"Esta es la entrevista anual sobre el Procés que le vengo haciendo a
Alfons López Tena (Sagunt, País Valencià, 1957) sobre la cosa Procés. A
partir de sus conocimientos sobre el funcionamiento real y monstruoso de
la política catalana y española, de su conocimiento de la psique humana
y de los marcos del catalanismo, en entrevistas anteriores López
Tena lo ha clavado.
Me temo que ha sido el único mamífero que, al
respecto, ha emitido análisis que se han mantenido en el tiempo y que,
en cierta manera, han dibujado, de manera nítida, algo más que los
límites del contorno del Procés.
(...) intentamos dar respuesta a la pregunta del millón: por qué diversas
personas han acabado en la cárcel a cambio de nada. Spoiler: porque no
sabían que podían acabar en la cárcel. Por el mismo precio, López Tena
acaba dibujando dos paisajes poco atractivos que han quedado como
resultado de la gran batalla procesista: España y Catalunya.
¿Un resumen de esta legislatura catalana?
Hay sido un resumen de la anterior, pero ha tenido
características especiales. Como las tres anteriores, que siempre
acabaron antes de hora, esta empezó con CDC intentado que la CUP votara a
Mas, haciendo en el Parlament una resolución, sobre el papel, muy
rupturista, en la que no se reconocía ninguna autoridad española.
Aquí
empezaron dos cosas. Una: el hecho patente de que con la indepe se
estaba jugando para conseguir otras cosas. Se daba un mensaje a la
sociedad y al Estado de ‘no os preocupéis, que esto va de broma’.
Y dos:
la incompetencia, el hecho de que todo eso no sirvió para que la CUP
invistiera a Mas. Sí sirvió para algo más importante: para neutralizar a
la CUP, que a partir de entonces votó todo lo que se le puso delante.(...)
Pero recuerde que, en aquel momento, el programa electoral
aseguraba que, de manera unilateral, en 18 meses, el Parlament
declaraba la independencia y celebraría elecciones constituyentes. No se
hizo eso. Se hizo un cambio.
Un referéndum a un año vista, como
siempre. Lo pedían los Comuns, mientras ellos decían que ya se había
hecho y ganado dos veces. Cuando llega la fecha, se produce un matiz.
Aprobaron una ley para indicar qué es lo que harían si ganaban el
referéndum, un delirio autoritario que concentraba todos los poderes en
el President. Otra diferencia fue que, frente a esta consulta, el Estado
fue mucho más beligerante que en la anterior ocasión.
¿Por qué en esta ocasión el Estado no pasó de todo también?
En 2014 pasó bastante a cambio de la promesa de que la
Generalitat no intervendría en la consulta. El Estado entendió que había
sido engañado, y en esta ocasión intervino de una manera más
beligerante.
Tengo una hipótesis basada en algún hecho: me da la
impresión de que el Estado, en la última parte de la legislatura, ha
actuado como en la pelis el FBI, propiciando un delito para coger a
quién quería coger con las manos en la masa.
El referéndum, además, fue un regalo envenenado del independentismo no procesista al procesismo.
El referéndum sale de una serie de gente, que estaba en la
periferia del Procés: Solidaritat, Demòcrates de Catalunya, la CUP,
activistas, opinadores... Empezaron a hacer campaña por el referéndum
una vez que vieron que no se hacía nada con el programa electoral.
Era
cuando Puigdemont decía esas cosas tan esotéricas como "llevaré a
Catalunya de la postautonomía a la preindependencia". No había proyecto,
por lo que asumieron este, con gran resistencia de Mas, Junqueras y sus
entornos. Fue asumido por Puigdemont porque le daba oxígeno político.
¿Me está diciendo que todo esto ha sido para prolongarse en el poder otro día más? No me lo puedo, snif, creer.
Siempre ha sido eso. Todo esto en definitiva son métodos para un hecho,
la indepe, en el que llevaban trabajando desde 2012 CDC, o como se llame
esta tarde, ERC y CUP. ¿Qué ocurre? Pues que no había nada preparado al
respecto.
