"Una familia fue agredida el martes en la Meridiana después de que
intercedieran por un motorista que intentaba pasar por la acera y al que
se le echaron los manifestantes encima. Uno de los agredidos, de 42
años, fue identificado con las palabras “un facha, a por él” en un vídeo
colgado en las redes. El afectado, que fue tirado al suelo y golpeado,
ha precisado de asistencia sanitaria como su padre, de 70 años, y su
mujer, de 44.
En una entrevista en el lugar de los hechos niega que sea un “facha” y
que simplemente quisieron prestar ayuda al conductor de la motocicleta,
que fue rodeado por los manifestantes. Explica que “me agarraron por el
cuello” y que, una vez en el suelo “recibí una patada en la cabeza y
golpes por todos lados”. Mientras estaban en el suelo oía que los
agresores decían “no grabéis, no grabéis”. “Por suerte -añade- hubo un
chico que me ayudo a levantar, le doy las gracias desde aquí”.
Su padre -que tiene 70 años y también fue agredido- explica que “me
cogieron por el cuello y me tiraron al suelo”. “Estando en el suelo me
pisotearon las muñecas”. “Si no hubieran llegado los Mossos d’Esquadra
hoy no estaríamos aquí”, afirma. Durante la grabación se han acercado
tres personas -dos de ellas mujeres edad avanzada- a grabar la cara de
los entrevistados.
Su hijo explica que los manifestantes empezaron entonces “a increpar a
los Mossos” y lamenta que “mi foto haya sido divulgado por la CUP”. “He
pasado 50 años por aquí y nunca ha pasado nada”, interviene el padre la
mismo tiempo que explica que “me arrastraron a la calzada”
La pareja del hijo, que también fue agredida, se preguntó “a quién
ayudo”: si al padre o a su marido y que “estábamos paseando
tranquilamente con mis suegros”. “Jamás me he metido con nadie, jamás ha
hecho un comentario despectivo, siempre los he respetado” pero que
ahora “tengo muchísimo miedo”.
“Fue horrorísimo lo que sucedió”, continua. “Me pegaron a mí sabiendo
que era una mujer”. “Solo veía gente encapuchada pegando patadas a mi
pareja”, explica. “Fue espantoso, recibió de todo”. “Al final consiguió
sacárselo de encima”.
A consecuencia de las agresiones, los tres precisaron asistencia
sanitaria. “El hombro lo tengo fatal -añade la mujer-, me han hecho daño
en la espalda y el dolor llega hasta la cadera”. “Yo llevo dos días sin
pegar ojo”, interviene entonces su suegro, un gallego afincado desde
hace 50 años en Cataluña.
“A mí me dijeron facha, español de mierda, las calles son nuestras”.
“Me considero catalán, hemos vivido muy bien hasa ahora, pero no sé
dónde llegaremos”. “Yo siempre defendí a Catalunya y la sigo defendiendo
aunque esto acabará mal”.
Los incidentes tuvieron lugar enfrente del bar Vivari, en la avenida
Meridiana lado montaña, cerca de la confluencia con Fabra i Puig, que
los manifestantes cortan desde hace más de 130 días en solidaridad con
los presos del proceso.
El conseller de Interior, Miquel Buch ha prorrogado recientemente la
autorización para continuar las manfiestaciones. Los presos del proceso
han empezado a beneficiarse de permisos penitenciarios a excepción
todavía de Josep Rull y Jordi Turull." (e-notícies, 27/02/20)
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