27/7/17

El interés del referéndum no es su realización, sino su gestión. Servirá para situar fuera de la catalanidad a los Comuns, y para que el PDeCAT reedite una lista conjunta con ERC

"(...) Hoy es un día histórico en Cat, etc. En el que volverá a no producirse ningún texto que selle ningún cambio. Se trata, por tanto, de declaraciones. En el momento en el que escribo estas líneas, se está presentando la Llei del Referèndum en el Parlament. Fuera del hemiciclo. (...)

 En el acto, diputados del PDeCAT y de las CUP, al cederse la palabra, se denominan company. A los del PDeCaT, en el momento de hacerlo, les viene la risa. No es una palabra de su cultura.  (...)

La cosa Procés, de hecho, recientemente se ha centralizado en un núcleo efectivo de cinco personas. Sin CUP, que hoy está aportando todo el vocabulario rupturista al acto. Puigdemont y Junqueras son dos de ellas.

 El resto también son de ERC y PDeCAT. Se trata de un grupo de dirigentes. Es decir, no es un grupo de técnicos. Un indicio de que no hay una voluntad técnica, sino tan solo cultural. Es decir, propagandística.

 Una fuente que he utilizado en mi libro --muy buena-- me explica que ese núcleo tiene una férrea voluntad de desobediencia. Otra fuente que he utilizado en el libro --muy buena-- me dice que hay una férrea voluntad de escaquearse.

 De lo que deduzco que pueden ocurrir, sincrónicamente, las dos cosas. Según el día. Algo, por otra parte, normal, cuando el contexto y la hoja de ruta no son legales ni efectivos, sino culturales. Es decir, sustentados en declaraciones. Volubles.

 No obstante, es necesario constatar que la desobediencia ya se ha producido. Es decir, el Estado ha condenado por desobediencia a cuatro políticos, si bien, en ese trance, rechazaron esa acusación. En sus juicios explicaron que lo suyo eran declaraciones. Es decir, objetos amparados por la libertad de expresión.

 Es posible deducir que, cuando se habla de que esas otras cinco personas que ahora dirigen el Procés quieren optar por la desobediencia, en realidad es que quieren optar por esa desobediencia, consistente en que el Estado juzgue delitos de opinión, no hechos. Es importante saber que una parte de PDeCat no quiere ni eso. (...)

¿Hay voluntad de una ruptura frontal y más efectiva? Desde la última vez que les escribí, se han creado indicios más de que no. Por el tema urnas. Tema urnas: el Govern ha declarado desierto el concurso para adjudicar la compra de urnas para el referéndum. Ha argumentado que se suspendió porque las empresas participantes carecían de solvencia económica.

 Una de las empresas ha contestado que el concurso carecía de fecha de pago y de entrega. Es decir, carecía de voluntad. Es sencillo, por cierto, adquirir urnas. Las puede adquirir una entidad --verbigracia, la ANC--. 

O, mejor y propagandísticamente más efectivo, las pueden adquirir los votantes. En ambos casos se donarían al Govern. Tampoco se ha hecho eso. Es posible que se acabe haciendo. No por su efectividad, sino por su carácter declarativo y cultural. Es decir, propagandístico. (...)

Más discreto e ilustrativo para el caso ha sido el caso de la gestión del voto de catalanes en el extranjero. De un número que iría entre las 180.000 o 190.000 personas, sólo se han apuntado en el registro para poder votar en el referéndum unas 5.000.

 La sociedad catalana, como la española, o la de Camerún, es una sociedad emigrante desde 2008. Como sucede en la sociedad española y en la camerunesa, emigran los mejores y mejor preparados.(...)

 Es normal que no participen de un proyecto propagandístico gubernamental. Lo divertido es que el Govern, a su vez, aparte de ese registro, no ha hecho nada de lo que había prometido al respecto. No ha elaborado, por ejemplo, el sistema informático que garantizaba el voto en el extranjero. Y no lo ha hecho por lo mismo que no ha comprado urnas. Implica penas de cárcel.

 Sin residentes en el extranjero que puedan participar, el referéndum es un objeto de consumo interno. Es decir, cultural. No es necesario hacerlo. Es necesario defenderlo. Es, por tanto, la campaña electoral de las siguientes autonómicas.

 Esta mañana a primera hora, el interés del referéndum no es su realización --sin excluir futuribles, parece como que no--, sino su gestión. Sí servirá para situar fuera de la catalanidad a los Comuns, y sí servirá --tomen nota; ese es el objeto PDeCAT-- para reeditar una lista conjunta con ERC, que vuelva a paliar la brutalidad de su progresiva desaparición.  (...)

Sí, ha dimitido un conseller por pronunciarse escéptico, en una entrevista a un medio concertado, ante el advenimiento del referéndum. Fue divertido, además una declaración aledaña. Venía a decir que estaba dispuesto a ir a la trena, pero no a perder su patrimonio. 

Que es lo que le puede pasar a Mas: el Tribunal de Cuentas evalúa pedirle a él y a los otros tres condenados 5 millones de euros. Lo que, me dicen, ha afectado a Mas. (...)

La partida. Es poco probable que, visto lo visto, se realice el referéndum. No hay voluntad de crear sistemas informáticos, por ejemplo. Y hay terror a perder el patrimonio. El patrimonio, en fin, es algo importante en la vocación de un político español. (...)"          (Guillem Martínez  , CTXT, 04/07/17)

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