13/2/13

La secesión de Escocia supondría su salida de la Unión Europea y renegociar 14.000 tratados internacionales

"Un informe encargado por el Gobierno del Reino Unido a dos expertos independientes concluye que la secesión de Escocia la situaría fuera de la Unión Europea (UE) y debería negociar su ingreso, así como la adhesión a cerca de 14.000 tratados internacionales de todo tipo que actualmente están en vigor en el país.

Se trata del primero de una serie de estudios que el Gobierno de David Cameron presentará en el Parlamento británico en los próximos meses para explicar las desventajas que supondría la separación de Escocia del Reino Unido en caso de que este fuera el resultado del referendo independentista que está previsto que se celebre antes de final de 2014.

El informe, presentado este lunes, ha sido realizado por James Crawford, catedrático de Derecho internacional de la Universidad de Cambridge, y Alan Boyle, profesor de Derecho público internacional de la Universidad de Edimburgo, dos de los principales expertos mundiales en Derecho internacional.

Crawford y Boyle dejan muy claro que, en caso de secesión, Escocia se convertiría en un ‘nuevo Estado’, mientras que el resto del Reino Unido ‘continuaría como antes, conservando los derechos y las obligaciones del Reino Unido en su estado actual’.
Según los expertos:
‘La posición sobre la UE es particularmente significativa y compleja. El Reino Unido [resultante tras la hipotética secesión] continuaría automáticamente como miembro de la UE. Un Estado escocés independiente necesitará negociaciones. Más allá de ser una cuestión estrictamente de derecho, el mecanismo que un Estado escocés independiente debería seguir para convertirse en miembro de la UE dependerá del resultado de las negociaciones y de la actitud de las instituciones de la UE y de los estados miembros. Es probable que sea un proceso que requiera la unanimidad de todos los estados miembros de la UE. En tanto en cuanto una Escocia independiente sería un nuevo Estado, es presumible que tendría que pasar por algún tipo de proceso de adhesión para convertirse en miembro de la UE. Esta es la opinión del presidente de la Comisión Europea‘.
Esta situación también ocurriría para el resto de tratados internacionales en vigor firmados por el Reino Unido (13.998, a fecha de enero de este año). En algunos casos, como la adhesión a la ONU o a las convenciones de derechos humanos, civiles y políticos, el proceso sería muy sencillo.

 Pero en otros muchos de vital importancia, como los relacionados con la seguridad, el comercio, la energía o las extradiciones, por ejemplo, las negociaciones serían muy ‘complejas’, no solo por las materias a tratar, sino porque es habitual que se requiera la unanimidad de los miembros para la adhesión.

‘A modo ilustrativo, cuando Checoslovaquia se disolvió, se firmaron alrededor de 31 tratados y 2.000 acuerdos secundarios. Muchos asuntos seguían sin ser resueltos siete años después del inicio de las negociaciones. En el contexto del Reino Unido, centenares de asuntos saldrían a la superficie, reflejando tres siglos de integración’, subrayan.

El informe también advierte de que la pretensión del primer ministro regional de Escocia, Alex Salmond, de continuar utilizando la libra esterlina en caso de secesión sería difícil de cumplir sin una negociación con el Reino Unido, lo que dependería de los intereses económicos de ambas partes.

Una Escocia independiente tendría mucha menos fuerza para negociar con la UE su adhesión sin aceptar usar el euro. Y tampoco sería fácil para Escocia mantener las excepciones a las normativas de la UE que actualmente disfruta el Reino Unido, algunas de ellas relacionadas con temas especialmente sensibles para los británicos como la inmigración o el control fronterizo.

Por otra parte, ‘desmontar la red institucional y gubernamental del Reino Unido sería una tarea enorme; a modo indicativo de la magnitud y la complejidad que supondría, para realizar las mismas funciones que actualmente están previstas en el Reino Unido, el Gobierno de un Estado escocés independiente necesitaría crear hasta cuatro veces el número de organizaciones públicas escocesas que existen en la actualidad’.  (...)

Junto a los informes, la ofensiva del Gobierno británico para mantener la unión también incluye mensajes en un tono mucho menos técnico. En esa línea, el primer ministro, David Cameron, ha dirigido este domingo una carta a los ciudadanos escoceses en la que defiende la continuidad de Escocia en el Reino Unido desde ‘el corazón y la cabeza’.

 Salmond, por su parte, ha criticado el informe presentado por el Gobierno británico, calificándolo de negativo, y ha presentado un contra informe, realizado por un grupo de economistas entre los que se encuentra el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, para defender las bondades de la secesión.

El estudio del Gobierno regional de Escocia plantea mantener la libra esterlina como moneda tras una hipotética separación y formar una unión monetaria con el resto del Reino Unido, y llega a la conclusión de que ‘Escocia tiene un claro potencial para ser una exitosa nación independiente’.            (lavozdebarcelona.com, 12/02/2013)

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