"(...) ha merecido severas críticas de decenas de entidades de orientación
ideológica diversa por la forma en que se recoge el derecho a la
asistencia sanitaria, y que nos haría retroceder décadas en cuanto a su
regulación. Es de suponer, también, que quien lo capte compartirá con
él, por ejemplo, la forma en que se considera en su proyecto de
constitución el hoy sagrado “derecho a decidir”.
Pues bien, tan irrenunciable derecho no aparece mencionado ni una sola vez en el texto. Como lo leen. Para empezar, Vidal and friends
no contemplan la posibilidad de que los ciudadanos puedan decidir sobre
el modelo social y económico del nuevo país, pues consagran
constitucionalmente la economía de mercado basada en los principios que
inspiran la Unión Europea (UE), es decir, con la actual legislación
comunitaria, un neoliberalismo rampante. Tampoco está previsto que los
ciudadanos puedan decidir sobre seguir o no en la UE o mantener el euro.
Ni rastro igualmente del “derecho a decidir” en su sentido más restrictivo: la versión soft
del derecho de autodeterminación. Y este último solo aparece en la
propuesta de constitución como principio inspirador de la política
catalana en el plano internacional; es decir, en su aplicación en otros
países, no en Cataluña.
¿Derecho de autodeterminación para el Valle de
Arán? por ejemplo. Pues no. ¿República plurinacional? Tampoco. La
República catalana la conforma una nación única, cuya soberanía reside
en el pueblo catalán, punto. Música conocida.
En la legislación internacional, el derecho de autodeterminación solo
se contempla para pueblos en situación de grave opresión nacional,
difícilmente reivindicable hoy para Cataluña.
De ahí que los
soberanistas hayan preferido hablar de “derecho a decidir”, que remite
no tanto a derechos nacionales como al principio democrático de atender
las demandas de autogobierno de una mayoría de la población geográfica y
políticamente delimitada.
Pero la aplicación de ese derecho en una
Cataluña independiente podría resultar conflictiva. Pensemos en el área
metropolitana de Barcelona exigiendo su ejercicio. Una pesadilla. Por
eso, para sectores del independentismo de los que el popular Vidal es un
buen ejemplo, el “derecho a decidir” desaparecerá una vez los catalanes
lo ejerzamos en relación con España. Quedará entonces solo el viejo
derecho de autodeterminación, inaplicable en una Cataluña independiente.
Donde las dan, las toman." (
Francisco Morente Valero , El País,
8 MAR 2015)
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