1/2/08

Si mis abuelos fueron malos, soy malo. Si fueron buenos, soy el mejor por derecho... divino

“Un portavoz nacionalista se niega a condenar el llamado Holocausto, es decir, la destrucción nazi de los judíos europeos, porque el documento, que trataba de obtener el acuerdo de todos los grupos del parlamento gallego, no incluye la condena del actual estado de Israel. (…)

Pero lo más siniestro del razonamiento del portavoz es su previsión implícita: los padres judíos asesinados sólo recobrarán su dignidad cuando los hijos reconozcan que han sido a su vez asesinos. Al portavoz, en efecto, no le importa en absoluto que sean personas distintas las que murieron en Auschwitz o las que matan en Gaza.

Al portavoz le importa la responsabilidad de la raza: y detecta un espeluznante equilibrio entre asesinados y asesinos que debe ponerse de manifiesto. Su actitud, que refleja perfectamente la estructura mental de un nacionalista, guarda una terrible simetría con la del judío que considera que Auschwitz redime a su pueblo de todos los crímenes futuros y que considera un simple arreglo de cuentas de la historia que la venganza contra los nazis se materialice en el cuerpo de los palestinos.” (Diarios de Arcadi Espada, 01-02-08)

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