"Una de las razones por las cuales es casi imposible que el
independentismo se convierta en la fuerza mayoritaria en Cataluña es
porque no cuenta con el apoyo de gran parte de la población
castellanohablante. Los nacionalistas cometen un error básico. No
aceptan la realidad, sino que crean un ideal y después trabajan para lograrlo.
Esa Cataluña independiente tendría como única lengua oficial el
catalán. Sería algo insólito en el mundo que un Estado no reconozca la
lengua materna de la mitad de sus ciudadanos. Pero a los nacionalistas
nunca les ha importado demasiado el sentido común o lo razonable.
Ellos
sueñan con una Cataluña pura donde todo el mundo tenga la misma identidad,
hable la misma lengua y odie a los malditos españoles que nos roban lo
nuestro. No parece probable que un castellanohablante abrace un proyecto
independentista que no reconoce ni acepta su lengua.
El independentismo, si fuera más inteligente, debería defender un
proyecto de Cataluña independiente donde la lengua castellana tuviera un
reconocimiento similar al catalán. Algunos separatistas, como Eduard
Voltas, lo han propuesto.
Sin embargo, esa es una idea sin futuro por culpa de las profundas debilidades teóricas del nacionalismo. Esta ideología identifica una nación
con una única lengua e identidad, negando a los demás miembros de esa
supuesta nación la legitimidad nacional, que ellos consideran de su
propiedad exclusiva." (lavozdebarcelona.com, 27/09/2012, Roberto Augusto)
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