Mire, le explicaré una cosa. El Estado ha ido por varías
vías. Una era la que todo el mundo veía: cada vez que el Parlament
aprobaba algo, recurso al TC y requerimiento al uso. Como los
precesistas iban de farol, como el proyecto era amenazar con la indepe
para negociar otra cosa, pensaron que el Estado también iba de farol.
Ni
olieron que podían acabar en la cárcel. Siguieron adelante. Otra vía
fue la del Juzgado 13 de Barcelona, en un procedimiento contra Santiago
Vidal, Carles Viver Pi-Sunyer y Lluis Salvador, el número dos de
Junqueras. Se decretó el secreto, es decir, también la intervención de
las comunicaciones de los investigados, y de ahí están apareciendo unas
bonitas conversaciones, como una de Salvador en la que, dos meses antes
de la DUI, se habla de que no hay nada preparado, pero que tenemos que
hacer como que sí.
Se habla, incluso, de no hablarlo con PDeCAT, para
que no lo utilicen contra él. Ese era el juego al que jugaban,
engañándose unos a otros y a la opinión pública. Esto va alimentándose
cada vez más. Es, por una parte, un juego entre ERC y PDeCAT a ver quién
es más valiente y quién es el último en tirarse del coche, y por otra
parte, un farol frente al Estado.
No obstante, hay un jalón inesperado en la
legislatura. La desobediencia, acaecida en septiembre con dos leyes, la
del referéndum y la de la Transició. Se pasa del bla-bla-bla a
implicaciones penales serias. ¿Fue fruto de un proyecto, o una dinámica
más de todo este pollo que explica? ¿Cómo se explica este cambio
cualitativo?
Seguían con la dinámica de no creerse al Gobierno. Antes
de aprobar esas dos leyes hubo un quinto requerimiento del TC a la mesa y
a los miembros del Govern. Pensaron que era más de lo mismo.
Las caras de aquel día en el Parlament no era
épicas. Había incomodidad y canguelo. Había, digo yo, cierta consciencia
de que este no era el juego de siempre.
El miedo era por otra razón. Toda esta historia la han
llevado entre no más de 10 personas. Tanto consellers –que por eso en
julio hubo unas cuantas dimisiones– como un montón de diputados no
contaban con ninguna información. Les daban las consignas y las
cumplían, sí, pero consultaban fuera. A amigos, a conocidos, a abogados.
Veían que fotografiarse con cinco requerimientos, como hizo Puigdemont,
es gracioso, pero que ya había condenas que afectaban al patrimonio.
Empezó cierto uy-uy-uy. Informándose, descubrieron que había
responsabilidades directas que podían afectar a diputados. De ahí las
caras de pánico.
Esas caras también las modulaban los miembros del Govern, algunos muy informados.
Sí, eran caras de no-podemos-alargarlo-más, una vez pase
el referéndum ya no había nada. Todo estaba hecho para negociar con el
Gobierno, pero ya empezaban a intuir que eso no se produciría.
¿Nadie sabía que el Estado jamás de los jamases negociaría?
Vivían en su propia propaganda. De ahí, por ejemplo, su reacción desmesurada ante el no-apoyo de la UE o de Alemania, o Francia.
Sigamos con los jalones del Tercer Acto. Las
detenciones de septiembre, en Economía, sorprendieron absolutamente a
los implicados. ¿Estaban tan desinformados y mal asesorados legalmente?
¿No sabían a lo que se exponían ni a esas alturas del partido?
No. Hay una cosa que es el abc. Cuando un juez
decreta el secreto de sumario, eso va unido a intervención de
comunicaciones. Y no sabían ni eso. La prueba es que cuando entra la
Guardia Civil, Salvador llama a la secretaria para que tire los papeles
por la ventana.
¿Qué implica ese estar en el guindo? ¿Falta de un buen asesoramento?
