12/1/16

El último carlista, el periodista: Puigdemont... el que faltaba

"Si Mas llegó a la política por azar, ya que comenzó como tecnócrata, Carles Puigdemont lleva el nacionalismo en el corazón y ha sido desde muy joven el intelectual orgánico de Convergència en Girona.

 Si Mas surge de la Barcelona pija, instrumentalmente nacionalista, de escaso fervor catalanero, Puigdemont proviene de la abrupta y profunda Catalunya vieja, donde mamó del tronco más antiguo del nacionalismo conservador: el tradicionalismo de origen carlista. (...) 

Puigdemont es hijo de pasteleros (su hermano hornea unos dulces estupendos) y es portador discreto de los valores de la menestralía: sobriedad, esfuerzo, iniciativa privada. Los valores familiares cristalizan en sus estudios de filología catalana y en su militancia en las Joventuts Nacionalistes, pero se amplían gracias a su voluntad cosmopolita. 

Después de trabajar en Girona en el proyecto del Punt Diari, Puigdemont se regaló un año sabático para conocer los medios de comunicación europeos. De esta estancia, regresó con múltiples proyectos, que no siempre le salieron bien. 

Montó un think tank para abastecer material teórico a alcaldes, diputados y cargos convergentes. Ideó un proyecto muy innovador de trabajo periodístico en red (decía que podía haberle convertido en millonario, pero el proyecto terminó en manos de la Generalitat en forma de Agencia Catalana de Notícies, de la que fue fugazmente presidente). 

Fundó Catalonia Today, un diario catalán para residentes anglófonos en Catalunya. Su intención era clara: modernizar e internacionalizar el nacionalismo que él, precisamente por su procedencia, consideraba enclaustrado. La idea del Procés ya la tenía cuando Mas ni la soñaba.

Militaba en Convergència, pero mientras sus compañeros de Juventudes acumulaban cargos, él imaginaba febrilmente nuevos caminos. Siempre en la sala de máquinas. Cuando todos los altos cargos convergentes (de Calzada a Macias, de Soy a Pàramo) ocupaban la delegación del Govern, la Diputación o la Caixa de Girona desde donde inclinaban voluntades, construían una densa red de intereses y cultivaban el jardín nacionalista de Girona, Carles Puigdemont ya estaba allí: el único que tenía capacidad teórica e ideológica era él: escribía discursos, proponía campañas, fabricaba ideas. 

De repente, cuando con el tripartito, CiU vacilaba, Puigdemont dio el paso. Poco después, enterraba el nadalismo en la ciudad de Girona e inspiraba el viraje convergente a la independencia desde el municipalismo.  (...)"              (Puigdemont en la última carlistada, de Antoni Puigverd, La Vanguardia, en Caffe Reggio, 11/01/16)


 "(...) Los que le conocen dicen que es mucho mas independentista que Mas, que abrazó el soberanismo desde muy joven, cuando emprendió por Europa un viaje para conocer la verdadera realidad de las llamadas “Naciones sin Estado”, algo que le llevó a impulsar el nacimiento de las Juventudes Nacionalistas de Cataluña, lo que es la rama juvenil de Convergencia, después de militar en las juventudes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), lo que da una idea de que pertenece al sector más radical de Convergencia, razón fundamental para que la CUP pusiese sus ojos en él, tras varias reuniones, mantenidas en absoluto secreto, con alcaldes independentistas.

Filólogo y periodista, habla perfectamente inglés y francés. Casado y con dos hijas siempre ejerció de periodista desde que a los 16 años se convirtió en corresponsal del periódico Los Sitios de Girona, para terminar dirigiendo la Agencia Oficial de Noticias Catalana, Agencia Catalana de Noticias (ACN) y de diputado de Convergencia en 2006, puesto en el que se ha mantenido hasta integrar la lista de “Junts pel Si”. 
Su mundo, su vida y su obsesión, es el independentismo, es Presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia, fue el que montó la concentración de alcaldes el día que Mas tuvo que declarar por el referéndum del 9 de Noviembre, y entre sus escritos figura una frase que ha colapsado estas últimas horas twitter. “Hay que liberar Cataluña de los invasores”. (...)"              (José Oneto, República.com, 11/01/16)


" No tiene precedente que un candidato a ser investido presidente de un Gobierno se disculpe por las omisiones de un discurso mal redactado por falta de tiempo. 

Ni tampoco que liquide en menos de 20 minutos la réplica a cuatro grupos de la oposición y lo haga sin satisfacer ni una sola de las expectativas expuestas por sus respectivos portavoces.

Carles Puigdemont, nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña, parecía estar ayer en estado de ‘shock’ político.

La improvisación de su intervención de investidura, verdaderamente pobre y repleta de lagunas, no hizo sino delatar que, de nuevo, la política del secesionismo catalán se va construyendo a golpe de temeridades y ocurrencias.

El propio Puigdemont es la última y más clamorosa de ellas, después de que a Artur Mas le tuviese que echar su propio partido, tras constatar que formaba más parte del problema que de la solución. (...)"             (Un presidente en estado de ‘shock’ y la “papelera de la historia”, de José Antonio Zarzalejos, El Confidencial, en Caffe Reggio, 11/01/16)

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