"Artur Mas pretende la independencia de Cataluña y, en consecuencia, la
ruptura de la unidad de España, lo que con toda seguridad no va a
conseguir. Sin embargo lo que sí ha conseguido Mas hasta el momento es
la fractura de la sociedad catalana, la pérdida del Ayuntamiento de
Barcelona en los comicios del 24M, y ahora acaba de iniciar un proceso
de ruptura de CiU en vísperas de las elecciones anunciadas por Mas, de
corte autonómico y plebiscitario, del próximo 27 de septiembre. (...)
La ruptura de Mas con Duran i Lleida es consecuencia del referéndum
que el pasado domingo celebró entre sus militantes Unió Democrática y en
el que una mayoría votantes se pronunció en contra de apoyar el proceso
independentista que lidera Artur Mas. El actual presidente de la
Generalitat de Cataluña que con este motivo ha forzado la salida de su
Govern de los tres representantes de Unió, la vicepresidenta Joana
Ortega, el Consejero de Interior, Ramón Espalader, y el Consejero de
Agricultura, Josep María Pelegrí.
De esta manera se acaba de iniciar el proceso de ruptura en CiU entre
Convergencia y Unió aunque ambas formaciones hayan decidido permanecer
juntas en los grupos parlamentarios de la Cámara catalana y el Congreso
de los Diputados hasta el final de sus legislaturas.
Parece clara la capacidad destructiva de Artur Mas -donde también
debemos incluir la propia legalidad, como lo ha descrito el Tribunal
Constitucional- no tiene límite. Y, en este caso, no solo ha conseguido
la ruptura de CiU sino que a la vez está favoreciendo que su compañero
de viaje en el proceso independentista Oriol Junqueras, líder de ERC,
pueda convertirse en el próximo presidente de la Generalitat si su
partido logra ser el más votado en los comicios del 27-S, lo que ahora
parece más fácil con la ruptura de CiU que concurrirá a las elecciones
en dos listas separadas.
De esa manera, Convergencia, el partido de la burguesía catalana,
acabaría dando el máximo poder de Cataluña a la izquierda radical de
ERC, con mas misma facilidad que acaba de entregar la alcaldía de
Barcelona a Ada Colau y a su lista candidatos en la que Podemos tiene
una especial relevancia. (...)
Hace tiempo, y la consulta del 9N -sin las menores de las garantías
democráticas- así lo demostró que el proceso independentista de Cataluña
que lidera Artur Mas ha descarrilado y no tiene visos de prosperar. Ni
siquiera en las elecciones plebiscitarias -que también podrían ser
inconstitucionales-, y menos aún si tras su celebración el parlamento
catalán pretende aprobar una declaración unilateral de independencia de
Cataluña, lo que no conduciría a nada concreto y tendría serias
consecuencias para sus promotores y ahí incluidas las instituciones
autonómicas catalanas.
Pero todo apunta a que Artur Mas pretende convertirse en el héroe
fracasado de la independencia en vez de frenar este disparate que no
cesa de empeorar. La crisis de CiU es todo un síntoma del descontrol y
el desvarío de Artur Mas " (Pablo Sebastián, República de las Ideas, 18/06/2015)
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