"(...) Usted acuñó en 1986 el
concepto político del patriotismo constitucional, que hoy suena casi
medicinal frente a otros supuestos patriotismos de himno y bandera. Es
mucho más difícil ejercer el primero que los segundos, ¿no?
En
1984 pronuncié una conferencia en el Congreso español por invitación de
su presidente, y al acabar fuimos a comer a un restaurante histórico.
Estaba, si no me equivoco, entre el Parlamento y la Puerta del Sol, en
la acera de la izquierda.
Sea como sea, durante la animada tertulia con
nuestros impresionantes anfitriones —muchos de ellos eran compañeros
socialdemócratas que habían participado en la redacción de la nueva
Constitución del país—, mi esposa y yo nos enteramos de que en ese local
había tenido lugar la conspiración para preparar la proclamación de la Primera República española en 1873.
Al saberlo, experimentamos una sensación totalmente diferente. El
patriotismo constitucional necesita un relato apropiado para que
tengamos siempre presente que la Constitución es el logro de una
historia nacional.
Y en ese sentido, ¿se considera usted un patriota?
Me siento patriota de un país que, por fin, tras la Segunda Guerra
Mundial, dio a luz una democracia estable, y a lo largo de las
subsiguientes décadas de polarización política, una cultura política
liberal. No acabo de decidirme a declararlo y, de hecho, es la primera
vez que lo hago, pero en este sentido sí, soy un patriota alemán, además
de un producto de la cultura alemana.
¿De qué cultura alemana? ¿Solo hay una o hay culturas alemanas?
Yo me siento orgulloso de esa cultura también cuando de la segunda o la
tercera generación de inmigrantes turcos, iraníes, griegos, o de donde
quiera que hayan llegado, aparecen de repente en la esfera pública los
cineastas, los periodistas y las locutoras de televisión más fabulosos;
los ejecutivos y los médicos más competentes, o los mejores literatos,
políticos, músicos o profesores.
Todo ello constituye una demostración
palpable de la fuerza y la capacidad de regeneración de nuestra cultura.
El rechazo agresivo de los populistas de derechas contra las personas
sin las cuales esa demostración habría sido imposible es una majadería. (...)" (Entrevista a Jurgen Habermas, Borja Hermoso, El País, 06/05/18)
No hay comentarios:
Publicar un comentario