"(...) La experiencia de otros procesos de secesión
En los últimos procesos de separación de territorios en Europa, todos
relacionados con el final de la Guerra Fría, aunque jamás de naciones
como España -una de las unidades históricas más antiguas del mundo-, se
han dado siempre dos hechos económicos trascendentales:
el primero, es que el comercio entre los territorios escindidos se ha
desplomado.
Desde un máximo del 90%, cuando la separación ha sido “por
las malas”, (casos de la antigua Yugoslavia) a un mínimo del 70% cuando
ha sido “por las buenas” (caso de Checoslovaquia). Y, segundo, la deuda pública se ha repartido religiosamente en proporción a su PIB.
Estos dos hechos encuadran sí o sí las consecuencias económicas de la secesión de Cataluña (...)
A ello se une otro hecho trascendental como es la salida de Cataluña tanto de la Eurozona como de la UE
y su aislamiento internacional. Para comprender y cuantificar lo que
esto puede representar para el bolsillo de los catalanes de a pié,
empecemos analizando las balanzas esenciales de la economía.
El efecto sobre las balanzas esenciales
Respecto a la primera, balanza fiscal, que es la única que los
separatistas manejan para defender la patraña del “España nos roba”,
supone que los 11.000 millones de euros que aportan a la Hacienda común
ya no lo harían, pero, a cambio, tendrían que financiar gastos que hoy corren a cargo del Estado,
¿se ha molestado alguien en hacer el cálculo? Para nada.
Y resulta que
el coste de las nuevas obligaciones supera ampliamente su aportación
neta actual. Pero, sobre todo, en el caso de las pensiones y las
prestaciones por desempleo, las cifras son dramáticas. Los jubilados y
los parados catalanes verían recortados sus ingresos entre un 25 y un
30% y cifras similares del desempleo ¿Alguien se lo ha explicado?
Respecto a la segunda, balanza comercial, tomemos el ejemplo de la
secesión de Checoslovaquia, dos años después el comercio entre Chequia y
Eslovaquia había caído en un 70%, y eso teniendo en cuenta que ambos forma parte de la UE,
y que la secesión fue pactada, lo que no sería el caso de Cataluña. Una
caída del comercio Cataluña-España sería más cercano a lo ocurrido en
la antigua Yugoslavia, por ejemplo entre Serbia y Croacia, que se ha
reducido en un 90%.
Y dado que el superávit comercial de Cataluña con el
resto de España es de unos 17.500 millones de euros anuales, este quedaría reducido a 1.750 millones,
una pérdida que no podría compensar en ningún lado. Si quieren
sobrevivir las empresas catalanas tendrán que sacar sus producciones y
sus sedes sociales de Cataluña, es decir, el sistema productivo ya
fuertemente dañado, se hundirá definitivamente.
Finalmente queda la balanza de ahorro-inversión. Se trata del hecho
de que los bancos catalanes, La Caixa y el Sabadell fundamentalmente,
tienen una amplia red de oficinas en toda España donde captan el ahorro
de millones. Pues bien, ocurre que el 70% de las inversiones realizadas
en Cataluña son financiadas con el ahorro captado fuera de Cataluña,
algo que desaparecería totalmente en caso de secesión.
El Banco de
Sabadell ya ha anunciado que sacará su sede social de Cataluña, mientras
que La Caixa que si hubiera querido habría frenado este proceso desde
el principio, tendrá que hacer lo mismo o salir del resto de España.
La deuda de Cataluña
Y finalmente la deuda. Mas y sus secuaces afirman que no la pagaran,
no sé si son tan ignorantes que se lo creen o sólo unos mentirosos, pero
eso da igual porque la deuda la asumirán íntegra o quedarán fuera de los circuitos financieros internacionales,
aparte que los acreedores incautarán los activos catalanes tanto en
España como en el resto del mundo.
Esta deuda tiene dos partes: la
proporcional a su PIB o el 18,7 % de la deuda pública nacional total o
pasivos en circulación, no solo la computable, 289.800 millones de
euros; y la deuda directamente debida por la Generalitat, 64.800
millones, un total de 354.600 millones o el 178 % del PIB, la misma que
ha obligado a pedir el rescate a Grecia, solo que aquí nadie va a rescatarles.
Cataluña tiene cerrado el acceso a los mercados de capitales y sólo
se financia gracias al río de dinero a interés cero que le regala el
irresponsable de Rajoy con el FLA. La suspensión de pagos sería inevitable. Y en cuanto al sector exterior del que tanto alardean, Cataluña tiene un déficit comercial de 12.277 millones
, el -6,37 % de su PIB frente al -2,3 % el conjunto de España-.
Sin
Cataluña, el déficit comercial de España bajaría a la mitad. Y eso sin
contar con que las grandes industrias exportadoras, multinacionales de
farmacia, alimentación y automoción, tendrían que cambiarían la localización o reducir drásticamente sus producciones, porque aunque exportan mucho sin las ventas al mercado español no sobrevivirían.
Finalmente Cataluña tendrá que imprimir su propia moneda
porque saldrá del euro y además incumple todos los criterios de
entrada. Y una nueva moneda en un país con desequilibrios esenciales,
perdería el 50% de su valor en dos años, la ruina para los ahorros
monetarios de las familias. Nuestro mejor estadístico y uno de los
grandes de Europa, el profesor Alcaide, estimaba que una Cataluña separada estaría condenada a la irrelevancia internacional y su renta per cápita reducida al nivel de Portugal. (...)
En una cena el año pasado de Mas-Collel con empresarios valencianos, a
la que asistió una persona muy allegada a mí, cuando le mencionaron el
desastre que supondría la secesión respondió: “Lo sé perfectamente, pero
esto no es un problema económico es un problema político”. ¿Quieren
política? ¡Pues se van a hartar! (...)" (Cifras y hechos ocultados en Cataluña, de Roberto Centeno en El Confidencial, en Caffe Reggio, 51/08/2015)
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