Y rodearte de un asesoramiento que te dice lo que quieres
oír. Mire, por ejemplo, los cambios significativos que ha habido en la
defensa de los detenidos. Primero fueron todos con unos abogados que
llevaban una línea de denuncia política, y luego los han cambiado por
otros, rápidamente, cuando han visto que esa vía les llevaba
directamente a la cárcel.
Uno de los detenidos de septiembre tuvo una crisis nerviosa. ¿Orienta esto a la idea de inconsciencia previa?
Piense que estamos hablando de personas que llevan décadas
en coche oficial, viviendo del presupuesto público. Es más fácil ir de
la calle a la cárcel que de un despacho oficial a la cárcel. Pensaban
que podían enviar a los Mossos a impedir un multireferéndum, pero que
eso no les podía pasar a ellos, gente de bien, no unos peludos.
Cuando
empezó la crisis de la automoción echaron, de un día para otro, al
presidente de la Chrysler, que dijo: "Siempre he sabido que había un
establishment, pero siempre había pensado que formaba parte de él".
Pues, un poco, lo mismo. Pensaban que, a ellos, no.
Otro jalón. El 1-O. ¿El Govern era consciente de
la violencia del Estado? ¿Sabía que estaba exponiendo la sociedad a una
violencia extrema?
No exactamente. La propaganda de lo que usted llama
asociaciones peronistas apostaba por el referéndum como un acto
cívico-festivo, una reivindicación del voto. La idea era quedarse ante
la puerta de colegios cerrados, con la papeleta en la mano, y que la
prensa internacional lo fotografiara.
Y aquí, como el maestro Acebes
definió en su momento, se abren dos vías de investigación. ¿Por qué
primero se nombra como policía responsable del asunto a los Mossos? ¿Por
qué no sacan la noche anterior a los 15.000 tíos que están en barcos,
encerrados como tigres, a clausurar colegios, que es lo que tenía
previsto ANC y Òmnium? ¿Por qué los sacan a las 9-10 de la mañana?
Hay
dos hipótesis: o el Estado son unos inútiles, o el Estado quería que
hubiera un incumplimiento con connivencia de los Mossos, para después
poder entrar a saco, llevar a la otra parte a delitos que aún no habían
sido practicados.
Bueno, el Estado fracasó en su intento de encontrar las urnas. Lo que, me consta, fue una humillación absoluta para ellos.
Si no encontraron las urnas, razón de más para intervenir los colegios, como ANC y Òmnium, por otra parte, esperaban.
¿Por qué el Govern no se decidió a convocar elecciones tras el 1-O, como tenía planteado en caso de que el 1-O fuera un éxito?
Porque el planteamiento no era ese. Siempre ha sido
obligar al Gobierno a sentarse en una mesa para negociar un nuevo
estatus, fundamentalmente el pacto fiscal, blindaje en cultura y
educación, inversiones... Todo eso. Cuando Puigdemont ofrece ese diálogo
tras el 1-O, y el Gobierno dice que no, les deja sin oxígeno.
Otro jalón. La pelotera por escrito entre Rajoy y
Puigdemont para verificar si se declaró o no una DUI en octubre. ¿Por
qué Puigdemont no dijo ahí que no habían hecho, como fue el caso,
ninguna DUI?
Mire lo que dicen las cartas. Piden sentarse a dialogar.
Piden otra cosa que no es indepe. Ante el no y puesta en marcha del 155,
viene la intervención de terceros, para intentar evitar que se
normalizara dentro de la democracia española la intervención directa de
los órganos del Estado en el momento que crean oportuno.
Siguiente jalón. La DUI fake. ¿Por qué se opta por la DUI, y por qué se opta porque sea fake? ¿Por qué se exponen a grandes condenas a cambio de nada?
No hicieron nada diferente a lo que hicieron los cinco
años anteriores. Hacer una cosa dando la apariencia de que se hacía lo
contrario. Me engañaron incluso a mí, hasta que leí el texto. Lo ves en
la tele y cuela.
