"Lamento traer desde Europa esta noticia: la independencia es imposible.
No porque alguien la impida. Sino porque la independencia ya no existe
en la Europa real, la UE. Como no existe el Estado-nación. Ni la
soberanía nacional. Aún pesan. Pero son solo residuo histórico,
apariencia en estado terminal, ensoñación. (...)
El último alimento de esas ilusiones independentistas está siendo el
agravio financiero, el déficit fiscal —el saldo entre la contribución
catalana a la Hacienda común y el flujo que recibe—, reputado excesivo.
La Generalitat de Artur Mas ha nutrido la transmutación de la lógica
queja crítica contra su exceso en una protesta por un supuesto“expolio”, eso tan cariñoso del “España nos roba” que pregonan los medios subvencionados.
¿Cómo la ha alimentado? Censurando la mitad de los seis cálculos de
la balanza fiscal, para concluir que en 2009 el déficit catalán fue de
16.409 millones, un 8,4% de su PIB, según el método del “flujo
monetario” con una de las correcciones posibles. Algo a todas luces
desorbitado, por más solidario que uno pretenda ser.
Con igual método
pero con la corrección que olvida, sería solo de
12.216 millones, el 6,2%, como sabe el Parlamento catalán (2 de mayo,
comparecencia de la profesora Maite Vilalta).
La diferencia entre el
6,2% y el 8,4% es lo que permite catapultar verbalmente el exceso hacia un presunto “expolio”.
¿Exceso? Comparemos con las realidades federales más homogéneas de las
que hay datos (Alemania no los da). La región más rica de Australia, la
occidental, tiene un déficit del 3,93%; la de Bélgica, Flandes, del
4,4%; la de Canadá, Alberta, del 3,23%. Habrá que corregir el
diferencial entre esas cifras y las nuestras, por supuesto. Pero por la
vía menos traumática posible." (
Xavier Vidal-Folch , El País,25 SEP 2012)
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