"(...) Hoy es un día histórico en Cat, etc. En el que volverá a
no producirse ningún texto que selle ningún cambio. Se trata, por
tanto, de declaraciones. En el momento en el que escribo estas líneas,
se está presentando la Llei del Referèndum en el Parlament. Fuera del
hemiciclo. (...)
En el acto, diputados del PDeCAT y de las CUP, al cederse la palabra, se denominan company. A los del PDeCaT, en el momento de hacerlo, les viene la risa. No es una palabra de su cultura. (...)
La cosa Procés, de hecho, recientemente se ha centralizado en un núcleo
efectivo de cinco personas. Sin CUP, que hoy está aportando todo el
vocabulario rupturista al acto. Puigdemont y Junqueras son dos de ellas.
El resto también son de ERC y PDeCAT. Se trata de un grupo de
dirigentes. Es decir, no es un grupo de técnicos. Un indicio de que no
hay una voluntad técnica, sino tan solo cultural. Es decir,
propagandística.
Una fuente que he utilizado en mi libro --muy buena-- me explica que ese
núcleo tiene una férrea voluntad de desobediencia. Otra fuente que he
utilizado en el libro --muy buena-- me dice que hay una férrea voluntad
de escaquearse.
De lo que deduzco que pueden ocurrir, sincrónicamente,
las dos cosas. Según el día. Algo, por otra parte, normal, cuando el
contexto y la hoja de ruta no son legales ni efectivos, sino culturales.
Es decir, sustentados en declaraciones. Volubles.
No obstante, es necesario constatar que la desobediencia ya se ha
producido. Es decir, el Estado ha condenado por desobediencia a cuatro
políticos, si bien, en ese trance, rechazaron esa acusación. En sus
juicios explicaron que lo suyo eran declaraciones. Es decir, objetos
amparados por la libertad de expresión.
Es posible deducir que, cuando
se habla de que esas otras cinco personas que ahora dirigen el Procés
quieren optar por la desobediencia, en realidad es que quieren optar por
esa desobediencia, consistente en que el Estado juzgue delitos de
opinión, no hechos. Es importante saber que una parte de PDeCat no
quiere ni eso. (...)
¿Hay voluntad de una ruptura frontal y más efectiva?
Desde la última vez que les escribí, se han creado indicios más de que
no. Por el tema urnas. Tema urnas: el Govern ha declarado desierto el
concurso para adjudicar la compra de urnas para el referéndum. Ha
argumentado que se suspendió porque las empresas participantes carecían
de solvencia económica.
Una de las empresas ha contestado que el
concurso carecía de fecha de pago y de entrega. Es decir, carecía de
voluntad. Es sencillo, por cierto, adquirir urnas. Las puede adquirir
una entidad --verbigracia, la ANC--.
O, mejor y propagandísticamente más
efectivo, las pueden adquirir los votantes. En ambos casos se donarían
al Govern. Tampoco se ha hecho eso. Es posible que se acabe haciendo. No
por su efectividad, sino por su carácter declarativo y cultural. Es
decir, propagandístico. (...)
Más discreto e ilustrativo para el caso ha sido el caso de la gestión
del voto de catalanes en el extranjero. De un número que iría entre las
180.000 o 190.000 personas, sólo se han apuntado en el registro para
poder votar en el referéndum unas 5.000.
La sociedad catalana, como la
española, o la de Camerún, es una sociedad emigrante desde 2008. Como
sucede en la sociedad española y en la camerunesa, emigran los mejores y
mejor preparados.(...)
Es normal que no participen de un proyecto propagandístico
gubernamental. Lo divertido es que el Govern, a su vez, aparte de ese
registro, no ha hecho nada de lo que había prometido al respecto. No ha
elaborado, por ejemplo, el sistema informático que garantizaba el voto
en el extranjero. Y no lo ha hecho por lo mismo que no ha comprado
urnas. Implica penas de cárcel.
Sin residentes en el extranjero que puedan participar, el referéndum es
un objeto de consumo interno. Es decir, cultural. No es necesario
hacerlo. Es necesario defenderlo. Es, por tanto, la campaña electoral de
las siguientes autonómicas.
Esta mañana a primera hora, el interés del
referéndum no es su realización --sin excluir futuribles, parece como
que no--, sino su gestión. Sí servirá para situar fuera de la
catalanidad a los Comuns, y sí servirá --tomen nota; ese es el objeto
PDeCAT-- para reeditar una lista conjunta con ERC, que vuelva a paliar
la brutalidad de su progresiva desaparición. (...)
Sí, ha dimitido un conseller por pronunciarse escéptico, en una
entrevista a un medio concertado, ante el advenimiento del referéndum.
Fue divertido, además una declaración aledaña. Venía a decir que estaba
dispuesto a ir a la trena, pero no a perder su patrimonio.
Que es lo que
le puede pasar a Mas: el Tribunal de Cuentas evalúa pedirle a él y a
los otros tres condenados 5 millones de euros. Lo que, me dicen, ha
afectado a Mas. (...)
La partida. Es poco probable que, visto lo visto, se realice el
referéndum. No hay voluntad de crear sistemas informáticos, por ejemplo.
Y hay terror a perder el patrimonio. El patrimonio, en fin, es algo
importante en la vocación de un político español. (...)" (Guillem Martínez , CTXT, 04/07/17)
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