22/1/10

- lo 'nuestro' y lo de 'fuera' ... es el argumento...

"El historiador y ensayista Manu Montero desgrana en su último libro el uso del lenguaje por el PNV, donde «encontramos constantemente lo 'nuestro' y lo de 'fuera'».
El historiador Manu Montero (Bilbao, 1955), ex rector de la Universidad del País Vasco y ensayista que ha estudiado desde múltiples perspectivas el nacionalismo vasco, regresa ahora con un nuevo trabajo sobre la ideología que ha liderado el gobierno de Euskadi durante treinta años. 'Los conceptos del soberanismo. Planteamientos doctrinales del nacionalismo vasco, 1977-2009' (Ciudadanía y Libertad) es su título. Puede parecer duro, sí, pero en realidad bautiza un apasionante informe sobre el manejo del lenguaje, la construcción de conceptos y la manipulación de los términos, extraído del análisis de los discursos y actas del PNV desde el fin del franquismo.
- Defiende que el discurso del nacionalismo es inmovilista.

- Es un discurso antifranquista que ha subsistido durante treinta años, lo cual resulta insólito en comparación con otros movimientos, como el marxismo, que se han ido adaptando a la realidad. El País Vasco ha cambiado mucho desde 1977 y el nacionalismo ha ejercido el poder en ese tiempo, pero soprendentemente no ha tenido modificaciones doctrinales y los conceptos siguen siendo los mismos.

- ¿Por qué?

- Es difícil precisarlo. El nacionalismo vasco es el único movimiento en España que alcanza muy rápidamente el poder y lo ostenta durante treinta años.
(...)

- ¿Términos que el nacionalismo mantenía en la ambigüedad?

- Lizarra determina en gran medida la asunción por el PNV de planteamientos y conceptos de la izquierda radical. Un ejemplo: el 'plan Ibarretxe' no habla de nación, sino de pueblo con identidad, que encaja más con la izquierda radical. (...)
- ¿Nación o pueblo?

- Es difícil encontrar en boca de un político del PNV el término nación. Está implícito en su lenguaje, pero lo que utiliza es pueblo con identidad. Pueblo es un concepto mas intuitivo; no remite inmediatamente a un significado político, aunque luego se saquen unas consecuencias políticas. Cuando Ibarretxe acude a las Cortes a explicar su plan, parecería lógico que empleara la palabra nación y no lo hace ni una vez.


- ¿Tanto eufemismo indica que los políticos sienten miedo, o no les gusta, nombrar las cosas como son?

- O se dicen como se quieren decir. El nacionalismo se ha volcado en la identidad porque es un concepto más sencillo de equiparar a pueblo. Los nombres cambian porque se quieren expresar o conseguir otro tipo de realidades políticas.

- Es un lenguaje muy diferente respecto al nacionalismo catalán, que sí habla de 'nación'.

- Totalmente distinto. La idea vasca de pueblo con identidad es la de un pueblo abierto, pero no a todos los ciudadanos vascos, sino a aquellos que asuman los criterios identitarios. Otra cuestión es que el nacionalismo define la identidad de forma muy imprecisa.

- Vaya, cuánta palabra en el aire.

- Sí, es un movimiento que deja en el aire algunas cuestiones, pero, básicamente, en el discurso del nacionalismo desde 1977 la identidad vasca es diferenciadora.

- ¿De qué?

- Del resto de España. Cultura vasca, por ejemplo. Cuando hablamos de ella no nos referimos a la cultura que realizan los vascos, sino a aquella que se entiende que es singular y define la identidad . (...)
- Es un concepto en el que no suele profundizar excesivamente. El nacionalismo no se ve como una alternativa, sino como la 'única' alternativa, la opción legítima para un pueblo vasco con identidad. (...)
- No, pero son diferentes. El nacionalismo es una forma de pensar.

- Apela más al sentimiento.

- No. Quizá tiene que ver con el nivel de creencia que, insisto, es muy alto. Lo 'nuestro' y lo de 'fuera' lo encontramos constantemente en el lenguaje nacionalista y, aunque tampoco hay una definición precisa sobre qué es nuestro y ajeno, sí se entiende que hablamos de un mundo propio frente a lo demás.

- Resulta curioso que se haya llegado tan lejos con conceptos tan simples.

- Pero son eficaces, aprehensibles intuitivamente. No necesitan grandes razonamientos. (...)
- ¿Qué hay de malo en usar el término terrorismo cuando precisamente se habla de terrorismo?

- Hay un problema ideológico detrás. El concepto del nacionalismo cree que la violencia es perjudicial, pero en su lectura histórica el País Vasco fue 'invadido' por España en 1839 y existe una situación de 'enfrentamiento' implícito. En ese esquema, aunque el enfrentamiento armado no es conveniente e incluso resulta perjudicial, implícitamente se entiende que el terrorismo es una consecuencia de aquella situación originaria. Hablar de terrorismo tendría otras implicaciones, ya que rompería con esa interpretación de la Historia.


- Una lectura fría...

- Más que el uso de conceptos, lo extraño y terrible es que la reacción habida contra el terrorismo en una parte enorme de la población no se haya extendido con la misma fortaleza y convicción a todo el conjunto de esa sociedad que se define como demócrata." (Fundación para la Libertad, citando a EL CORREO, 22/1/2010
)

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