"El reciente ciclo electoral, y sobre todo su última
fase, marcada por los pactos municipales, ha tenido un impacto muy
negativo sobre la imagen de viabilidad del proyecto independentista y
sobre la credibilidad de sus principales dirigentes.
La realidad, según
algunas fuentes moderadas de este sector ideológico, es que el
movimiento independentista se encuentra actualmente en el peor momento
desde que se inició, hace varios años, el proceso soberanista.
Desde
un punto de vista electoral, el ciclo ha reflejado un cierto retroceso
independentista, pero el problema, según las mismas fuentes, no es ése,
sino la imagen de enfrentamientos, zancadillas y mentiras entre las
formaciones independentistas que han marcado la política de pactos. La
principal víctima de este escenario ha sido la unidad del movimiento
independentista, que ya llegó muy dividido a este ciclo electoral. La
ficción del independentismo ya no se la cree nadie.
En este sentido, fue especialmente patético el
planteamiento que, sobre estos enfrentamientos entre Junts per
Catalunya y Esquerra por todo el territorio catalán, hizo la consejera
de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, quien dijo que
“hemos vuelto a conjurarnos para buscar desde la lealtad esta unidad
estratégica como Govern de coalición que somos".
También ha hundido la
imagen independentista la situación de acoso protagonizada por grups del
independentismo radical en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, a la
alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, y a los concejales no
independentistas, a quienes insultaron gravemente, con lanzamiento de
objetos incluido." (e-notícies, 21/06/19)
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