9/4/12

‘Quizás ha llegado el momento de saber cuál es la voluntad de los catalanes: si constituirse en Estado independiente o integrarse definitivamente en España. Si hay que consultar a los catalanes que se haga y pronto’

"Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional en la UAB, en un artículo publicado este jueves en La Vanguardia:

‘¿Ha habido un giro en el congreso de Convergència Democrática celebrado este pasado fin de semana? Parece que sí. Ya no se pide más autonomía, o el reconocimiento de la diferencia cultural, o una imprecisa soberanía. No. Esta vez se reclama un Estado propio.

[...] La más relevante decisión del congreso [de Convergència Democràtica de Catalunya] no ha sido esta independencia aplazada sino otra cuestión en la que hay unanimidad: la España de las autonomías ya no resulta útil y debe reclamarse que Cataluña sea tratada como una excepción respecto a las demás Comunidades, especialmente desde el punto de vista fiscal.

 Este será el aspecto más conflictivo en los próximos meses y años, irresoluble en el marco constitucional de hoy y muy difícilmente solucionable en un marco futuro.

[...] Es irresoluble porque supone que las finanzas de la Generalidad deben regularse mediante una ley específica que no sea la común a todas las demás Comunidades, a excepción del País Vasco y Navarra, es decir, la LOFCA.

 La exclusión de Cataluña del sistema general para disfrutar de un trato singular y privilegiado resultaría ser contrario al principio de igualdad reconocido en la Constitución y requisito básico de todo Estado federal como el nuestro.

Llegados a este punto debemos preguntarnos si es bueno para todos, para los catalanes y para el conjunto de los españoles, mantener la incertidumbre sobre esta pugna entre la Generalidad y el Estado. En el plano económico, por ejemplo, se crea inseguridad respecto a inversiones futuras en Cataluña. 

En el político, el Estado no puede admitir la demanda, entre otras razones, porque la Constitución no lo permite. Además, los mismos dirigentes del partido que gobierna la Generalidad no creen que pueda tener éxito porque conocen perfectamente sus infranqueables límites. 

Y, por último, en el hipotético caso de que se consiguiera este trato singular, el partido que gobierna la Generalidad [CiU] pasaría a reclamar la independencia de Cataluña, tal como ha propuesto en su congreso. Con lo cual sigue el conflicto. Volvemos a estar en tiempos parecidos a la reforma del Estatuto.

[...] En el fondo, la cuestión que propone Convergència es la siguiente: hago una propuesta imposible para que no me la admitan con el objetivo de sublevar a los míos contra quien la rechaza y así cargarme de razón para formular otra propuesta, la que realmente me interesa, pero que hoy es implanteable porque quizás la perdería en voto popular. 

Esta parece ser la famosa transición nacional, una transición en la que ya empezábamos a estar los catalanes desde 1980 cuando en las manifestaciones convergentes se coreaba el lema “Avui paciència, demà independència“.  (...)

Por tanto, quizás ha llegado el momento de saber cuál es la voluntad de los catalanes: si constituirse en Estado independiente o integrarse definitivamente en España. Si hay que consultar a los catalanes -por métodos democráticos y legales, faltaría más- que se haga y pronto, pero dejemos de marear la perdiz.

 Esta transición anunciada, que puede durar años, no hará otra cosa que impedir las reformas necesarias para solucionar la crisis económica. Sepamos, pues, cuanto antes, a qué atenernos. No es bueno estar en una transición indefinida. Cuando es estabilidad lo que se precisa, las transiciones cuanto más cortas mejor’.         (lavozdebarcelona.com, 29/03/2012)

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