"Se presenta en Barcelona, el próximo lunes 26 de noviembre,en el centro
cívico de la calle Calàbria 66 (metro línea 1, parada Rocafort) el nuevo
libro del ex fiscal anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo: Catalunya. Mitos y resistencias, que ha sido editado muy recientemente por la editorial de El Viejo Topo. (...)
Dos ideas extraídas de la presentación del propio autor, de Carlos Jiménez Villarejo.
La primera. Los escritos que contienen esta modestísima obra están
fundados en la perentoria necesidad de denunciar la deriva autoritaria,
derechista y xenófoba del proceso independentista. Que, además,
conlleva, paralelamente a la ruptura con el Estado español, la quiebra
absoluta de los principios constitucionales de “justicia” e “igualdad”
que presiden la democracia española.
La segunda, decisiva en la perspectiva del autor (y que yo mismo comparto):
Pero, también, me ha inducido a reunir los siguientes
escritos en este volumen la falta de una respuesta rigurosa y coherente
ante el proceso independentista de la izquierda, tanto histórica como
emergente…
Es inadmisible que partidos que se definen de izquierda, ante
la crisis colosal que sufren las personas y familias de la cases medias y
bajas, antepongan, por razones tácticas, su alianza con los partidos
responsables de esa crisis a la creación de una nueva identidad
catalana, que debe tener sus eje en las clases populares y que se
fundamenta en la solidaridad con los pueblos de España que padecen la
misma crisis que los trabajadores catalanes. (...)
Dos observaciones más extraídas del prólogo, excelente
como decía, de Joan Botella. La primera sitúa muy bien las inquietudes y
el hacer de CJV:
La exigencia de rigor técnico-jurídico, como garantía
de las libertades, y su profunda identidad como persona de izquierdas,
no han podido sino verse hondamente cuestionadas por la evolución de la
política catalana de los últimos años.
El “procés”, con su
característica combinación de improvisación técnico-jurídica, frivolidad
política, inconcreción ideológica, autoritarismo “soft” y fraseología
populista reúne todas las características necesarias para impulsar a un
hombre como Carlos a entrar en acción. (...)
La segunda reflexión de Joan Botella:
Pues bien, lo que maravilla primero e indigna después a
Villarejo es la aceptación de ese discurso por buena parte de las
izquierdas (incluida buena parte de la izquierda supuestamente “radical”
y “transformadora”).
Reconociendo sus diferencias buena parte de las
izquierdas catalanas y españolas ha considerado el “procés” como la
expresión de un movimiento popular, democrático, que no aspira a otra
cosa que a reclamar derechos legítimos de las personas y de los pueblos.
Derechos que les son arrebataos por una derecha centralista,
autoritaria, y en definitiva, heredera del franquismo.
Difícil saber si estas izquierdas se aproximaron al
“procés” para sumarlo a su lucha contra el gobierno Rajoy y sus recortes
(aunque los recortes más severos en servicios públicos y gasto social,
en el conjunto de España, los llevó a cabo el gobierno Mas, antes y
después del ”procés”), o si las cabezas pensantes del movimiento
adoptaron unas formas y unos discursos que permitieran sumar a la
izquierda, o buena parte de ella, a la causa.
En todo aso, el intento ha
tenido un éxito considerable, si se miran las evoluciones políticas de
personas como Ernest Maragall, Raül Romeva, y tantos otros, y sobre
todo, la destrucción política y la reducción de fuerzas como PSC,
Iniciativa per Catalunya y la propia Esquerra Unida.
¡En la diana! Esquerra Unida remite a Esquerra Unida i
Alternativa aunque algunos consideraciones de Izquierda Unida producen
igualmente estupor e indignación. A los políticos profesionales citados,
bien citados por Joan Botella, cabe añadir otros nombres.
El de Joan J.
Nuet por ejemplo. Nadie como él (o pocos como él) representa el
desvarío político-cultural, la sinrazón política, el ansia de figurar,
el alejamiento total, sin restos, sin justificación, de los valores de
la izquierda por parte de partidos, organizaciones y colectivos que
proclaman y dicen ser de izquierdas y, por si fuera poco,
internacionalistas además, y ayudan de hecho, con palabras y acciones, a
un proyecto político que tiene como objetivo central levantar un
muro-Estado entre las clases trabajadoras de Cataluña y las del resto de
España. Mejor no seguir. (...)" (Rosa Guevara Landa , Rebelión, 24/11/18)
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