Catalunya, nou estat d'Europa"- pensó que arrasaría. Convocó elecciones cinco días después con el resultado ya conocido: perdió doce escaños.

Desde luego, ha habido también otras posverdades. Expresiones que, con el tiempo, han ido desapareciendo del lenguaje político. La más importante era la de que éramos "un sol poble". Tampoco lo somos porque, como se ha visto, Catalunya ha quedado partida por la mitad.

Pero, con la intestimable contribución de los medios de comunicación de la Generalitat se daba la idea de que sí. Por eso TV3 y Catalunya Ràdio han sido tan importantes: han construido el relato, han transmitido una falsa idea de unidad. Por eso la CCMA no se toca como se ha visto este jueves en el Parlament. Hay que defenderla a ultranza.

También había la de "el món ens mira". Ésta con la colaboración del Diplocat. La República de los ocho segundos no fue reconocida por nadie. Ni Azerbayán ni Osetia del Sur ni Burkina Faso pongamos por caso. No digo ya alguna capital comunitaria. Es que ni Andorra.

Puigdemont, en su exilio dorado -mejor Berlín que Estremera- ha recibido el apoyo de un diputado finlandés y de dos alemanes. También nos apoyó el alcalde de Dublín, que procede del Sinn Feinn, y que colgó la senyera en el edificio municipal. La senyera, no la estelada. Los vascos han acabado votando los Presupuestos del PP.

Una de los más contradictorias, por otra parte, fue el "tenim pressa". En cuanto llegaron al poder -y empezaron a cobrar- se les pasó la prisa. Superaron con creces el período de 18 mesos que ellos mismos habían proclamado. La cosa, en el fondo, era alargar el proceso cuanto más mejor.

Ahora llevamos casi seis meses de parálisis. En teoría el 155 ha sido devastador. Y en cuanto haya Gobierno se levanta. Así lo aprobó el Senado. Pero siguen sin llegar a un acuerdo entre ellos. Por mí que lo hacen expresamente, apenas lo hagan tendrán que ponerse a gobernar. Después de haber dicho que esto de la Generalitat era una gestoría.

"Será un win-win": éste era de los buenos. Fue el propio Mas el que lo iba diciendo. Soy testigo. Había de ser un proceso de independencia en el que saldríamos todos ganando: España y Catalunya.

Mas acabó procesado -subestimaron al Estado, a la justicia e incluso a Rajoy- y ahora anda con las casas embargadas. El Tribunal de Cuentas -y la Generalitat que él mismo presidió- le reclama cinco millones por el 9-N. Tiene una vista el hombre.

Tenia que ser también la "revuelta dels somriures" pero todo el mundo anda cabreado. El famoso català emprenyat elevado al cubo. Los soberanistas porque como puede ser que no nos dejen ser independedientes y sus dirigentes han acabo en la cárcel o en el exilio. Y los unionistas porque están hartos de que los otros les echen la culpa del 155. En resumen, en el Parlament nadie se habla. Lo imprescindible.

No les molesto más. Un día colgué unas reflexiones al respecto en mi facebook y algunos seguidores hicieron sus propias aportaciones. Paso a citarlas textualmente. Gracias por su contribución.

Jordi Salazar recordó que “los bancos se pelearán por venir” y que “la UE nos recibirá con los brazos abiertos”. Xavier Blavia Ribé mencionó lo del “helado de postre cada día”. A pesar de que era una metáfora ejemplificaba un poco lo sobrados que ibamos."               (Xavier Rius, director de e-notícies, 03/05/18)

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