"Parecía razonable que una vez nos desconfinaran y entráramos en la nueva normalidad
el debate político se centrara en lo económico. Motivos no faltan.
Pero
no va a ser así. Hubo en tiempo en el que existía una clara distinción
entre política nacional y política catalana. Hoy ya no. La dependencia de Sánchez de los diputados de ERC es tal que no hay nada más español que la política catalana. (...)
JxCat empuja a ERC hacia Sánchez, sin opción, de forma irremediable. La
praxis del conglomerado de Torra y Puigdemont no deja margen a ERC, para
los republicanos es Sánchez o la nada. (...)
En la etapa del Procés previa al 1-O de 2017 el independentismo jugó la carta económica,
la crisis del 2008 jugaba a su favor y el déficit fiscal, la ruina del
plan Z, la quiebra de la banca, el paro masivo y el cierre en cadena de
empresas favoreció la creación de un clima que daba a entender que la
España quebrada, holgazana y decadente era un lastre. En la actualidad,
en una etapa de secuela del Procés la economía, contra pronóstico, para
los independentistas no cuenta. (...)
Las elecciones catalanas, cuando se celebren, serán un evento. Un duelo a
dirimir entre independentistas, con pistolas, al amanecer, sin niebla, a
cara descubierta, con testigos de ambos contendientes que no se sabe a ciencia cierta a quien apadrinan porque han cambiado tantas veces de bando que ya no se sabe quien va con quien ni que les diferencia. (...)
En la política previa a las elecciones en las tres nacionalidades históricas, Galicia, País Vasco y Cataluña,
nada es lo que parece, ni nada está claro. El PNV, alabado,
erróneamente por moderado, cuando debería ser reconocido por su cinismo,
abandona la moderación un instante para apoyar el no suplicatorio de
Borras, la delegada de Puigdemont en ese Berlín Este que para el independentismo es Madrid.
En cambio ERC, socio de gobierno de Borràs, vota a favor de que su
presunta aliada en el gobierno catalán sea juzgada, nada más y nada
menos que por el sanedrín más odiado por el líder Republicano, Junqueras, que es el Tribunal Supremo.
La batalla ERC - JxCat: ni disimulan
En esa lucha fratricida entre Coreas separatistas, entre Vietnamitas indepes,
los demás necesitamos un tutorial para comprender cada matiz, cada
gesto. Solo la grosería de los insultos en público entre ellos; solo hay
que ver la pelea reciente entre Sergi Sol –asesor
máximo de Junqueras- y Pilar Calvo –periodista de confianza del entorno
de poder de JxCat- en un campo propio para ellos como es TV3 nos permite hacernos una idea de cual es el nivel de inquina que el independentismo destila entre ellos mismos.
ERC y JxCat no van a tomarse la molestia de disimular, las elecciones catalanas van a ir simple y llanamente de poder, de cargos, de sueldos, de asesores y de venganzas. Hamas y Al Fatah,
Martires de Al Aqsa y Hezbollah. Para el gran público lo mismo; para
los introducidos, un mundo terrorífico pero lleno de matices.
Hubo un tiempo, durante la transición y la
postrransición donde todo era más previsible y estaba establecido. El
partido ganador gobernaba en Moncloa en solitario y los dos grandes partidos nacionalistas
apoyaban a ese partido fuese cual fuese a cambio de tener bula para
hacer lo que quisieran en su territorio, ese tiempo feliz ya paso.
Hoy ERC pacta con Sánchez pero sus acuerdos no son aplicables en Cataluña porque los republicanos no ostentan la presidencia de la Generalitat. (...)
El debate en las próximas semanas no va a estar ni en la financiación,
ni el concierto económico, ni la gestión de los fondos europeos en manos
de Aragonès. El debate será endogámico, entre ellos, en sus campos de batalla de TV3, Catalunya Ràdio o las Asambleas de la ANC. Lo que se dirime es quien asiste, citando a Revilla, manso como un cordero, a las cumbres de presidentes autonómicos." (Joan López Alegre, Economía Digital, 21/06/20)
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