"Las grandes empresas y el mundo financiero catalán son los principales
defensores de la llamada tercera vía.
La perfiló el pasado 20 de junio
recientemente en una cena ante empresarios en Oviedo el jefe de la patronal de Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà,
quien siempre recuerda que su bisabuelo, Lluís Ferrer-Vidal, fue uno de
los encargados de llevar a la reina regente María Cristina la petición
del concierto económico para Cataluña en 1897.
En Oviedo, Gay de
Montellà propuso un gran acuerdo con cuatro pilares: el reconocimiento
de Cataluña como nación —lo que exigiría una reforma constitucional—,
plenas competencias en lengua y cultura, un pacto fiscal para que
Cataluña recaude y gestione todos los tributos mediante una Agencia
Tributaria propia y plena capacidad para la organización local.
Esa demanda se ha hecho llegar a Rajoy, (...)
El empresariado catalán se siente especialmente incómodo cuando debe
hablar sobre la consulta, que en general acepta solo si es legal y
acordada. Ayer volvió a expresarse en esa dirección el presidente de Freixenet, José Luis Bonet,
quien en una entrevista en TV3 aseguró: “Fuera de lo que es el acuerdo y
la ley, no me parece bien”.
El empresario, que también preside el Foro
de Marcas Renombradas, abogó por no “menospreciar” el conflicto y
sentarse para hallar una “solución” al tiempo que aseguró no haberse
“preocupado de pensar cosas” que no van a pasar, en referencia a una
eventual independencia de Cataluña.
En el último año, han proliferado los informes sobre cómo influiría
una eventual secesión de Cataluña en la economía de la comunidad. El
último, de la Cámara de Comercio de Barcelona, señala que afectaría
sobre todo a las grandes corporaciones y a las finanzas y que dependería
del grado de conflicto entre las partes.
Los empresarios tratan de
acercar a ambas partes, aunque coinciden en que la solución deben
hallarla Mas y Rajoy. De hecho, se irritaron cuando el ministro Alberto Ruiz-Gallardón los instó en una cena en Barcelona a que frenaran a Mas y también cuando el presidente catalán les pidió que se implicaran en el proceso.
Para acercar posturas, los empresarios han tratado de facilitar
encuentros entre políticos y la sociedad civil de Madrid y Barcelona y
han buscado aliados fuera de Cataluña que apoyen la tercera vía. Las
élites catalanas han ido promoviendo grupos de trabajo en Madrid y
Barcelona, como el Foro Almagro o el Puente Aéreo, y a la vez han
intensificado sus relaciones con el líder de la patronal valenciana,
José Vicente González, y la presidenta del Círculo de Empresarios,
Mónica Oriol.
De hecho, el jefe de las empresas valencianas ya protestó
cuando este mes el presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra,
afirmó que sin una mejora de la financiación cabía el peligro de una
expansión independentista hacia su región. “Cataluña es el primer
cliente de la comunidad y el primer proveedor. Y yo con mi principal
cliente y mi principal proveedor quiero llevarme bien”, le recordó
González. (...)
Otro de los lobbies que está elaborando un documento que esboce
una posible reforma institucional para dar encaje a Cataluña es el
Círculo de Economía mediante una comisión que lidera Joan Roca,
vicepresidente del despacho Roca Junyent.
La entidad ha abordado el
asunto en varias conferencias, como la que dio Miguel Sanz, expresidente
de Navarra, para analizar el modelo fiscal de esa comunidad, u otra del
exdiputado Miguel Herrero de Miñón, que propuso incluir un posible
acuerdo entre Cataluña y España en la Constitución mediante una
disposición adicional. (...)
El periodista y exdirigente del PP Manuel Milián Mestre está convencido
de que Artur Mas se sentará a negociar si Rajoy pone una propuesta
encima de la mesa. También cree que si al final hay una tercera vía será
porque los empresarios luchan por ella. De hecho, entre el empresariado
cunde la opinión de que una oferta atractiva de Rajoy desactivaría
buena parte del independentismo a la espera de un acuerdo. (...)
Los directivos de las grandes corporaciones también han sugerido al
Rey que medie entre las partes. Lo hicieron, cuentan fuentes
empresariales, en una cena en casa del conde de Godó cuando Felipe VI
todavía era Príncipe de Asturias.
De hecho, desde comienzos de este año
el Monarca ha mantenido reuniones con decenas de empresarios. El encuentro de Felipe VI y Artur Mas en una cena en Girona a finales del mes pasado levantó expectativas, pero varios asistentes coinciden en que ambos no estuvieron solos en toda la noche.
El hundimiento de los partidos centrales en Cataluña en favor de los
hasta ahora minoritarios también preocupa entre los empresarios. La
debilidad de las dos grandes formaciones nacionales no ayuda a
estabilizar la situación. El PP y los socialistas solo sumaron un 24% de
los votos en Cataluña las pasadas elecciones, frente al 49% que
cosecharon en el conjunto de España.
El PSC, el principal impulsor de
una tercera vía en Cataluña, quedó relegado a la tercera posición, un
resultado que se saldó con la dimisión de su líder, Pere Navarro. En el
PP, que también perdió la mitad de la cuota de voto, no hubo dimisiones. (...)
La tercera vía por la que abogan los empresarios no dista de la que
se ha propuesto con más o menos ahínco desde los sectores más moderados
de CiU, particularmente desde Unió Democràtica, o desde el socialismo
catalán, como la que formuló Miquel Iceta, líder electo del PSC.
Joan Majó, ministro de Industria con Felipe González, enumera cuáles
deberían ser las bases de esta tercera vía: reconocimiento de la
“identidad nacional y lingüística”, capacidad de recaudación fiscal con
obligación de una cuota de solidaridad limitada y competencias
exclusivas para la Generalitat en materia de política lingüística,
cultural y de educación.
Además, cree necesario transferir a la
Generalitat la competencia sobre la gestión de las infraestructuras y la
puesta en marcha de instituciones políticas españolas de carácter
federal.
¿Cabría una consulta solo en Cataluña de este nuevo marco? Según
Majó, “en tanto en cuanto la nueva situación pactada necesitará cambios
constitucionales, en algún momento será imprescindible un
pronunciamiento general”. (...)
Las patronales esperan que la reunión entre los dos presidentes no acabe
como la que mantuvieron en septiembre de 2012. “Entonces Rajoy pensaba
más en Galicia y Mas creía que iba a conseguir mayoría absoluta después
de la manifestación de la Diada”, recuerda un empresario. (...)
Tras las vacaciones, habrá la Diada, el día 11, y la ley de Consultas
llegará al Parlamento catalán.Este es el texto que pretende utilizar
para dar cobertura legal a la consulta del 9 de noviembre. Nadie se
atreve a pronosticar qué ocurrirá después, una vez el Gobierno impugne
esta votación.
Todo apunta a unas elecciones autonómicas anticipadas,
pero el mal estado de forma de la federación CiU hace dudar a Artur Mas.
De ahí que muchos en los sectores soberanistas aboguen por una
coalición entre Esquerra y Convergència, probablemente sin Unió
Democràtica.
Muchos avisan también de que el duelo entre Gobierno y Generalitat no
acabará en otoño. Los socialistas creen que después será el momento
para poner encima de la mesa una propuesta de tercera vía, con reforma
constitucional incluida. Montilla aboga por esta vía: “Ni el problema
desaparecerá ni seremos independientes el año que viene. Al final se
tiene que llegar a un acuerdo”. Pero los empresarios desearían no tener
que llegar hasta ahí." (
Lluís Pellicer /
Miquel Noguer
Barcelona
, El País, 17 JUL 2014)
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