"En los últimos años, un concepto político ha triunfado como ningún otro
en Cataluña: el denominado “derecho a decidir”. Todos los partidos y
entidades nacionalistas apelan a este supuesto derecho para reclamar la
celebración de un referendo para la secesión de Cataluña.
La última de estas entidades se presentará en los próximos días. Con el nombre de Col·lectiu Praga,
medio centenar de profesores universitarios del ámbito jurídico, todos
ellos adscritos a universidades catalanas, se ha constituido con el
objetivo de promover el ejercicio del “derecho a decidir” de Cataluña y
defender que es posible aplicarlo dentro de la Constitución.
Sin embargo, y de forma sorprendente, en sus documentos fundacionales
el Col·lectiu Praga no apela al derecho internacional para justificar
ese supuesto "derecho a decidir", y no lo hace por un motivo muy
sencillo: el derecho a decidir no es concepto jurídico reconocido en el
derecho internacional, sino que se trata de una invención ad hoc del
nacionalismo catalán.
De hecho, el propio Agustí Colomines, ex director de la Fundació
Catdem -vinculada a CDC- y profesor de Historia contemporánea en la
Universidad de Barcelona (UB), así lo reconocía este martes durante una tertulia en BTV:
"Esto del derecho a decidir es una
chorrada que nos inventamos para no decir lo que es: derecho a la
autodeterminación, y punto pelota".
El proceso de fabricación de "un nuevo concepto": "el derecho a decidir"
Esta operación de la maquinaria propagandística del independentismo
catalán queda detalladamente recogida en un informe publicado en
noviembre de 2011 por el ya desaparecido Centre Unesco de Catalunya
(Unescocat).
Con el título Del
derecho a la autodeterminación al derecho a decidir. Un posible cambio
de paradigma en la reivindicación de los derechos de las naciones sin
estado, el profesor de Ciencia Política de la Universidad Pompeu Fabra Jaume López Hernández -un conocido activista independentista- plantea una estrategia al nacionalismo catalán.
Consciente de la inviabilidad jurídica de apelar al derecho a la
autodeterminación, tal y como está recogido en los tratados de derecho
internacional, para defender la independencia de Cataluña, López
Hernández invita al nacionalismo catalán a recurrir a "un nuevo
concepto", el ya citado "derecho a decidir".
El derecho a la autodeterminación solo es aplicable a las colonias
Según la Carta de las Naciones Unidas (1945) y la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales (1960),
el derecho a la autodeterminación solo es aplicable a "procesos de
descolonización", principalmente puestos en marcha a partir de la
Segunda Guerra Mundial.
Además, la Declaración
sobre los principios de derecho internacional referentes a las
relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados de
conformidad con la Carta de las Naciones Unidas (1970), que ampara
el derecho a "la libre determinación de los pueblos", deja muy claro que
"todo intento de quebrantar parcial o totalmente la unidad nacional y
la integridad territorial de un Estado o país o su independencia
política es incompatible con los propósitos y principios de la Carta" de
las Naciones Unidas.
"Así, cualquier reivindicación de una minoría territorial que no
pertenezca a un imperio, ni haya sido colonia, se conceptualiza como un
conflicto de unos ciudadanos con su Estado, fuera de los márgenes, por
tanto, que presupone el derecho a la autodeterminación", reconoce el
autor del informe.
Las dictaduras comunistas
López Hernández considera que, "en Cataluña, los requisitos de
aplicación del derecho a la autodeterminación solo se dieron durante un
período muy limitado: al acabar la Primera Guerra Mundial, época en la
que se reivindica desde el partido Estat Català fundado por Francesc
Macià, en tanto que España todavía se puede considerar un imperio en
vías de descolonización".
Por otra parte, la creación de los nuevos estados a principios de los
años 90, tras la caída del muro de Berlín y el hundimiento de las
dictaduras comunistas, tuvo el amparo del derecho internacional debido a
que en esos países no había democracia, más allá de apelar al derecho a
la autodeterminación. Una situación que tampoco es comparable a la de
la Cataluña actual.
La "aparición" del "derecho a decidir"
En base a esta realidad, López Hernández llega a la conclusión de que
en los últimos años se ha producido "la aparición de un nuevo concepto,
el derecho a decidir", que es el reflejo de una "nueva tendencia"
causada porque "la concreción conceptual y política del derecho a la
autodeterminación en un contexto democrático y liberal (no en una
colonia o un régimen comunista) ha ido experimentando cambios de matiz,
nuevos tratamientos, justificaciones e implicaciones que marcan nuevas
pautas tanto en el ámbito normativo y argumental como estratégico y
político".
Es decir, el "derecho a decidir" se trata de un "neologismo", como el
propio autor reconoce, para soslayar el derecho internacional y
adaptarlo a las demandas del nacionalismo catalán, tratando, así, de
legitimarlas jurídicamente. (...)
Un término "popularizado" por la Plataforma pel Dret de Decidir
En ese sentido, el informe reconoce que la "reivindicación" de este
"derecho a decidir" ha sido "especialmente relevante" y "protagonista"
en Cataluña a través "de las tres manifestaciones más masivas que se han
producido desde 2006", organizadas o promovidas por la Plataforma pel Dret de Decidir (PDD), entidad que López Hernández considera "pieza clave para la popularización del término". (...)
La búsqueda de una justificación a posteriori que avale la tesis
Aunque el informe admite que "no hay ninguna legalidad internacional
que recoja explícitamente el derecho a decidir", López Hernández trata
de buscar una justificación jurídica que le permita establecer la
"definición de las bases teóricas del derecho a decidir", y para ello
apela a la sentencia del Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de la Haya sobre la independencia de Kosovo, del año 2010. (...)
Las líneas a seguir por partidos, medios y entidades nacionalistas
Finalmente, el informe plantea unas "propuestas de actuación" en las
que marca a los partidos y entidades nacionalistas las líneas a seguir.
López Hernández recomienda que, "para que el derecho a decidir se
convierta en un nuevo referente en el análisis y la legitimación de las
reivindicaciones en defensa de la creación de nuevos estados, hay que
difundir el concepto y profundizar en sus implicaciones teóricas".
Además, el informe insta a "vincular el concepto con el discurso
sobre la regeneración democrática"; "no convertirlo en ningún caso en
sinónimo del derecho a la autodeterminación"; "distinguir entre
soberanismo e independentismo"; y "priorizar el elemento democrático
sobre otras consideraciones tomando como foco de atención destacada la
respuesta del Estado a las reclamaciones de un mejor encaje y de más
democracia”, ya que “no son las características de la pretendida nación
sin Estado las que han de llevar la carga de la prueba en la
justificación de las reivindicaciones, sino las características del
Estado y sus carencias".
Como si de un guión se tratase, esta es la estrategia que en los
últimos meses han implementado los partidos nacionalistas, la mayor
parte de los medios de comunicación en Cataluña y entidades como Òmnium
Cultural y la Assemblea Nacional Catalana (ANC)." (Alejandro Tercero, Crónica global,Jueves, 19 de septiembre de 2013)
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