13/12/18

El exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo: "El 1 de octubre se produjo un alzamiento violento y público"... defiende la calificación de rebelión sobre el proceso soberanista y la prisión provisional de sus líderes...

"El exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo (Málaga, 1935) (...) Acaba de publicar Catalunya, mitos y resistencia (El Viejo Topo), libro en el que se recoge su posición crítica con el proceso soberanista, que vincula con el autoritarismo, y su decepción con los partidos de izquierda que lo han apoyado.

 En conversación con eldiario.es, Jiménez Villarejo defiende la calificación de rebelión sobre el proceso soberanista y la prisión provisional de sus líderes. En este sentido, tilda de "error manifiesto" que Pablo Iglesias hable de "presos políticos". (...)

En el libro se refiere a la hoja de ruta que culminó en el 1-O como una "deriva autoritaria derechista y xenófoba del proceso independentista". ¿Dicha deriva cree que se mantiene en el Govern de Torra o tras el 155 ha terminado?

El planteamiento de la secesión de Catalunya de España, y por tanto de la ruptura con el marco constitucional, continúa, y yo diría que incluso más que antes. Las consecuencias del artículo 155 han sido escasas. (...)

¿En qué se expresa este autoritarismo?

El autoritarismo consiste en la exclusión de la mayoría social que representan los partidos constitucionalistas y en el ejercicio vacío de la autoridad por parte del Govern por el simple hecho de ser autoridad y punto. El Govern no satisface las necesidades de la ciudadanía. Están ahí porque son los que son y piensan como piensan pero nada más  (...)

Otra de sus principales tesis es que la antigua Convergència ha utilizado el 'procés' para tapar los escándalos de corrupción.

Lo han reconocido ellos mismos. En la ley de transitoriedad jurídica hay un precepto que dice que se anularán los procedimientos judiciales a los investigados por conductas que busquen un pronunciamiento democrático sobre la independencia. 

En la Audiencia Nacional hay múltiples imputados por las comisiones del 3%, ellos sabrán por qué quieren separarse de España. La sentencia del Palau de la Música de la que aquí todo el mundo parece quererse olvidar fue un duro golpe a Convergència.  (...)

¿No todo empezó con la sentencia del Estatut?

El Tribunal Constitucional se equivocó porque el Estatut se podría haber mantenido en su integridad. Pero lo que no puede decirse es que a partir de esa sentencia de 2010 Catalunya haya dejado de tener un reconocimiento por parte del Estado. ¿Quién empezó a tratar a Catalunya como un cortijo, el Estado en 2010 o Jordi Pujol? 

Yo diría que en 1996, con el pacto del Majestic, Jordi Pujol se convierte en el cómplice perfecto de Aznar y del PP, el partido más antinacionalista catalán que existe. Jordi Pujol ha menospreciado mucho más a Catalunya que la sentencia del Estatut, que fue un error. Jordi Pujol cometió un delito fiscal durante 34 años.

¿Qué daña más a Catalunya, un president delincuente o problemas políticos sobre el impulso de las competencias autonómicas? Los gobiernos centrales de PP y PSOE se han equivocado, pero cuando me hablan de la supuesta opresión del pueblo de Catalunya por parte del Estado yo pienso que su expresident ha sido tratado con mucha consideración.

 Todo el mundo calló. Los que piden la libertad de los presos nunca han pedido que entre en prisión un señor que defraudó al fisco durante 34 años abusando de su poder como presidente de la Generalitat.

¿Que alrededor de dos millones de personas estuvieran dispuestas a participar en un acto suspendido por los tribunales y contrario a la Constitución como el 1-O no denota que existe un problema político grave?

El 1 de octubre y el 20 de septiembre la movilización ciudadana constituye un instrumento para la manipulación de la realidad histórica de Catalunya. Cualquiera que fueran las proporciones en que la población se manifestara o acudiera a las urnas falsarias construidas para el pseudoreferéndum del 1-O, detrás de todo esto hay, como corresponde al planteamiento independentista, un engaño importante a la población.

 Una estafa al pueblo de Catalunya, como los 18 meses hacia la independencia. Los dirigentes prometen que se declarará la independencia y luego no ocurre nada, pero sus seguidores no se levantan contra ellos pese a que sistemáticamente les están engañando y prometiendo un futuro que no sólo no llega sino que cada vez está más lejos.

¿El plan independentista fracasó por sus propios errores o por la respuesta del Estado?

El plan independentista ha tenido muchos puntos débiles, pero justifica una respuesta enérgica del Estado. Las leyes del 6 y 7 de septiembre son claramente autoritarias. El Govern ha estado sistemáticamente engañando a su pueblo y lo ha hecho desde una posición de abuso de poder.

