"Sumar y no restar” (Editorial Montesinos, Mataró (Barcelona),
2012) es el título del que creo que es su último libro. ¿Qué es lo que
hay sumar y por qué la resta o diferencia no es una operación válida en
este caso?
La metáfora de sumar y restar viene porque
Cataluña es una comunidad bilingüe y las escuelas no reflejan esta
realidad sino que restan una lengua.(...)
Por educación bilingüe entiendo el uso de dos lenguas como lenguas
vehiculares. Es decir, la realización de unas asignaturas en una lengua y
otras, en otra; el apoyo y valoración de la escuela a ambas lenguas y
el objetivo compartido de que ambas deben aprenderse bien; un entorno
lingüístico bilingüe en la escuela.
Todo ello no implica desdibujar la
especificidad de cada una de ellas (una es una lengua minoritaria, que
ha sido perseguida; la otra, una lengua de alcance mundial) (...)
El catalán es la lengua propia de Cataluña se afirma en muchas
ocasiones. Luego, por tanto, debe ser la lengua vehicular de la
enseñanza en el país. ¿Cuáles son sus objeciones a este razonamiento?
¿Qué significa lengua propia? Este término no es un concepto ni
jurídico ni sociolingüístico. Es un término político, acuñado por el
primer gobierno de CiU para poder otorgar todas las prerrogativas que el
legislador decidiera a la lengua calificada como tal.
Así como se afirma que el catalán es la lengua propia, también podríamos afirmar que lo es el español o que lo son las dos. (...)
La denominada “inmersión lingüística”, ¿es propiamente una inmersión? ¿Por qué? (...)
La inmersión lingüística es para alumnos que no tienen esta lengua
como lengua materna. En Cataluña, la inmersión, hablando en propiedad,
es para todos aquellos que no tienen el catalán como lengua materna.
Los que tienen el catalán como lengua materna no están recibiendo una
enseñanza a través de la inmersión sino una enseñanza en lengua materna.
La inmersión lingüística, como método reconocido
internacionalmente y utilizado en variedad de países, no implica que
toda la enseñanza deba realizarse en aquella lengua. Podría haber
inmersión en algunas asignaturas y enseñanza en lengua materna para
otras. Esto no es así en Cataluña pero no por el uso del método de la
inmersión sino porque la única lengua vehicular permitida es el catalán. (...)
Rebátame este argumento, esta consideración más bien: una doble
línea de escuelas (en catalán y en castellano) supondría segregar a los
alumnos, no ayudaría a la cohesión social y perjudicaría, sobre todo, a
niños y niñas de familias castellanohablantes que, normalmente,
pertenecen a sectores sociales menos favorecidos. De hecho, este digamos
argumento fue esgrimido por sectores de izquierda socialista y
comunista de los años 80 (no le hablo de organizaciones catalanistas ni
independentistas) para apoyar la inmersión. Colectivos de Santa Coloma
de Gramenet, por ejemplo, una ciudad obrera, masivamente
castellanohablante pegada a Barcelona, fueron vanguardia en esa línea
que le acabo de apuntar.
Como desarrollo en mi libro, no
tenemos datos en la bibliografía internacional que nos digan que una
doble línea de escuelas supone una “segregación” de los alumnos.
De hecho, la mayoría de países y comunidades bilingües de Europa tiene
una doble línea de escuelas (Finlandia, Gales, Eslovaquia, Andorra, ..) y
los padres escogen la escuela que quieren.
¿Cómo puede uno ser segregado si uno escoge?
Se suele esgrimir que los datos de los exámenes de selectividad
demuestran un conocimiento parejo del catalán y castellano en Cataluña.
Si es así, ¿para qué cambiar las cosas? ¿No funcionan bien? ¿No
conseguimos que todos los jóvenes conozcan razonablemente bien ambas
lenguas?
Los exámenes de Selectividad de catalán y español
no tienen la misma dificultad. El de catalán es más difícil. Por lo
tanto, comparar resultados en exámenes de diferente dificultad, no nos
dice gran cosa.
Estos exámenes pueden consultarse en internet.
Por otra parte, es lógico que el examen de Selectividad de catalán sea
más difícil que el de español ya que los alumnos han realizado toda su
enseñanza en esta lengua mientras que solo han realizado de 2 a 3 horas
de español a la semana como asignatura. Igualar la dificultad de ambos
exámenes no sería justo para los alumnos.
¿Por qué cree
usted que en escuelas de élite (Aula, donde estudiaron el president
Artur Mas y sus hijos, sería un ejemplo) no se practica la “inmersión”?
No se practica la inmersión en el sentido que se aplica en las escuelas catalanas: una única lengua vehicular.
Aula enseña en cuatro lenguas, es una escuela de élite y las élites
saben que las lenguas son un recurso muy valioso para las personas. (...)
Sería perfectamente posible hacer una crítica de la inmersión desde la
izquierda pero ésta siempre se ha resistido a ello. Precisamente, desde
mi punto de vista, el gran drama alrededor de la inmersión es que la
izquierda no ha entendido que la inmersión no está al servicio de los
alumnos sino de los intereses de la clase hegemónica nacionalista
(independentista ahora). Ha permitido que la derecha se erigiera como su
único opositor (según sus intereses también). (...)
Usted es catedrática de inglés y conoce bien el tema del
aprendizaje de las segundas lenguas. ¿Hay algún artículo, algún ensayo,
donde se argumente a favor de una política educativa como la practicada
en Cataluña en estos últimos 30 años?
No conozco ninguno.
En la realidad europea sería muy difícil defender un sistema escolar
monolingüe, obligatorio para todos los alumnos, en una comunidad
bilingüe.(...)
En Europa, todos los países o comunidades bilingües o tienen una doble línea o tienen sistemas bilingües. (...)" (Entrevista a Mercè Vilarrubias, Salvador López Arnal, El Viejo Topo, en Rebelión, 10/03/2014)
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