"Mienten. Descaradamente. Y lo peor de todo: conscientemente.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, va diciendo que el juicio en el Supremo es contra “el pueblo de Catalunya”.
“Un juicio contra la democracia y contra el derecho de
autodeterminación”, afirmó durante la sesión de control del pasado
miércoles el Parlament.
No es cierto. No es un juicio contra Catalunya, es un
juicio contra los dirigentes independentistas por unos presuntos
delitos. Graves, por cierto.
¿Ya no recordamos a Puigdemont posando con las cinco
notificaciones del TC como si fueran trofeos de caza? ¿O sonriendo
cuando las recibía junto a Junqueras? ¿Y Meritxell Ruiz, Neus Munté,
Raül Romeva, Josep Rull y Dolors Bassa haciendo lo mismo en los pasillos
de la cámara?
De hecho, el propio exvicepresidente, Oriol Junqueras, lo ha admitido en un artículo
en La Vanguardia. No es un juicio contra Catalunya sino contra “una
gran parte de la sociedad catalana” o al menos de sus representantes
políticos.
Eso es más ajustado a la verdad: es el 47,5% de los
votos, más de dos millones de catalanes. Por supuesto es mucha gente
pero incluso con esos porcentajes no son toda Catalunya.
Mientras que el president del Parlament, Roger Torrent,
dijo el sábado en la Pobla de Segur (Pallars Jussà) que su predecesora,
Carme Forcadell, se la juzga sólo "por el simple hecho de haber
permitido que el Parlamento se pueda hablar de todo".
Otra mentira. Y de las gordas. Además lo sabe.
A Carme Forcadell se la juzga por haberse pasado por
el forro las mismas notificaciones del TC. Y eso que fue advertida por
el Consell de Garanties Estatutàries y por los propios letrados de la
cámara.
Es incontable el número de posverdades, fake news, medias verdades y eufemismos con que han envuelto proceso. Había que dorar la píldora.
Así, a bote pronto:
- El món ens mira
- Està a tocar
- Las empresas no se irán
- Será un win-win
- Som un sol poble
- Continuaremos en la UE
- Mantendremos el euro.
Y no están todas, desde luego.
De hecho el presidente Torra todavía ha insistido en
otra este domingo, tras el presunto pinchazo de la manifestación de
Madrid, cuando ha mencionado el eventual “consenso del 80% de la
sociedad catalana sobre el derecho de autodeterminación".
¿Saben de donde sale este 80%? ¡De encuestas! Una de
Rac1 del año 2012, entre otras. Con los datos en la mano nada lo
justifica porque, como decía, los partidos independentistas nunca han
superado el 47% de los votos. Y no en una sino en dos elecciones: las
del 2015 y las del 2017.
Por eso hay una cosa peor que mientan
-suficientemente grave en caso de líderes polítcos con cargo oficial- es
que la gente se lo trague.
¡Incluso la prensa! La estrella de TV3 Toni Soler venía a decir en un artículo en el Ara el 14 de octubre del 2018 -acertamente titulado "La mentira glogal"- que han mentido pero cómo mienten todos y son los nuestros no pasa nada.
“Aceptemos que los dirigentes independentistas
falsearon la realidad y prometieron aquello que, por decirlo,
suavemente, improbable", afirmaba entonces. “Pero en la política
catalana de los últimos 40 años, ¿alguien ha dicho la verdad?”, añadía
para justicarse.
La sociedad que acepta estas incongruencias, no hace
examen de concicencia y ni siquiera tolera las críticas es una sociedad
abocada al fracaso.
A mí se me ha ocurrido decirlo en un vídeo y dos
seguidores -presumo que ambos fervientes partidarios del lazo amarillo-
me han recomendado encarecidamente que asistiera a la manifestación de
Madrid.
¿Acaso decía yo alguna mentira? ¿El fin justifica los
medios? ¿Hay que negar la realidad? No. Me niego rotundamente. Como
periodista y como persona.
Con independencia o sin, así no saldremos adelante.
El proceso ha sacado lo peor de todos nosotros. Pero de unos más que de
otros." (Xavier Rius, director de e-notícies, 10/02/19)
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