7/1/16

«Ni Cataluña será independiente ni dejará de intentarlo»... ahí está el empate de la CUP para demostrarlo

"(...) Comprendo que la posibilidad de que surgieran en la asamblea de la llamada Cup (hay entes que no merecen el prestigio convencional que les dan las palabras) 1.515 síes y 1.515 noes era exactamente la misma de que surgieran 1.530 síes y 1.500 noes.

 Observo con estupor la majestuosidad psicológica, y cuando digo psicológica es que no sé qué decir, con que los hechos y las decisiones se acaban decantando hacia lo binario, infringiendo cualquier ley, arrastrando por el lodo cualquier lógica, hasta devenir en el cabaret dadá de una asamblea anticapitalista partida entre los que quieren liquidar a un capitalista y los que quieren darle el poder. 

Y al contrario del indigente creacionista, y portavoz de la asamblea, que ayer la llamó «diabólica», creo que la aritmética no tiene ningún sentido.(...)

Yo vengo de las letras, es decir, de un desconocimiento netamente superior y sé que el empate no puede ser una coincidencia. Sé que el empate, su ridículo inverosímil es, en primer lugar, lo que merecen. 

Y no me refiero estrictamente a lo que merecen estos, los últimos de la clase, sino lo que merece el presidente educado en el Liceo Francés y padre evasor en Lichtenstein. Una nueva vuelta de tuerca. Otro paseo por el lodo. La maldición de Tarradellas, en su postrera invocación al catalanismo: «Hagan lo que quieran, menos el ridículo».

 Y lo que merecen, uno por uno, estrictamente, todos los irresponsables votantes de Junts pel circ: ahí, con la cabeza en el cadalso, y que caiga la guillotina, y se quede inesperadamente a medias, trabada; y las tricoteuses aplaudan, porque aún hay partido.  (...)

El empate nos devuelve la verdad más insoportable. Alguien la ha dejado escrita en un extraño blog anónimo llamado El extranjero profesional. «Ni Cataluña será independiente ni dejará de intentarlo».               (Arcadi Espada, El Mundo, 28/12/15)

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