"¿Ustedes creen que es normal que un presidente presida
un país desde el extranjero? Ya no entró en la consideración de que,
técnicamente, Puigdemont es un fugado de la justicia. O sea, que se
arriesga a ser detenido si se mueve de Berlín para inaugurar una farola.
Y que los jueces alemanes, visto el personaje, no
acaben cambiando de opinión. En el caso de que el gobierno de un länder
hubiera planteado la independencia me huelo que la justicia alemana
hubiera actuado con igual o superior contundencia que la española. En
Alemania no se están con chiquitas.
Puigdemont es un peligro. La prueba es que no lo ha
recibido nadie más allá de un eurodiputado finlandés y un par de
germánicos. Se ha convertido, por méritos propios, no sólo ern un dolor
de cabeza para España sino también para toda la UE. Pero sobre todo para
Catalunya, que permanece gracias a él anclada en el pasado.
¿Cómo quieren gobernar por Skype si a la hora de la
verdad tienen que reunirse en Berlín? ¿Alquien en un sano juicio cree
esto es posible a parte de los 34 diputados de JxCat? Ya sé que, en la
lista, hay un periodista, un par de exaltos cargos, una entrenadora de
natación sincronizada y una dibujante famosa -esta última no salió- pero
yo creo que lo ven hasta ellos.
La única estrategia del soberanismo parece que pasa
por intentar tocar los cojones al Estado. Para continuar con la
cantinela de que es Turquía, una dictatura atroz, un régimen militar.
Aunque, en realidad, lo único que consiguen es hacerle cosquillas. Los
presos siguen en la cárcel y en uns meses habrá juicio.
El sábado veía Eduard Pujol intentado vender al personal lo de
"dignidad, libertad y democracia" y pensaba: ¿Pero qué dignidad?. ¿Éstos
van dando lecciones de democracia?. ¿Los mismos que el otro día vetaron
una comisión de investigación sobre el espionaje de los Mossos? En
veinte años de periodismo parlamentario no había visto nunca que un tema
así saltara del orden del día. (...)
Me ahorro otros antecedentes com la reforma del
reglamento del Parlament o la Ley de Transitoriedad que, como saben,
establecía en su artículo 66.4 que el presidente del futuro Tribunal
Supremo en caso de independencia “es nombrado por el presidente de la
Generalitat”.
¿Cómo puede estar Catalunya pendiente de un personaje
como Puigdemont? Cuando Eduard Pujol habla del “conjunto de los
catalanes” olvida que ellos tuvieron 900.000 votos. Es, sin duda, una
cifra importante, pero no son todos los catalanes.
Y tanto quejarse del 155 -hasta quieren crear una
comisión para investigar, en su opinión, tan devastadores efectos- pero
los únicos responsables de la continuidad del 155 son ellos mismos.
No sólo porque el propio Puigdemont no convocó
elecciones cuando podía haberlo hecho sino porque el Senado aprobó que
la intervención de la Generalitat se terminaría al día siguiente de la
constitución del nuevo gobierno.
Algunos parece que están interesados más en su propia
supervivencia política que en el futuro del país. Que dejen de marear
la perdiz y se pongan a gobernar.
PD/ No quiero terminar sin unas palabras de agradecimiento a Artur Mas y el PDECAT. Vaya vista, Artur, eligiendo sucesor." (Xavier Rius, director de e-notícies, 06/05/18)
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