18/11/13

La impunidad y la injusticia, esa doble victimización de las personas asesinadas por el terrorismo



"... durante bastante tiempo padecí el error de considerar que el final de ETA pm fue modélico, pero no siempre y no es cierto que no quiera hablar de ello.

 Entre mis defectos no está el de empecinarme en los errores contra la evidencia, ni el de negarme a rectificar. En este que señala Fernando Altuna recuerdo perfectamente el momento en que me caí del guindo: fue un domingo de julio de 2006.

Una de las veces que reconocí esto en público fue ante su madre, Ángela Urcelay y su hermano, Angel Altuna. El 23 de mayo de 2010 presenté el acto de entrega del premio de Covite de ese año a Florencio Domínguez, Rogelio Alonso y Marcos García Rey, por su libro ‘Vidas rotas’, al que asistieron su madre y su hermano.

 La primera, Ángela Urcelay, iba a entregar el premio a Marcos García Rey. Yo le di paso con estas palabras, en las que contaba el preciso momento en que yo me caí del caballo, gracias, precisamente, al hermano de Fernando, Angel Altuna :
“En primer lugar ruego que se adelante Ángela Urcelay, viuda del policía nacional Basilio Altuna, asesinado por ETA en Erentxun, el 6 de septiembre de 1980.
En el mes de julio de 2006, me llamó Jorge Martínez Reverte. Había recibido el encargo de la Fundación de Víctimas del Terrorismo de hacer un documental sobre las víctimas y me convocaba, con otras personas, para una tormenta de ideas, una discusión abierta sobre la cuestión, para sentar las bases del documental
Una de aquellas personas era un joven psicólogo llamado Ángel Altuna Urcelay. Me impresionó mucho por su serenidad, su equilibrio y por la sencillez con la que contó una circunstancia fundamental del  asesinato de su padre.
“Cuando lo mataron”, dijo, con una simplicidad extraordinaria, “el Gobierno de UCD había empezado a negociar con Euskadiko Ezkerra la disolución de los polimilis. El asesinato de mi padre no fue investigado y sus asesinos siguen impunes.”
El relato era turbador para mí, porque yo había considerado en su día que la disolución de ETA Político-Militar había sido un proceso modélico. Lo era, desde luego, si lo comparamos con el proceso de Lizarza, pero había tenido un coste en términos de impunidad que hoy las víctimas no soportarían.
Ángela Urcelay va a entregar el premio a Marcos García Rey.”
Seré ahora más explícito. Aquel proceso estuvo lleno  de trampas, de prevaricaciones judiciales y de periodistas que nos callamos para favorecer aquel proceso. Conocí un caso clamoroso cosas que deberíamos haber contado.

 Uno de los polimilis que se reinsertaron después contó que al volver del exilio y comparecer ante la Audiencia Nacional, el juez le preguntó (las palabras del juez son aproximadas, pero el sentido de las mismas, no):
-Diga si es cierto que usted, en compañía otros secuestró la noche de tal día al director del Banco Herrero en Oviedo , para que les abriera la sucursal, donde de hicieron con cien millones de pesetas.
-Sí, es cierto.
Entonces, el juez se volvió hacia el secretario y dijo: “Aquí, evidentemente, ha querido decir que no”.

 Aunque el llamado proceso de paz de Zapatero ha sido peor, porque ni siquiera ha conseguido la disolución de la banda terrorista, hubo prevaricación y jueces que mancharon las togas con el polvo del camino y periodistas que callamos como putas, ignorantes de que nuestra contribución a las buenas causas está en el cumplimiento del deber que nos impone nuestro oficio: contar la verdad.

 El resultado es siempre la impunidad y la injusticia, esa doble victimización de las personas asesinadas por el terrorismo y relegadas después al olvido: Ángela Urcelay y sus hijos no sabrán nunca quién mató a Basilio Altuna, al igual que los familiares de otras 325 víctimas mortales de ETA, el 38% del total."               (El blog de Santiago González, 11/11/2013)

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