¿A quién estaban estafando? ¿A la sociedad o al Estado?
A su propio público y al Estado. Y no, no se esperaban ir a
chirona. Esperaban el sexto requerimiento del TC. Pero repasemos
aquella sesión. Primero aprueban algo que no aprueban, y luego no había
nada preparado. Ni siquiera una fiesta. Sí, hubo una en la Plaça de Sant
Jaume, pero es tan angosta que allí haces una fiesta con una cabra, una
escalera y una trompeta, y se llena.
No había nada preparado, nada. Ni
fuegos artificiales, ni retirada de bandera. Y eso que TV3 dedicó un
recuadro en la pantalla a la bandera, para ver cuando la arriaban. Y
nada. Ni Junqueras ni Puigdemont intervinieron en el pleno, y después
hacen unas declaraciones sobre la marcha, van al Palau de la
Generalitat, se despiden hasta el lunes, y se van. Adiós muy buenas.
Desaparecen.
No dejan ninguna instrucción a los delegados territoriales,
no emiten ningún decreto. Puigdemont, al día siguiente, se da un paseo
por Girona y come con unos amigachos en un resturante. Curiosamente, sin
su mujer. Y digo curiosamente porque el resto de consellers y
conselleres exhibió a su mujer, a su marido y a su cuñada. Curioso.
Hace
una declaración en la que ni siquiera aparece la simbología
republicana, y habla en términos que igual podría haber sido el discurso
de fin de año o cualquier otro. Y, al día siguiente, con la ejecutiva
del PDeCAT ya reunida, se enteran de que ha cogido el coche y se ha ido a
Bélgica. En ese momento ya temían detenciones. El caso es que todo fue
sobre la marcha.
Unos consellers se van, otros no, otros van y vuelven,
uno va a trabajar. El caso es que no eran conscientes de haber hecho
nada que no hubieran hecho en los cinco años anteriores. Si hubieran
pensado el 27-O que lo que iban a hacer implicaba detenciones inmediatas
y procesamientos con condenas duras, se hubieran ido el 27-O.
Le propongo analizar la toma de decisiones de
diversos packs procesistas. Empecemos por el primero. El Grupo Oscuro.
Las personas, no siempre cargos electos, que lo decidieron todo en cada
momento.
Se cedió el liderazgo a estas personas porque Mas, en vez
de ir a ver obras, como un jubilado, pues se puso a mirar el Procés. El
grupo empezó así. Piense que Puigdemont, por otra parte, es una persona
sin conexiones. Y les dejó hacer. No era gente muy bien informada.
Tuvieron poder de definición, de definir lo que había que hacer, pero no
el poder para que se hiciera. Esta gente siempre ha tenido una teoría,
que es la teoría del acontecimiento imprevisto. Si existe un grado de
movilización continua e insistente, el Estado no se podrá negar a
negociar. Es irreal.
¿Por qué han tenido crédito estas personas? Porque
no había otras. Ni tenían más alternativas. ¿Cuál era la alternativa?
¿Decir que se había fracasado?
Siguiente pack. Dirigentes. Puigdemont, Junqueras...
Ilustran el adagio aquel de Manolete: si no sabes torear, pa qué te metes.
Siguiente pack. Cuadros medios de ERC, PDeCAT y CUP.
Los cuadros medios de ERC y PDeCAT están contentos, porque
todo esto implica que corre el escalafón. También están contentos
porque, electoralmente, no les van a correr a boinazos.
Siguiente pack. Sociedad.
Está contenta. Ha comprado la propaganda. Sabe que al
final del arco iris, algún día, encontrará el caldero de oro. Hay una
diferencia: en 2012 y 2015 lo que prometió PDeCAT, ERC y CUP era lo que
no tenían ninguna voluntad de cumplir, por lo que no prepararon nada,
mientras ahora proponen lo que no pueden cumplir de ninguna manera. El
155, su mantenimiento y su ejecución, dependen del Senado y del
Gobierno.
