22/7/14

Ni Merkel ni Mas van a cambiar mi posición en contra de que la constitución pueda ser alterado sin el debate y el voto

"(...) ¿A qué nos enfrentamos? Bueno, si uno no es lerdo del todo, a un plan minuciosamente desarrollado de construcción de una sociedad distinta en una parte del actual territorio español cuya referencia esencial es la de no ser española. Un argumento que es ciertamente pobre, pero que es además ofensivo. 

Desde los aledaños de las instituciones democráticas catalanas, es decir, de la Generalitat y del Parlament (en este caso con disensiones) nos llegan mensajes diarios sobre cómo debería ser un ejército catalán (no es broma) para proteger al país de las posibles agresiones de España o de Francia, o para intervenir militarmente en el océano Indico. 

Nos llega que los ciudadanos de esa futura República aún fantasma deberán tener la doble nacionalidad (sin contrapartidas, claro), o que el castellano, aunque no sea lengua vehicular en las aulas, se mantendrá como lengua de uso. Por supuesto, fórmulas para atenuar el impacto de la salida de Europa, de adopción del euro como moneda.

Y leemos todos los días que se va a celebrar una consulta que se reconoce ilegal, anticonstitucional, y que si el Estado español lo acepta, bien; y si no, pues se proclamará igualmente.

En esos términos está la cosa. En la calle, desde luego, el ambiente no es amable con todo aquello que tenga que ver con lo español. Y hay quien aventura que se producirán hechos violentos si la cuestión de la consulta exigida por los nacionalistas no se atiende.

Todo ello en un ambiente político que trata a la Constitución como algo que se puede reformar sin que haya una auténtica consulta precedida de un auténtico debate, que se produzcan en todo el territorio, con la participación de todos los ciudadanos.

 Me cuento entre los que no se ahorraron críticas al cambio de Constitución que se produjo en torno al asunto del déficit. Bueno, pues esta vez tampoco acepto que se vaya a hacer por las malas. Ni Merkel ni Mas van a cambiar mi posición en contra de que el texto pueda ser alterado sin el debate y el voto, por este orden. (...)"            ( , El País, 16 JUL 2014)

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