26/9/13

Este radicalismo retórico que conduce a un pacto entre las dos derechas, sinceramente, no me interesa

"(...)Cuando se creó, Federalistes d'Esquerra pidió el voto para las opciones federalistas en las autonómicas. Y finalmente estas, en conjunto, perdieron apoyo

Creo que es inaceptable la interpretación que se ha hecho desde el soberanismo. El tópico que dicen es que "no hay federalistas". En el año 74 no había autonomistas, y se creó un Estado autonómico que no es ninguna tontería. El presupuesto de la Generalidad es 10 ó 15 veces el de un país como Chile.

 En un reciente debate en el Congreso, todos los partidos estaban a favor de una reforma constitucional. Todos, incluso el PP, con el matiz de que decía que ahora no era el momento. El PSOE, que es el primer partido de la oposición, y también Izquierda Unida, ya están diciendo que están a favor de una reforma federal.

 ¿Es que esto no tiene ninguna importancia? Y miremos la encuesta de El País del pasado domingo: 40% del resto de españoles estaban a favor de una reforma federal. El soberanismo dice que no hay federalistas fuera de Cataluña, pero resulta que hay un 40%. Y en Cataluña, un 50%. 

El problema no es que la gente no vea con simpatía una salida federal. El problema es que esta salida federal no acaba de articularse políticamente. Por eso los adversarios castigan con un mensaje distorsionador, diciendo que no hay más respuesta que el unionismo. (...)

El mismo miércoles... ¿qué hace el Telenotícies  de TV3 cerrando con la foto fija de una estelada? Si insistes todo el día diciendo que lo único bueno para Cataluña es la independencia, el mensaje es que los no independentistas no quieren el bien de Cataluña. Este es un mensaje muy potente, que se está repitiendo constantemente, y que, obviamente, ha creado tendencia. 

¿Esta dirección de la tendencia es reversible?

La historia indica que, del mismo modo que las personas se equivocan, los pueblos se pueden equivocar. La democracia implica respeto a las opciones mayoritarias, pero sería absurdo decir que, cuando una opción gana, esta opción pasa a ser la verdad. Las mayorías se pueden equivocar, y muchos procesos históricos pueden variar. Y, con la volatilidad extrema que hay ahora en la política, aún más. 

Además, la crisis es una máquina de triturar gobiernos. En el año 2000, cuando el PP ganó por mayoría absoluta, se creía que tendríamos PP para años. Decir que este proceso [independentista], que tiene todo este apoyo popular, es irreversible, me parece un poco osado. Otro ejemplo: ¿en que ha quedado el Plan Ibarretxe?

En nada.

Es más, el PNV vio muy claro que no le interesa estar cerca de la izquierda abertzale.  (...)

 ¿Federalistes d'Esquerra quiere que haya un referéndum?

Nuestra opción es que esto se plantee en el marco de una reforma constitucional, no aisladamente. Y tiene que ser un referéndum en el que se acepten de manera muy clara y nítida las consecuencias, no hacer una preguntita que no comprometa a nada. No tenemos ningún inconveniente en que se adopte el modelo de Canadá. 

No estamos a favor de que la aparente salida del proceso sea un acuerdo entre las dos derechas, la española y la catalana, para volver a un tipo de neogradualismo. No queremos que se haga una consulta que quede en nada y que la derecha catalana continúe con el peix al cove y la amenaza de la independencia. 

No, esto no es una salida. El día que el pueblo catalán pueda decidir si quiere continuar en España o no, hay que hacer antes un debate democrático bien hecho. Después, es necesario que las consecuencias sean claras. 

No tengo ningún interés en hacer una consulta de juguete en la que votar independencia no comprometa a nada, en la que, como no es vinculante, se vote independencia para dar una patada a Madrid. Este presunto radicalismo retórico que conduce a un pacto entre las dos derechas, sinceramente, no me interesa.

En el supuesto de que hubiera referéndum, ¿cuál cree que sería el resultado?

Si las dos opciones son el mal llamado unionismo, es decir, dejarlo todo tal y cómo está, o la independencia, que no se ha concretado, y que ahora se plantea como el mejor de los mundos sin un debate sólido y honesto, me parece muy probable que ganaría la independencia. Pero ni me parece deseable, ni sería un debate genuinamente democrático.

Entonces, ¿preferirían un referéndum con más de una pregunta, y donde se pudiera elegir la opción federal?

Si las cosas se hicieran como nosotros decimos, en el marco de una reforma constitucional, la opción federal ya se daría por supuesta. Entonces la pregunta sería: "¿Usted quiere estar en el marco de este estado federal, o se quiere marchar"?"            (Entrevista a Manuel Cruz, Crónica Global, 13/09/2013)

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