La libertad de detenidos, y el retorno del exilio, tampoco
depende de ellos. Por todo ello, pueden tirar millas planteándolo todo
en términos sentimentales. Los niños, la mujer, los lloros, los que lo
han dado todo por Catalunya. Creo que eso –convocar elecciones rápidas–
ha sido un gran acierto de Rajoy.
Uno: no tienes que enredarte en la
gestión. Dos: cambias el parámetro. Los partidos hablan de elecciones, y
hacen públicas sus discrepancias. Y tres: sólo les queda victimismo, lo
que impide hablar de objetivos políticos, se habla de sentimientos.
Visto lo visto, ¿qué ha pasado en Catalunya? ¿Deshonestidad? ¿Desinformación? ¿Propaganda?
Deshonestidad. Con el apoyo de un gran aparato de
propaganda. Todo ha funcionado bien por una razón: la ausencia de
discurso español. Para evitar negociar, el Gobierno no ha abierto la
boca. Por lo que el campo de la propaganda no ha tenido competencia.
¿Cómo ha afectado todo esto al independentismo?
Lo ha liquidado. Antes del siglo XXI era algo más bien
sentimental, sin implementación. En estos años de deshonestidad y
parodia, en los que el derecho de autodeterminación se convierte en
derecho a decidir, un referéndum pasa a ser una consulta, unas lecciones
son un referéndum, la propia declaración de indepe es algo que no se
sabe si se ha hecho... Todo ha sido una farsa.
¿Qué credibilidad tendrá,
a partir de ahora, alguien que plantee un referéndum de
autodeterminación? Todo ha servido como vacuna. El independentismo ha
quedado absorbido por el procesismo gubernamental.
¿Y cómo ha afectado todo esto al catalanismo?
Es su canto del cisne. Tuvo una última propuesta: el
Estatut de 2006. Ha fracasado estrepitosamente. Apostó por el Procés,
por lo que se ha quedado sin programa. No tiene más programa que el de
decir a la gente que vamos a sufrir juntos por nuestros mártires.
Sin catalanismos ni independentismos efectivos, ¿qué futuro ve a Catalunya?
Ir hundiéndose. El Estado ha ganado por 100 a 0. Madrid,
como centro de poder financiero, cultural y político ha ganado también
por 100 a 0. Estamos hablando de que el 35% del PIB de Catalunya ha
cambiado su sede.
Eso significa que el año que viene, cuando se pueda
valorar, es posible que en 2018 Catalunya tenga incluso superávit
fiscal. Catalunya ha dejado de ser un poder de decisión. La siguiente
generación de directivos de la Caixa o del Banc de Sabadell no serán
catalanes. Eso le pasó ya al BBVA.
¿Cómo ha quedado el Régimen del 78 tras esta fiesta.
Reforzado. Después de una crisis económica grave, que
coincide con el final de un ciclo político, el Régimen estaba en estado
de shock. ¿Qué ha ocurrido? Pues que la bandera sirve para mucho.
La
bandera salvará 2 millones de votos en Catalunya, pero en España
significará tener la iniciativa, porque el tema ya no es el sistema
productivo, los derechos laborales, las expectativas de ascenso social,
la emigración y fuga de cerebros, sino el España-se-rompe. El PP ha
conseguido una prórroga que puede ser definitiva.
El 155 ha venido, ¿será un animal de compañía por décadas?
En Francia sucedió lo mismo con el estado de excepción
tras los atentados. Es una frontera mental que, tras proclamarse, se
banaliza. No significa nada, salvo que el Gobierno francés puede
proclamarlo sin problemas.
Aquí, lo mismo. Hubo una banalización con la
intervención financiera, pero eso era algo que al País Vasco y Navarra
no les afectaba, por todo eso del cupo y el concierto económico.
El 155,
sí. Después de estar durante unos años interviniendo los pagos en
Catalunya, a nadie le sorprende que el Ministerio intervenga el
Ayuntamiento de Madrid. Está asumido que en el Estado manda el centro, y
que los órganos administrativos no son de autogobierno, sino de
administración.
