10/4/19

Benoît Pellistrandi, historiador francés: hay una deformación absoluta, total, hasta un punto caricaturesca, con el Intitut Nova Història, pagado por la Generalitat. Son fantasías inventadas que tienen una apariencia de metodología histórica. En la universidad catalana hay enfrentamientos entre historiadores. Muchos profesores dicen que son militantes. Como profesor de Historia que soy, me parece terrible. Un profesor no debe ser militante...

"(...) ¿Hay un desfase entre la realidad y el sueño?
 
La búsqueda de la independencia se ha hecho en un mundo ficticio, un mundo irreal. En el ámbito geopolítico, había esa idea de que no íbamos a tener defensa porque la OTAN nos daría seguridad. 

¡Eso lo decían en el 2016, cuando Trump ya había sido elegido presidente de Estados Unidos! Es un desconocimiento de la realidad. Después está lo que yo llamo el punto ciego, las consecuencias prácticas de la independencia, por ejemplo qué hacer para repartirse la caja de la Seguridad Social. 

También ha habido una idealización fantástica de Catalunya, que tiene nada que ver con la Catalunya real, de 7 millones de habitantes, con sus problemas económicos, sociales, culturales. No es una Catalunya sobrevalorada sino otra Catalunya, totalmente inventada.
¿Hasta qué punto la deformación de la historia es responsable de lo que está ocurriendo?

Sí, es muy grave porque hay una deformación absoluta, total, hasta un punto caricaturesca, con el Intitut Nova Història, pagado por la Generalitat. Son fantasías inventadas que tienen una apariencia de metodología histórica. Y se ve en la universidad catalana, donde hay enfrentamientos entre historiadores. Muchos profesores dicen que son militantes. 

Como profesor de Historia que soy, me parece terrible. Un profesor no debe ser militante. Lo puede ser en sus horas libres, pero no en clase. Lo que debe hacer es explicar la complejidad de las cosas, la realidad histórica, y no inventarla. Por ejemplo, hay una contradicción absoluta sobre 1714, una fecha que se presenta como la conquista de Barcelona por parte de España. Pero se olvida de decir que la Guerra de Sucesión ha sido una guerra civil dentro de Catalunya..

 Si se dice que 1714 fue una fecha dramática, ¿cómo se explica que el siglo XVIII haya sido tan favorable a los intereses materiales de Catalunya? Hay un sueño histórico por parte del independentismo. 

Hay que despertar de ese sueño. Por eso digo que Catalunya tiene que volver a ser lo que es, porque es suficiente. Tiene una densidad propia. Entiendo perfectamente que los catalanes estén orgullosos de lo que es Catalunya, pero de la Catalunya real, no de la Catalunya imaginada.  (...)"                 

(Entrevista al historiador e hispanista francés Benoît Pellistrandi que acaba de publicar ‘Le labyrinthe catalan’, un análisis exhaustivo del origen del actual conflicto. Eusebio Val, La Vanguardia, 06/04/19)

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