"Tras la manifestación del pasado once de setiembre la política catalana
se ha movido inmersa en una extraña agitación. Emergen nuevas exigencias
e ilusiones en nuestra sociedad; cierto, pero paralelamente a ellas
aumenta también la sensación de que algo no marcha bien, de que algunos
andan improvisando sin ponderar el estropicio social y económico que
puede provocar la insensatez de las aventuras improvisadas.
Algunos
dicen que ha llegado el momento de definirse y hablar claro, marcando
posición. De acuerdo, pero no sin antes seguir el consejo presidencial
de verbalizar las verdades. Ahí va una sin tapujos: Artur Mas y sus
“magníficos” consellers han fracasado estrepitosamente como gobernantes
del país.
Su permanencia al frente del ejecutivo catalán habrá sido la
más efímera de nuestra historia reciente. Tras su mandato Catalunya es,
hoy, una comunidad con recortes, deudas y índices de paro superiores a
los de hace dos años…
Aprovechando su cargo, y con el concurso de más de un medio de
comunicación, no ha dudado en esgrimir un nacionalismo de corte
económico con la archiconocida zanahoria del Pacto Fiscal. ¿Objetivo?:
difuminar la calamitosa acción del gobierno mientras desmantelaban lo
mejorcito del Estado de Bienestar.
Pero esto no es todo amigos. Mas no
solo ha fracasado sino que también nos ha engañado intentando
capitalizar la ya famosa manifestación de la Diada. Eso sí, desbordado,
se ha visto impelido por una corriente subterránea que le aprieta la
entrepierna sin saber con seguridad hacia donde debe caminar en la
fabricación del nuevo estado.
Así las cosas ha llegado para todos el momento de optar, de tomar
posición política. Y esto afecta incluso a los ciudadanos silenciosos
que contemplan, perplejos, los movimientos insensatos del actual
gobierno.
Los que opinamos que no conviene romper con España abogamos
por el dialogo, por rediscutir si es necesario la actual arquitectura
del estado y sus mecanismos en una perspectiva federal. ¿Cómo? Sin
fracturar ni fragmentar. Con relaciones y acuerdos bilaterales si es
menester. Con nuevos pactos fiscales más equitativos y justos…
Soplan vientos de adelanto electoral. El debate de política general
que tendrá lugar en el parlamento catalán quizás sea el último de esta
jibarizada legislatura. El estrépito de la cuestión identitaria
ocultará nuevamente el eje social y su problemática. Eso es lo que
quería la derecha nacionalista de CiU. Lo han conseguido.
Quizás,
viajemos rumbo a Ítaca. No lo sé, pero no estaría nada mal que, antes de
embarcar, Artur Mas asumiera públicamente su fracaso como presidente
por mucho que hoy levite sobre una nube de vapores patrióticos." (Artur Mas ha fracasado, JOAN FERRAN, EL MUNDO, 23.09.12, Miquel Iceta, 23/09/2012)
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