Nadie habla mucho del discurso del rey en octubre.
Creo que es muy importante. Es, hasta cierto punto, una reformulación
de la democracia. ¿Tendrá consecuencias? ¿Es una línea que conduce hacia
algún punto determinado?
Es importante, me temo. Pero creo que acabará reforzando
la fusión rey-pueblo. No hay que olvidar que todo esto que ha hecho el
Gobierno en Catalunya ha tenido un gran apoyo social en España. Podemos
ha estado, en este tema, en misa y repicando, y baja en votos.
Ciudadanos ha estado de forma muy agresiva, y sube como una flecha. Eso
es señal de que levantar la bandera del ‘A-por-ellos-oé’, que es lo que
hizo el rey, en España tiene apoyo electoral. La bandera del
bueno-vamos-a-hablar, pues no.
¿Y no cree que ese apoyo pasará factura en un tiempo? La Constitución pasó a ser un objeto muy agresivo y poco sexy.
No pasará nada. Es un papel que constitucionalmente tiene
cobertura. Y la opinión pública española estuvo encantada. Y, más, en
Catalunya. A partir de ese discurso empiezan las manifestaciones
masivas.
¿Qué pinta le ve a Catalunya en el futuro?
Ya está. Nada. Es el agotamiento de un ciclo. El ciclo del
catalanismo. El catalanismo defendía que cuando hubiera una España
democrática e integrada en Europa, podríamos tener un anclaje que mole.
¿Qué ha ocurrido? Que cuando ha habido una democracia y una Europa
reales, resultó que no era bastante. Se hizo un estatuto. Y nada. Se
amenazó con la independencia. Y nada. No hay programa.
El futuro es una
autonomía con menos competencias, con menos incidencia, con la amenaza
permanente de intervención central, con déficit permanente. Es posible
que para gobernar eso se recurra a coaliciones de geometría variable. Lo
socialistas volverán a existir.
¿Y el futurible del Régimen del 78, cómo lo ve?
Con mala salud de hierro. Esta crisis está superada ya. Se
manifestó en dos historias. Catalunya y 15M. De la misma manera que el
15M pasó a ser una opción política de partido, el Procés también se
desactivó al pasar a ser algo al servicio de una política gubernamental.
El resultado es que Podemos ya no es una alternativa de cambio de
Régimen y la indepe ni está ni se le espera. Ya no hay traslación
política transformadora del malestar social y económico de unas clases
medias sin futuro.
La última. Usted es indepe. ¿Cómo hubiera planteado la indepe?
Diciendo la verdad. No se llega a la indepe sobre la base
de la mentira. Es imposible. Desde el primer momento debes decir la
verdad. Dices cuáles son las dificultades, cuáles los problemas, y
procuras maximizar las oportunidades, pero no mientes.
Y, cuando se
produce la acumulación de fuerzas necesarias, con mayoría parlamentaria,
gobierno, referéndum, etc, se debe tomar el control del país. Vamos,
como se hacen las independencias siempre. Algo que en ningún momento ha
pasado.
Lo que le queda a Catalunya, después de este sopapo, es el idioma, ¿Lo ve con futuro garantizado?
Hay algo peor en todo esto. Si Catalunya, durante décadas,
se ha mantenido, ha sido porque era un modelo más atractivo que el
español. Pluralidad social, apertura, todo eso. Y ese ya no es el caso.
Esta peripecia de los últimos 5 años no es atractiva para que la gente
se enganche. Lo es para que los enganchados permanezcan, unidos por el
lloro y el sufrimiento.
Un proyecto político, como el catalanismo, que
no tiene nada que ofrecer y que, además, no es atractivo, ¿qué interés
puede ofrecer a las nuevas generaciones?" (Entrevista a Alfons López Tena, notario, ex-vocal del CGPJ, e independentista, Guillem Martínez, CTXT, 13/12/17)
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