 Los líderes independentistas no han hecho más que tomar decisiones que les desacreditan como políticos, por ejemplo la insistencia en investir a Puigdemont. Al margen de su propia ilegalidad y su incapacidad para generar un gobierno, la investidura telemática suponía recurrir al simbolismo político y gobernar a base de quimeras y símbolos, la antítesis de una política democrática.

¿Los presos deben seguir en prisión o tienen derecho a salir antes del juicio?

Creo que la prisión provisional está justificada. Hay un dato objetivo para valorar si procede la libertad provisional y máxime ahora cuando está a punto de iniciarse el juicio oral: los imputados que huyeron de la Justicia y que no han vuelto. De acuerdo con los delitos por los que están acusados, en especial el de rebelión, hay razones formales y serias para mantener la prisión provisional.


A día de hoy ya no cabe esperar que el delito de rebelión implique una violencia armada. Hay un auto del Tribunal Supremo denegando una libertad provisional en el que dice que cabe la rebelión sin armas. La violencia que se exige el Código Penal en el delito de rebelión es una violencia que tiene a día de hoy muchas dimensiones, no tiene por qué ser necesariamente física sino que puede ser de otros caracteres y formas.

 Por ejemplo, las coacciones son parte de la violencia. La resolución 2625 de la ONU dice que hay que abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial de los estados. Esta resolución es de los años setenta pero está plenamente vigente y equipara violencia y amenaza.

¿Qué actos de violencia o amenaza de usarla ha habido?

El concepto de violencia hoy es más amplio, no estamos ante un golpe como el 1936 o 1981. Pero sí existe una capacidad de enfrentamiento directo con las autoridades del Estado cuando desde un poder necesario como una comunidad autónoma se estructura una cierta forma de estado al margen de las normas democráticas y contra el Estado al que se pertenece. 

En el documento 'Enfocats' se dice que cuando haya una clara determinación ciudadana a apoyar la independencia y complicidad internacional hay que empezar a aumentar paulatinamente el nivel de conflictividad ante la respuesta del Estado. La resolución 1/XI del 9 de noviembre de 2015 del Parlament reitera que el proceso de autodeterminación no se supedita a las instituciones del Estado español, aceptando los previsibles episodios de violencia. 

Por lo tanto no podemos sorprendernos de que se hayan utilizado los términos del delito de rebelión porque se dan las circunstancias que lo justifican, sin perjuicio de que luego tras el juicio se puedan llegar a conclusiones diversas según sobre su grado de ejecución o participación.

¿No hay una diferencia entre prever algo en una resolución parlamentaria y el alzamiento violento y público que requiere el delito de rebelión? ¿Cuando se ha producido este alzamiento en el 'procés'?

El 1 de octubre se produjo un alzamiento violento y público. Yo estoy de acuerdo en que se pueda considerar un delito de rebelión. Según la acusación de la Fiscalía, el 1-O varios ciudadanos fueron atendidos por episodios de ansiedad, pero personas gravemente lesionadas hubo dos, una por impacto de una pelota de goma en el ojo.

 Y ese día también hubo 93 agentes de la autoridad lesionados por lanzamiento de vallas y piedras y otras formas de violencia. Más allá de estos datos, que el tribunal ya valorará, todo el proceso independentista ha sido una permanente amenaza al Estado español en los términos que dice la resolución de la ONU de la que hablamos antes. 

Si uno sigue el recorrido histórico de todo esto no es tan errónea la calificación de rebelión, aparte de otras formas delictivas que también se cometieron como la sedición, malversación, desobediencia o prevaricación.

La causa del Supremo, además de otras investigaciones en juzgados catalanes, ha hecho que muchos ciudadanos estén enfadados con la Justicia.

Comprendo que los independentistas reaccionen de forma airada a las decisiones de los tribunales, pero llegar a decir, como se ha dicho, que igual que Tejero entró en el Congreso, Llarena ha entrado en el Parlament me parece una falta de respeto inaceptable. 

Decir, como dijo Artur Mas, que el juicio del 9-N fue una anomalía democrática cuando ha sido una de las sentencias más increíblemente rigurosas y fundadas que se han dictado en este país es gravísimo. Decir, como dijo Raül Romeva, que la Justicia actual se parece a la Justicia franquista aparte de una ignorancia supina revela una falta de respeto absoluta a las instituciones democráticas y judiciales.   (...)"                  

 (Entrevista a Carlos Jiménez Villarejo, exfiscal anticorrupción, Oriol Solé Altimira, eldiario.es, 01/12/18)

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