"(...) La independencia llevaría a Cataluña a salir de la UE y de la unión monetaria, según ha confirmado Bruselas.
A las repercusiones de dejar un espacio integrado, con libertad de
circulación de mercancías, capitales y personas, se suma el hecho de que
la principal vía de retorno está condicionada por el posible de veto de
España.
“En términos económicos una salida no pactada de España no es
viable”, dice el profesor Bel, quien cree que “antes o después” se
produciría una “intervención de la UE”, ya que, sostiene, la salida de
Cataluña del mercado común “perjudicaría a varios países”.
En el caso de la libertad de mercancías, la situación se podría
salvar con un acuerdo bilateral. Aquí solo hace falta la mayoría
cualificada del Consejo de la UE, aunque el catedrático Amat cree que a
España también le conviene: “El 70% de las mercancías de empresas
españolas que van a Europa pasan por Cataluña. No les interesan los
aranceles”. (...)
Cataluña podría también seguir usando el euro, como hacen Kosovo y
Montenegro, sin acuerdo monetario con la UE, lo que implica que estaría
muy expuesto a cualquier shock externo, que tendría que afrontar con
reservas de su banco central. O intentar un acuerdo monetario como el
que disfruta Andorra. Pero estas negociaciones, como la del acuerdo
comercial bilateral, tardarían años en forjarse.
“Si la independencia no es pactada, los costes de transición serían
mucho más elevados”, plantea Antràs, que considera que una “salida
pactada” con el Gobierno español con un periodo de “transición acordada
hacia la UE”, rebajaría sensiblemente los costes. Pero no es esa la
posición de partida de Rajoy.
Y otros Ejecutivos europeos ven con poca
simpatía los movimientos separatistas, por las implicaciones que
tendrían dentro de sus fronteras. Un callejón sin salida para la
independencia de Cataluña, que la amenaza de una crisis generalizada
podría evitar, en opinión de Amat: “Si el conflicto llega a afectar a
los mercados, la UE entonces intervendría para procurar que provoque el
mínimo mal posible”.
La incertidumbre sobre el encaje con la unión monetaria pondría en
una situación delicada a la banca con sede en Cataluña. Caixabank y
Banco Sabadell dejarían de acceder a las facilidades de liquidez del BCE
y tampoco serían fiscalizados por el supervisor único europeo, una
situación que podría forzarles a mover su sede a otra comunidad.
“Hay
reglas de acceso a la liquidez a través de filiales o sucursales de los
bancos en países de la zona euro. Otra cosa es la cantidad a la que
puedan acceder”, concede Bel, quien recuerda que las dos entidades
disponen “de grandes cantidades en deuda soberana española”, que
facilitarían ese acceso.
Además, las entidades conceden en Cataluña
mucho más préstamos de los que pueden financiar con sus depósitos en la
comunidad: buena parte de esa diferencia se compensa con depósitos
captados en el resto de España, otro elemento de riesgo en caso de una
separación poco amistosa.
La exclusión de la unión monetaria
también supondría que la deuda soberana que emita Cataluña no podría
descontarse en el BCE a cambio de financiación, lo que limitaría el
apetito inversor por estos títulos. Además, es casi imposible predecir
cómo reaccionarían los mercados ante el súbito aumento de la deuda
autonómica.
O ante la opción de que la Generalitat no asuma su parte de
la deuda estatal mientras se negocia algún tipo de acceso a la UE, como
plantea el líder de ERC, Oriol Junqueras. La deuda, ahora en el 32% del
PIB catalán, pasaría a estar entre el 80% y el 105% del PIB catalán
según el criterio de reparto que se eligiera.
“Cataluña se enfrentaría a un largo periodo de transición, en el que
predominaría la incertidumbre. Votar a favor de la independencia es
jugarse el futuro de Cataluña a la lotería”, afirmó Ángel Ubide,
investigador del Peterson Institute for International Economics, en la
presentación del estudio de Societat Civil Catalana." (
Lluís Pellicer /
Alejandro Bolaños
, El País, Barcelona
/
Madrid
4 NOV 2014)
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