7/1/16

El nacionalismo retrocede desplazado por Podemos

"La irrupción de Podemos ha cambiado el escenario político actual, también en las comunidades con mayor arraigo nacionalista, como Cataluña, País Vasco o Galicia, donde el BNG se queda fuera del Congreso por vez primera vez en 20 años.
La pujanza de la coalición de la nueva izquierda gallega, En Marea, en la que se integra la formación de Pablo Iglesias (que ha logrado seis escaños y puede formar grupo propio), ha llevado a Nós-Candidatura Galega a quedar fuera del Congreso. La formación gallega, que sale del primer plano estatal, toca fondo al sumar solo 67.961 sufragios.

En general, las fuerzas nacionalistas e independentistas históricas suman 26 escaños, lo que supone 12 escaños menos que en el 2011, cuando habían cosechado su mejor resultado histórico con 39 asientos en la Cámara Baja. Aún así, su presencia puede ser importante de cara a algunas combinaciones para la formación de Gobierno.

En el País Vasco, Podemos se ha convertido en la formación más votada (con el 25,97 % de los votos), desplazando al PNV del primer puesto. Los nacionalistas vascos pierden 30.000 votos, pero suman seis escaños, uno más de los que ya tenían.

Mayor varapalo ha sufrido EH Bildu. La coalición aberzale, que ha acusado especialmente la entrada de Podemos, pasa de seis escaños a tan solo dos (en el 2011 se presentaba bajo las siglas de Amaiur) y de un 24 % a un 15 % de los sufragios, dejándose por el camino 104.000 votos, desde los 285.000 de hace cuatro años a los 181.000 de esta noche, calificada por «triste» por la propia coalición aberzale.

En Navarra, Geroa Bai, pese a ser el principal partido de Gobierno tras las elecciones autonómicas de mayo, pierde también su representación en el Congreso, quedándose fuera de la Cámara Baja por primera vez en 11 años. Pierde 12.000 votos con respecto al 2011 y se sitúa como quinta fuerza. Podemos, por su parte, se alza al segundo puesto por detrás de UPN.

En Cataluña las elecciones han dado el triunfo a las fuerzas no independentistas, con una victoria clara de En Común Podemos, la confluencia de los partidos de Pablo Iglesias y Ada Colau, que obtuvo 12 de los 47 escaños en liza en el ámbito catalán. 
Esta vía del referéndum de En Comú Podem y Podemos se impone a la opción directamente independentista de ERC y CDC, que, en total, suman el 31 % de los votos pero quedan por detrás del cerca del 40 % cosechado por las fuerzas no independentistas de PSC, Ciudadanos y PPC. El independentismo sale derrotado en la batalla de bloques, en un claro toque de atención para el proceso secesionista,

El mayor batacazo lo sufre Convergencia (Democracia y Libertad), el partido de Artur Mas, que pierde la mitad de su representación en el Congreso al pasar de 16 a 8 diputados. Cosecha así el peor resultado de su historia, tan solo igualado por el conseguido en las elecciones de 1979. Esta formación pasa de ser la primera fuerza en Cataluña en el Congreso a la cuarta, con un recuento que pone en cuestión el proyecto liderado por Artur Mas. (...)

En Cataluña es, sin embargo, donde las fuerzas nacionalistas obtienen casi el único buen resultado de este 20D. ERC dobla sus votos (obtiene 598.133) y pasa de 3 a 9 escaños. (...)" (La Voz, 21 de diciembre de 2015)


" El independentismo ha regalado en bandeja la victoria de las generales en Catalunya a En Comú Podem, que parece capaz de ocupar el espacio del PSC, formación que ahora se estrella. 

La decisión de no reeditar Junts pel Sí ha impedido que, en el mapa de resultados en España, el soberanismo pueda teñir de un color diferente las circunscripciones catalanas. (...)

El clima de desconcierto generado por una negociación atascada entre Junts pel Sí y la CUP más los llamamientos a la abstención de los cuperos han acabado de facilitar el éxito de En Comú Podem, así como la fuerte implicación de Colau en la campaña y que el proceso catalán fuera el gran ausente de la agenda.   (...)

Que los republicanos tripliquen el número de escaños y se conviertan en la segunda fuerza del país por detrás de En Comú Podem es un éxito del equipo de Junqueras –en la línea de las europeas– y tiende a consolidar el objetivo de convertirse en la nueva formación hegemónica dentro del soberanismo en sustitución de CDC, siempre y cuando no se trate de un espejismo, como la gran victoria de Carod-Rovira en el 2004.  (...)

La nueva CDC independentista queda por detrás del PSC en cuarto lugar, y no capitaliza el compromiso de Mas con el proceso. Es evidente que no puede escaparse de los efectos de la erosión que provoca el caso Pujol, varios casos de corrupción y el desgaste de gobernar.

La dirección convergente debe ponerse las pilas para abordar con urgencia una demolición y reconstrucción del espacio del centro soberanista, a partir de una asunción realista de debilidades. Al lado del derrumbe del PSC de Chacón, la desaparición de Unió indica que hay unos discursos y unas propuestas que han perdido credibilidad y penetración.  (...)"             (¿Hacia una nueva hegemonía?, de Francesc-Marc Álvaro, La Vanguardia, en Caffe Reggio, 21/12/15)

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