"(...) Ahora se oye más eso de que España sale de la crisis.
Sí, pero lo que pasa es que, con esta temporada larguísima del procés
y que todavía no tenemos gobierno, te das cuenta que por una parte
tampoco es tan importante, pero por otra sí que lo es. Yo soy de los que
piden a gritos ‘por favor, necesitamos un Govern’.
Porque vivo en una
Comunidad, o en una pre república, que necesita que haya un orden mínimo
y que se gestione. Porque pago todos los meses mis impuestos. Encantado
de pagarlo, pero que no vaya a los bolsillos de Bárcenas, de Rajoy o de
los hijos de Pujol. (...)
Ahora que habla del ‘procés’ y de Catalunya, tengo
apuntadas algunas frases suyas que llamaron en su momento la atención –y
algunas aún se repiten hoy en boca de otros. Por ejemplo: ver
Torrespaña como el kilómetro cero, antiguo y casposo de España; a Madrid
como un pueblucho en un desierto. ¿Lo que significa Madrid y lo que
significa Barcelona, ha cambiado?
Claro, muchísimo.
¿De dónde cree que parte entonces el darse tanto la espalda?
Todas estas cosas que dije son tonterías y maneras de
hablar de una forma muy informal y siempre para buscar lugares comunes.
No es nada científico. Pero sí, creo que que todavía estamos en un
momento de falta de comunicación.
Aunque al mismo tiempo es mentira.
Cada vez que viajas, vuelves y te das cuenta de que el país o la ciudad
donde vivo es maravillosa, donde todo funciona muy bien. Somos unos
enchufados y no lo valoramos. Yo estaba convencido de que a estas
alturas ya tendríamos un presidente que realmente fuera el presidente de
Europa.
Que los gobiernos de París o de Berlín o de Madrid o de Lisboa
no podrían poner trabas y tomar decisiones, sino al revés; que fuéramos
muchísimo más una federación de Estados realmente con muchísima más
sinergia entre todos. Que la mayoría de personas hablarían como yo, más o
menos inglés, francés, italiano, un poco de portugués, catalán y
español. Cuatro o cinco idiomas es lo suyo.
El debate sobre la independencia parece que –digamos– lo pone todo en pausa.
Sí, pero lo que me parece tristísimo y muy primitivo
es que estemos todavía con unos problemas de identidad tan fuertes y
además haciéndolo tan mal. Yo soy el primero al que ya le parece bien
una república. Con el que ahora es Rey tuve la suerte de tener una
audiencia hace años, y lo primero que le dije fue: ‘Perdona, te lo digo
con todo el respeto, Felipe, pero el día en que tu padre te haga Rey
preséntate a elecciones, que es lo lógico, y además es que te votaremos,
porque eres una persona preparada, sabes cómo funciona el ejército,
todo el cuerpo diplomático, hablas idiomas…’
Pero vaya, tal y como se ha
planteado todo lo del procés, me parece salvaje, muy mal hecho. Yo he venido a Barcelona con la feina ben feta
y eso es una chapuza bestial además de haberse hecho con muchas
trampas. Aparte de que no tiene ningún sentido. No me interesa tener
miles de Estados.
Yo personalmente creo que el futuro es muchísimo más,
no solamente de un presidente de Europa, sino tener una organización
como la ONU que realmente funcione y hacer políticas muchísimo más
globales. Mi país es un país muy pequeñito, molt chicotet, molt petit:
es el planeta tierra. Y es muy importante que pensemos a nivel global.
Lo que pasa es que son procesos pues que no son de cuatro días. (...)" (Entrevista a Javier Mariscal, Alexis Rodríguez-Rata, La Vanguardia, 30/04/18)
No hay comentarios:
Publicar un comentario