"(...) ¿Está de acuerdo en que los Mossos cumplan las instrucciones de la Fiscalía o cree que también deberían desobedecerlas?
Lo que creemos es que detrás de la decisión hay una responsabilidad
política. Lo que hace falta es que pongan en marcha todos los mecanismos
para que pueda ejercerse el derecho a la autodeterminación y esperamos
que el Govern trabaje en este rumbo, que es el que él mismo se ha
marcado.
¿O sea que considera
que el conseller de Interior o el presidente de la Generalitat deberían
dar la orden a los Mossos de que desobedezcan a la Fiscalía?
Correcto. Sería lo más lógico en un proceso que ha impulsado el propio Govern. (...)" (Entrevista a la alcaldesa de Berga, eldiario.es, 13/09/17)
"Trapero ordena por escrito a sus 'mossos' que impidan la celebración del referéndum.
La cúpula de los Mossos d’Esquadra
se reunió este martes por la tarde, con carácter de urgencia, en la
sede que este cuerpo policial tiene en Sabadell para analizar la instrucción
que la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC)
entregó este martes por la mañana al jefe de los Mossos, el mayor Josep Lluís Trapero.
En la reunión, según informaron fuentes internas de este colectivo a El
Confidencial, también estuvo presente el director general de la
Policía, Pere Soler, un conocido radical antiespañol.
Puigdemont había advertido por la mañana: “La función principal de la
policía catalana es la seguridad de la gente. Esta es la prioridad, no
ha de hacer política”. Un comunicado de la propia Generalitat pone en
boca de Puigdemont que, como su principal cometido es la seguridad, “no
se desviarán de este objetivo”, dando a entender que no aceptarán instrucciones como la retirada de urnas.
Fuentes de la cúpula policial desmienten al ‘president’. Un alto mando de los Mossos explica a El Confidencial: “Estamos obligados a cumplir las leyes
y las órdenes de los tribunales. Las leyes son interpretables por los
jueces, pero si nos dan una orden judicial clara, la cumpliremos sin
problema”.
Respecto al tema de las urnas, la cosa no entraña tampoco ningún
problema. Afirman que cumplirán las órdenes aplicando los principios de
la oportunidad, la congruencia y la proporcionalidad, como siempre. “Y si vamos a retirar unas urnas
y hay una aglomeración de 1.000 personas, por ejemplo, pues es
peligroso.
Ahí puede haber un tumulto, por lo que has de ser cauto y
posponer el requisamiento, por ejemplo. En ese momento, se impone la
racionalidad, porque puedes provocar un conflicto mucho mayor que el que
existe. Por tanto, no es que no se cumplan las órdenes: es que se ha de
actuar con inteligencia en todo momento. Es lo que se conoce como el ‘seny’ catalán”.
Las unidades policiales catalanas, de todas formas, han tenido que
esperar a última hora de la tarde de este martes el traslado de la
instrucción entregada por Fiscalía a Trapero. En el apartado quinto de
las directrices, especificaba que esa instrucción (en la que se prevé el
requisamiento de “urnas,
sobres electorales, manuales de instrucciones para los miembros de las
mesas electorales, impresos electorales, propaganda electoral, elementos
informáticos, así como cualquier otro material de difusión, promoción o
ejecución del referéndum ilegal”) deberá ser remitida “de
forma urgente, y siempre en un plazo máximo de 24 horas tras su
recepción, a todas las unidades policiales que dependan directa o
indirectamente de la autoridad que haya recibido esta instrucción, con
el objeto de que todos los funcionarios pertenecientes a estas unidades
sean conocedores del contenido de la misma”. El plazo, pues, acababa
este miércoles a mediodía.
Pero para controlar que Trapero cumplía, añade en el sexto punto que el
responsable policial (o sea, el jefe de los Mossos) deberá “participar
por escrito a la Fiscalía” el cumplimiento de la directriz quinta. Es
decir, le obligaba a comunicar por escrito al fiscal. Mayor control, imposible.
Fuentes internas de los Mossos consultadas por El Confidencial resaltan
la sorpresa que las últimas medidas han causado en la cúpula policial. “No se esperaban un control tan estricto”,
afirman las fuentes.
Además, subrayan que “Trapero está en una
situación delicada, porque al aceptar las órdenes de la Fiscalía y del
Constitucional, puede pasar de héroe en Cataluña a villano o a traidor
en un santiamén. Su figura tras los atentados se vio reforzada,
tanto que en estos momentos estaba en la cúspide de su carrera. Pero al
obedecer, le espera una acusación por desobediencia que podría truncar
su carrera como funcionario”.
Por si fuera poco, estas fuentes destacan que de todos los cuerpos
policiales, quien lo tiene más difícil es el de los Mossos: “Policía
Nacional y Guardia Civil se están frotando las manos, ya que la seguridad ciudadana y el orden público dependen de los Mossos.
Ellos no harán nada, sino que se limitarán a estar de observadores. Que
se muevan los Mossos, que son los que tienen las competencias.
De este
modo, les harán pagar su actitud durante y tras los atentados de Barcelona y Cambrils.
Y dentro de unos días, pasarán revista a lo que han hecho los Mossos
para ver si se ha hecho algo o se desobedece a propósito la orden de
Fiscalía”. Esto deja a Trapero a los pies de los caballos, con una
espada de Damocles pendiente sobre su cabeza, porque si los Mossos no se
mueven, es que algo no funciona como debiera en el cuerpo. (...)" (A. Fernández Barcelona, El Confidencial, 12/09/17)
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