"(...) El descoloque de la derecha en este tema aparece como evidente cuando se
considera el patrón que aplican al problema catalán. Con toda lógica,
no admiten que se diga que hoy los andaluces, extremeños o castellanos
están costeando sus prestaciones sociales con el dinero de los
catalanes.
Entienden que la unidad de mercado y la unidad monetaria
crean tales desequilibrios y desigualdades, tanto personales como
regionales, que se precisa la actuación redistributiva del Estado
mediante una hacienda pública central para enjugar tales diferencias. No
es dinero de los catalanes ni de los madrileños ni de los baleares,
sino de todos los españoles y se destina a solucionar las necesidades
también de todos los españoles.
Por eso piensan que no tiene ningún
sentido hablar de déficit o superávit fiscal. Están, sin duda, en lo
cierto, pero entonces no se entiende que apliquen criterios distintos
cuando se refieren a Europa y sostengan que Syriza pretende cumplir las
promesas sociales con dinero que no es suyo, sino de otros países.
Aplicando los mismos criterios que utilizan con las regiones de España
deberían mantener que las deudas no tendrían que considerarse deudas,
sino transferencias sin contrapartidas.
Pero en esto del descoloque participan todos. También gran parte de
las fuerzas de izquierda están desnortadas en el tema catalán. Defienden
-y con razón- que la Unión Monetaria europea debe completarse con la
unión fiscal. Es más, que la Unión Monetaria sin una verdadera hacienda
pública europea conducirá a todo tipo de injusticias, desigualdades y
crisis humanitarias, tal como está ocurriendo en Grecia.
Mantienen que
la estructura actual está creando una situación insostenible, no solo
para el país heleno sino también para otros muchos Estados, entre los
que se encuentra España. Tienen razón. Pero entonces se comprende mal
que lo que critican y rechazan de Europa lo acepten e incluso pretendan
implantarlo entre las regiones de España.
No se comprende que hablen de
déficit fiscal y que quieran trocear la hacienda pública española, al
tiempo que mantienen la unión financiera y monetaria.
La única formación política que en esta materia parece no estar
descolocada es CiU. Como buenos liberales, están encantados con el
actual proyecto de Unión Monetaria y con las desigualdades que genera, y
ansían establecer en España un sistema similar en el que el factor
redistributivo quede reducido al mínimo o incluso desaparezca.
Aunque
pensándolo bien, últimamente también han perdido el norte, se han pasado
de rosca, pretenden matar la gallina de los huevos de oro. Abogan por
romper en el estado español la unión política, con lo que desaparecerá
la unión comercial, financiera y monetaria que tantos beneficios les
reporta.
Esto lo han visto claro los poderes económicos y financieros
catalanes y por ello se muestran reticentes y no están dispuestos a
favorecerlo. En resumen, el único que está en su sitio es, como siempre,
el dinero." (J.Francisco Martín Seco, República.com, 22/03/2015)
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