“Cuando un divorcio es inevitable, lo mejor para ambas partes es que sea
civilizado. Pero acusar falsamente a la otra parte de maltrato y
amenazar con no pagar la parte de la hipoteca común no contribuye al
buen desenlace”.
Ángel de la Fuente, investigador en el Instituto de
Análisis Económico (CSIC), y experto en financiación autonómica, aplica esa reflexión a lo que hace el Gobierno de Artur Mas en Cataluña,
utilizando el “victimismo mentiroso” para atizar el independentismo.
Los datos económicos refutan, asegura, esa visión de desigualdad de
trato. (...)
P. ¿Cree que el nuevo modelo debe limitar la solidaridad?
R. No me gusta hablar de solidaridad, prefiero
hablar de igualdad. La Constitución garantiza que todos los ciudadanos
tienen los mismos derechos y obligaciones con independencia de la región
en la que vivan, y eso tiene que incluir servicios públicos de una
calidad similar. En esto no caben limitaciones.
P. ¿Cree que un nuevo sistema de financiación satisfactorio para Cataluña ayudaría a mitigar el conflicto político?
R. Depende de lo que se entienda por Cataluña. No
tengo nada claro que el Gobierno catalán y los partidos nacionalistas
que lo sustentan se conformen a estas alturas con una mejora del sistema
de financiación. Pero si conseguimos diseñar un nuevo sistema que sea
razonable y comprensible, que se le pueda explicar a la gente y que
tenga una lógica que ésta comprenda, habremos avanzado mucho.
También en
Cataluña. Estoy convencido de que eso ayudaría a terminar con la
sensación de maltrato tan extendida en Cataluña, que en buena parte
refleja más el éxito del márketing victimista de los nacionalistas que
la realidad.
P. ¿Cree que sería viable una Cataluña independiente?
R. Viable sí, pero sería bastante más pobre que una
Cataluña integrada en España y en Europa —y no solo en términos
económicos—. Y el resto de España también.
P. ¿Qué opina del modelo federal que propone el PSOE?
R. Ya tenemos un Estado federal, homologable a
cualquier otro en los países de nuestro entorno y que nos ha convertido
en pocas décadas en uno de los países más descentralizados del mundo.
Algunas de las cosas que se sugieren en la propuesta del PSOE podrían
ser útiles.
Pero plantearla como una forma de contentar a Cataluña
dándole un estatus especial que comporte privilegios económicos o
competenciales me parece un error. Primero porque supone consagrar un
modelo asimétrico de país que a muchos no nos gusta nada y, segundo,
porque no nos va a arreglar el problema.
Como mucho, nos comprará unos
años de tregua y luego vendrán otra vez los nacionalistas con la matraca
a pedir más competencias, más dinero y lo que haga falta.
P. El Gobierno anunció que va a publicar las
balanzas fiscales. También ha dicho que no habrá novedad. Cataluña,
Baleares y Madrid tendrán déficit y casi todas las demás superávit.
R. En las balanzas fiscales tradicionalmente solo se
ha mirado el saldo neto total de cada territorio. Esta es una variable
muy poco informativa porque mezcla cosas muy distintas —desde las
pensiones hasta la financiación autonómica y el ejército— que en su
mayor parte no responden a una lógica territorial.
Lo verdaderamente
interesante es el detalle de cuánto se gasta en cada sitio en cosas que
sí responden a una lógica territorial. En cualquier caso, la idea no
puede ser nunca la de utilizar la financiación para “corregir” a la baja
los saldos fiscales regionales. Muchos de esos saldos están bien como
están y no hay por qué corregirlos.
P. ¿Qué le diría a Cataluña y Madrid que se quejan de que tienen un déficit fiscal excesivo y que están maltratados?
R. Les diría a sus respectivos gobiernos que no es
cierto y que menos cuento. Comparándolas con otras regiones españolas y
con regiones de países extranjeros con similares niveles de renta
relativa, tanto Cataluña como Madrid están donde les toca. Sus déficits
fiscales encajan muy bien con el patrón habitual dado su nivel de renta.
P. ¿Qué le parecen las disposiciones adicionales que
contienen algunos estatutos que garantizan un determinado nivel de
inversión del estado en las comunidades?
R. Me parece un disparate. Los estatutos regionales
no deberían tratar de condicionar las políticas del Gobierno central en
ámbitos de su competencia. Y además la cosa lleva al absurdo.
Puesto que
cada comunidad utiliza el criterio que más le beneficia, el día que
todas tengan su cláusula, la suma será el 200% de la inversión estatal,
lo que hará imposible cumplirlas todas.
P. ¿Cómo se compensa a las que tienen menos rentas para converger?
R. Hay que separar dos cosas: por un lado está el
sistema ordinario de financiación de las autonomías que está dedicado a
financiar servicios para los ciudadanos. Aquí el criterio básico de
reparto tiene que ser la igualdad. Las regiones pobres no tienen por qué
tener peores colegios y hospitales, pero tampoco tienen derecho a
tenerlos mejores
. Por otro lado, están los mecanismos de fomento del
desarrollo de las regiones atrasadas. Algo de esto tiene que haber y de
hecho hay bastante, pero siempre fuera del sistema ordinario de
financiación. Desde que entramos en la UE hasta ahora, esta ha sido una
política más europea que española... (...)" (Entrevista a ÁNGEL DE LA FUENTE
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