Circular enviada a los operadores de los centros de coordinación de
urgencias médicas ordenándoles utilizar exclusivamente el catalán en
todas sus comunicaciones con los conductores y los sanitarios de las
ambulancias
"La obsesión de la Generalidad por restringir el uso del español en el
ámbito de la administración autonómica alcanza todos los rincones
imaginables.
El último de los casos conocidos es el del Sistema de Emergencias
Médicas (SEM) -esto es, la asistencia urgente con ambulancias a través
de los teléfonos 112 y 061-, donde la Consejería de Salud ordena al
personal -tanto el de las ambulancias como el de los centros de
coordinación- que utilice exclusivamente el catalán en todas sus
comunicaciones.
Así lo recoge una nota interna enviada el pasado 5 de junio por una
de las empresas subcontratadas por el SEM a los centros de coordinación
de Barcelona, Hospitalet y Reus, y que, según ha revelado este sábado Pablo Planas en Libertad Digital, indicaba lo siguiente:
"Os recordamos que el CATALÁN es
el único idioma autorizado por SEM para la comunicación diaria con las
unidades [en referencia al personal de las ambulancias] tanto por
emisora como por teléfono. Es de obligado conocimiento y uso para todos
los gestores, independientemente del idioma que utilicen las unidades
para dirigirse a CECOS [Central de Coordinación Sanitaria]. La única
exepción a este protocolo se produce en la emisora de ACD [Activación de
Coordinación Domiciliaria] de la sala Barcelona, por su situación
específica".
Informes negativos para los que utilizan el castellano
De hecho, los operadores telefónicos de las emergencias médicas en
Cataluña aseguran estar sometidos a "escuchas selectivas" en su trabajo,
hasta el punto de que se les ha rebajado la nota de calidad de servicio
a los que han hablado en español con conductores y técnicos sanitarios.
Los "gestores" alegan que hablan en castellano a muchos de los
conductores de las ambulancias para facilitar la comprensión del nombre
de las calles y agilizar así la intervención.
Sin embargo, la Generalidad es inflexible a la hora de obligarles a
utilizar el catalán como única lengua de comunicación entre ellos, pese a
que ninguna ley avala la prohibición del uso de una de las lenguas
oficiales. Solo acepta la excepción del centro de coordinación de
Barcelona, donde abundan los sanitarios recién llegados de fuera de
España que no dominan el catalán.
El precedente del "protocolo de usos lingüísticos"
Pero este no es el único caso conocido en el que se prohíbe el uso del castellano al personal de la sanidad autonómica. Hace poco más de dos años
trascendió un protocolo distribuido por los servicios territoriales de
la Consejería de Salud en Tarragona entre sus empleados en el que se les
obligaba a utilizar el catalán durante toda su jornada laboral.
El documento, de doce páginas,
indicaba textualmente que todos los trabajadores "siempre" deben
utilizar el catalán entre ellos y con los pacientes "independientemente
de la lengua que utiice el interlocutor", con la única excepción de que
algún paciente "manifieste dificultades para entender el catalán o pida
ser atendido en la otra lengua oficial".
El protocolo -aplicable a las comunicaciones internas y externas, a
las conversaciones por teléfono, a los mensajes por megafonía, a los
actos públicos protocolarios y cuando los médicos hablen entre ellos,
especialmente cuando haya delante "terceras personas"- daba unas
instrucciones muy precisas, especificando incluso que cuando el paciente
tuviese "cierta dificultad" para entender el catalán, era preferible
"hablar poco a poco" y "utilizar recursos no verbales y materiales
gráficos de apoyo" antes de cambiar al castellano." (Crónica Global, 28/06/2014)
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